París en un día

Si hay que elegir un solo plan en París, casi nos quedamos con ir a la Torre Eiffel. Este no solo es uno de los monumentos más reconocibles del mundo y uno de los más visitados. Es un auténtico emblema de la nación y es impensable estar en París y no ir aquí. Sabemos que casi desde cualquier punto de la ciudad podréis ver la Torre Eiffel pero también sabemos que no será lo mismo verla desde abajo, sentados en el Campo de Marte, al menos. 

Esta es una de las actividades que quizá pase un poco más desapercibida y que, sin embargo, es el completo perfecto de la ciudad. Ver París desde el Sena es una visión de la ciudad diferente. Podéis hacerlo tanto de día como de noche porque su horario es desde las 10.00 hasta las 22.00 (22.30 h los fines de semana). Durante, aproximadamente, una hora, podréis ver desde el Sena algunos de los monumentos más conocidos y lo haréis de una manera que nunca hubierais imaginado. Uno de los principales alicientes es que esta, es una de las mejores actividades para hacer con los niños en París.

El arco del triunfo de París es otro de los imprescindibles de la ciudad. Podemos subir hasta su azotea en la que se encuentra un estupendo mirador con vistas a toda la ciudad. Junto con la Torre Eiffel, es otra de las paradas obligatorias que no os podéis perder.  

El barrio bohemio por excelencia de París, el que habréis visto en infinidad de películas, y al que desde siempre acuden los pintores y artistas de la ciudad, en Montmartre. La mejor manera de conocerlo es acercarnos a sus curiosidades y a la vida de sus ilustres habitantes. Eso ocurre en este tour, de mano de un experto, conoceremos el barrio Rojo, o el famoso Moulin Rouge y daremos los paseos que dieron en su momento Van Gogh, Renoir o Picasso. Por supuesto os podréis detener en alguno de sus miradores y dedicaremos una parte de la visita a contemplar la Sacre Coeur de París.  Todo esto lo podréis hacer en el free walking tour de Buendía por Montmartre.

El Museo del Louvre es uno de los museos más importantes del mundo. Sus visitas se cuentan por millones, y no es para menos si tenemos en cuenta que aquí están algunas de las obras más importantes de la historia del arte. Visitar el Museo del Louvre sin hacer colas, y recorrerlo de la mano de un experto guía que os muestre los secretos y las maravillas de las principales obras expuestas, es la mejor opción para sacarle todo el provecho posible a este imprescindible de París.

 Al igual que Montmartre es el barrio más bohemio de París, Le Marais es el barrio más cosmopolita de la ciudad, el color, las compras y el arte. Hay que perderse por estas calles para descubrir un París alejado, quizá de los circuitos más turísticos, pero dueño de un encanto que por auténtico es indispensable. Ir más allá de los escaparates y las galerías de este barrio que sin bien empezó siendo una ciénaga se convirtió en la “sede” de la comunidad homosexual que en la década de los ochenta se instaló en el.

Por sus calles admiraremos los majestuosos edificios que datan, en muchos casos del siglo XVII, nos detendremos en el Centro Pompidou, en sus famosos hoteles –Le Ville y De Sully-, en alguno de sus museos y recorreremos una de sus calles más importantes: Impasse des Arbaletriers. Todo ello, por supuesto, mientras nos van presentando las curiosas historias que se fueron sucediendo con los siglos. Y esas historias, en este barrio, son muchas.

Para conocer París al completo, también debemos conocer lo que habita en el interior de sus calles. Y en este caso, habitan cadáveres y almas. ¿Por qué? Es una curiosa historia, pues debajo de París había muchas minas y en la ciudad exceso de cadáveres, por lo que la solución fue sencilla: los cadáveres irían apilados en las minas y así resultaron las catacumbas de París, que en la actualidad, si no te da miedo, se pueden visitar también.