Île Saint Louis
La Île Saint-Louis es, junto a La Île de la Cité, una de las dos islas parisinas ubicada en el centro de la ciudad, en el cuarto distrito y bañada por las aguas del río Sena. Además de ser la más pequeña de las dos, también es la menos conocida.
Al lado de las visitas guiadas por París que siempre disfrutamos juntos, y en las que descubrimos los lugares indispensables de la ciudad, la Îles Saint-Louis puede pasar desapercibida, pero os recomendamos conocerla porque os marcharéis enamorados de su entorno, de sus palacetes urbanos y sus pequeñas y coquetas
La Île Saint-Louis, esa pequeña gran desconocida de París
Compuesta sólo por ocho calles, cuatro muelles y un boulevard, La Île Saint-Louis podría considerarse como un pequeño pueblo de 11 hectáreas. Un maravilloso oasis de tranquilidad, donde tan sólo habitan 2.500 personas, en medio de una ciudad tan impresionante y bulliciosa como París.
La Île Saint-Louis fue un antiguo asentamiento celta Parisii fundado por comerciantes y marineros en 250 a. C. Con la llegada de Julio César y los romanos en 52 d. C. se fundó la famosa ciudad de Lutetia y dejaron a La Île Saint-Louis y La Île de la Cité desiertas hasta finales del siglo XVI.
La isla Saint-Louis la formaban dos islotes llamados Île Notre Dame (isla de Nuestra Señora) y la Île aux Vaches (isla de las vacas). Bajo el reinado de Luis XIII, de ahí su nombre, la vida volvió a la isla. Dos puentes de piedra unieron la isla con la ciudad y de esta manera, la Île Saint-Louis fue utilizada durante mucho tiempo para el pastoreo de ganado y como almacenamiento de madera.
Además, La Île Saint-Louis es conocida también bajo el apodo de la ‘isla de los palacios’ por las impresionantes fachadas de sus numerosas mansiones. ¿Os apetece conocer un poco más? Pues acompañadnos a recorrer la Île Saint-Louis.
Qué ver en la Île Saint-Louis
A la Île Saint-Louis se puede acceder a través de cinco puentes: el de Louis Philippe, el de Marie, el de la Tournelle, el puente de Sully, y el que la conecta con La Île de la Cité que es el puente de Saint-Louis.
Una vez aquí y mientras paseáis por sus calles, probablemente os quedéis boquiabiertos con sus impresionantes y numerosos palacetes urbanos de los siglos XVII y XVIII. Nueve de los edificios que hay en la isla han sido declarados Monumentos Históricos y casi 30 están en el inventario de edificios históricos.
También pueden sorprenderos sus calles, de un solo sentido de circulación, o la iglesia de Saint-Louis –en- l’Îlle, construida en varias etapas entre 1624 y 1726. Es uno de los Monumentos Históricos de la isla y una de las parroquias más pequeñas de la capital gala. Presenta un estilo gótico, pero su decoración revela un estilo más barroco con pinturas murales y esculturas en su interior.
No os podéis perder en la Rue Regrettier la estatua sin cabeza, rota durante la Revolución. Y si en vuestro viaje también os apetece algo de cultura, esta isla, aunque pequeña, cuenta con numerosas galerías de arte.
Qué hacer en la Île Saint-Louis
La Île Saint-Louis es principalmente una zona residencial muy apacible para pasear o para recorrerla en bicicleta.
Si tenéis intención de ir de compras, debéis recorrer la calle Saint-Louis, la más comercial y concurrida de la isla que la cruza de este a oeste. En ella encontraréis tiendas de todo tipo: librerías, sombrererías, comercios especializados, tiendas de artesanía…todas con un encanto especial.
Una de las librerías más emblemáticas de la isla es la librería Ulysse, si lo vuestro es vivir entre libros, una visita a esta maravillosa tienda os encantará. Lleva abierta desde 1971 y fue la primera librería de viajes del mundo donde encontraréis guías de viajes antiguas y modernas o mapas antiguos de National Geographic. Si sois unos apasionados de los juguetes antiguos, la juguetería Clair de Rêve es vuestro sitio. Allí descubriréis juguetes de cuerda, marionetas colgando del techo o cajitas de música.
Tenéis varios restaurantes de estilo parisino donde elegir para probar la gastronomía francesa, pero sin duda, de la Île Saint-Louis no podéis marcharos sin probar uno de los helados más famosos que se elaboran en la calle Saint-Louis 31, en la heladería Berthillon. Da igual que viajéis en verano o en invierno, debéis degustar sus legendarios sorbetes o helados a elegir entre 70 sabores y considerados como los mejores de París.
Si preferís algo más caliente, lo que sobra en La Île Saint-Louis son cafeterías o teterías como La Charlotte de l’isle, el café Saint-Regis o Le Flore en l’ille, un café antiguo desde donde podréis disfrutar de los músicos callejeros que se sitúa en el puente Saint-Louis.
También puede ser un buen plan una cata en el 38 de la Rue Saint-Louis en l’ille. La vieja fachada de esta moderna fromagerie que no os despite, deberéis ir de sábado que es cuando hacen las catas. Además podréis comprar conservas de frutas o algún queso francés, que siempre es un buen souvenir.
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Ubicación de la Île Saint Louis
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Île Saint-Louis
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París
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Cómo llegar a la Île Saint-Louis de París
- Paradas: Pont Marie, Sully Morland, Jussieu y St-Paul
- Parada: Île Saint-Louis y Pont Sully - Quai de Béthune