Cerveza holandesa
El viaje. La parada, la merecida parada. Retomar el camino, el esperado camino. Andar, ver, descubrir, no querer olvidar. Volver a otra parada, tantas paradas, tan necesarias...todo eso ocurre en Holanda, en las excursiones a sus pueblos, en los recorridos por sus bulliciosas ciudades. Y al final, en esas paradas tan necesarias como reconfortantes y aprovechables, hay también en Holanda un denominador común, y ese denominador no es otro que la cerveza.
Si estás aquí es por tu afición a la cerveza, antes de continuar, os recomendamos leer nuestro artículo sobre las cervezas belgas. Al margen de ser más o menos expertos, más o menos entendidos, o más o menos amantes de la cerveza, lo que es cierto es que las cañas, los botellines, los cortos, la cerveza al fin está en la inmensa mayoría de los descansos, de las reuniones, de las conversaciones. Por eso, la cerveza en Holanda sigue acompañando esos momentos de ocio y de relax y, además, nos muestra una parte del país que, además de no ser tan conocida, vive eclipsada por el fulgurante éxito del país vecino y lo que es curioso, así como entre estos dos vecinos las “rivalidades” son ostentosas y manifiestas en varios puntos, en la cerveza es un “enfrentamiento” que redunda en una competencia de la que todos salimos beneficiados.
En Holanda la cultura de la cerveza existe, y más que haber surgido y de mantenerse bajo ninguna sombra, creó una entidad propia desde los primeros monjes que la elaboraban en las abadías y los conventos hasta hoy. En Holanda hay un gran orgullo por esta cultura que tanto nos une. Grandes marcas, asentadas en el panorama mundial, como el caso de la Heineken, comparten la nacionalidad de otras muchísimas cervezas de manufactura holandesa que, si bien no son tan conocidas, sin duda una vez que las probemos y las disfrutemos nos serán de muy difícil olvido. Estamos ahora, así os lo propone Buendía Tours al menos, en la parte del país que se declara productor de auténticas exquisiteces, en la parte del país en el que la cerveza es su bebida nacional.
La cerveza en Holanda es la parte del país que se reconcilia con las prisas, la parte del país que da más color a los canales, que protege la pátina de las costumbres de hacer las cosas de otros tiempo. La cerveza es en Holanda una parte más del viaje. Otra Holanda. Y es que Holanda también puede ser y de hecho debería ser, ese merecido descanso....
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De Molen, Hel & Verdoemenis. En Bodegraden se encuentra De Molen, fundada en el año 2004 por Menno Olivier. La cervecera, como tendremos ocasión de comentar un poco más adelante, vive pareja al molino del mismo nombre. De las numerosas cervezas De Molen que encontrareis en el país, esta cerveza negra quizá sea una de las más conocidas de la marca. Traducido el nombre, éste resulta “Infierno y Condenación”, pero la podéis probar sin miedo, no se conoce de ninguna condena. Es negra, muy característica por ello, densa, con intenso aroma y con un final seco y puede que para el gusto de más de uno, un poco ácido. Es, no en vano, una cerveza “cuasi artesana” a la que el lúpulo le transfiere, sin ningún pudor, su característico sabor.
Emelisse Imperial Russian Stout
También negra, esta cerveza holandesa llama a la calma, al menos a saborearla con calma. Tiene un aroma tostado y cuando la probamos, lo que más domina, dejando atrás otros sabores son sus notas a pasas y a ciruelas y también a café, puede que a chocolate negro. Por que os hagáis una idea hay quien compara el gusto de esta cerveza con un bombón, un bombón obviamente, relleno de licor.
St Christoffel, Robertus
Y ahora vamos a conocer, paradójicamente, a una de las cervezas más conocidas en los países bajos. Se fabrica desde que fue fundada en el año 1986 en Roermund por Leo Brand.
Esta es una cerveza que se elabora siguiendo la característica manera de fabricación de las cervezas dintel bávaras de Munich. No es una cerveza complicada, de hecho, se nos va a hacer muy agradable, puede que por sus toques de caramelo, de frutos secos, puede que por ser azucarada o puede que por tener poco lúpulo. Imprescindible es la referencia a su “embalaje”, en el caso de los botellines con su característico cierre metálico y en el caso de cervezas más grandes con sus preciosas botellas.
Heineken
¿Quién puede ser capaz? Si es que hay alguien que sea capaz, de visitar Holanda y dejar a un lado la cerveza Heineken, sencillamente imposible y es que no solo es la cerveza holandesa más conocida por locales y por extraños, es una de las cervezas más conocidas en el mundo. Que se venda y se consuma en 192 países es un dato que arroja luz, que arrasa las dudas sobre la mencionada marca. Pero aunque todos hayamos probado la cerveza Heineken, y aunque sea la propia marca la que lleva por bandera que sus cervezas saben igual en todas partes, no vayáis por eso a dejar de probar a tomar una Heineken en alguno de los bares del país. En este caso que os mencionamos, de alguna manera, Heineken juega en casa y eso siempre vale a pena, al menos, la prueba. Su expansión en el mundo va unida a sus características:
- tres ingredientes, todos 100% naturales (malta, agua y lúpulo)
- su exclusiva levadura-A (la misma cepa que encontraremos si nos remontamos a las primeras elaboraciones, 130 años atrás)
- un proceso de fermentación en tanques horizontales de 28 días.
La Trappe
Esta fue -luego os explicaremos porqué usamos ya el tiempo pasado- única en el país, única por haber sido la única cerveza trapense de Holanda. Hay que tener en cuenta que para que a una cerveza se la pueda considerar trapense y diferenciarla así de las cervezas de abadía, tienen que haber sido elaborada en un monasterio trapense. Bien, esto durante mucho tiempo correspondió en exclusiva a la Abadía Trapista de Nuestra Señora de Koningshoeren. En esta abadía, lo que comenzó siendo una manera de subsistencia, terminó por ser una marca propia del país, una marca sustentada por el buen hacer de los monjes, en concreto: lúpulo, malta, levadura y el agua que ellos mismos extraen de sus propio pozo. Aún con todo, no terminan aquí las peculiaridades, pues una vez elaborada se embotella con levadura y con azúcar, por lo que continúa en el recipiente la fermentación en lo que convino llamarse una segunda fermentación.
Hay varias cervezas “La Trappe”, entre ellas: Blond, Dubbel, Tripel, Quadrupel, White Trappist, Bockbier, Isid'or...
Zundert
Efectivamente, la cerveza La Trappe tuvo que compartir la exclusividad de la mano trapense con la cerveza Zundert. En este caso, la recién llegada parte de la Abadía de María Toevlucht, en Moeren, localidad de Zundert, de la que toma su nombre.
La llegada a la cerveza por parte de esta comunidad fue pura necesidad, pues había basado siempre su subsistencia en la ganadería, en los productos lácteos y también en el cuidado de los montes y de los bosques de su entorno. Pero en el año 2009 tienen que cerrar la ganadería, así que lo que intentan es abrir un camino intentando la producción de cerveza. La cerveza de la que viven es una cerveza de una alta fermentación y con toques (entre otros) de caramelos, de miel y de especias.
Grolsch
La Grolsch es la cerveza a la que se acude en los días calurosos, en los días que llaman a la puerta del verano o en los que llegaron de la mano de esta estación. Grolsch, que empezó su andanza en una cervecería de Groenlo en el año 1615, es una cerveza rubia que apetece beber a veces, simplemente, porque parece llamar a la alegría (en realidad no es un motivo tan simple). No es para nada una cerveza intensa, de hecho su 5% de alcohol es su principal atractivo si lo que tenemos por delante es un momento ligero y rápido entre nuestras visitas. Es una cerveza agradable, que vendrá en una botella bonita y que irremediablemente os hará pensar que el Holanda, el color de la cerveza más que rubio, tostado o negro, tal pareciera que es el verde...
Cerveza artesanal holandesa
Las grandes marcas está claro que van a tener siempre el reconocimiento del mundo, pero hay algo de encantador en las cervezas artesanales, en los haceres que mantienen viejas fórmulas y conservan el respeto por los descubrimientos de otros tiempos, en algunos casos muy pasados. La cerveza artesanal holandesa tiene esos encantos, así que si os declaráis amantes de la cerveza o queréis acercaros a lugares típicos, una visita a alguna de sus cerveceras debería ser uno de los puntos a incluir en la hoja de ruta de los días que vayáis a pasar en el país. Alguno de los sitios de los que os hablamos, son:
Brouwerij't Ij
Ya tuvimos la ocasión (y la suerte) de hablaros del Molino de Gooyer. Pues hablemos ahora de la cerveza del molino de Gooyer, porque al lado del molino, la cervecera Brouwerijt't comparte con éste el maravilloso entorno. Lo que ahora es la cervecera, antes eran unos baños públicos y a día de hoy muy lejos quedan las antiguas funciones pues con los nuevos tiempos nos llegó la posibilidad de degustar una conocida cerveza artesanal holandesa. Suelen contar los dueños que esta es la única cervecería que fabrica su propia cerveza y esto, sin necesidad de buscar las verdades o las mentiras de lo dicho, no hace sino aumentar el encanto del sitio y de la cerveza.
Desde Buendía creemos que es importante, y fundamentalmente enriquecedor, conocer el pulso de las vida de las personas que habitan los países que visitamos. Y, para ello, Broiwerijt't es perfecto porque además de saborear la cerveza podemos compartir el tiempo y las costumbres de la vida diaria de los habitantes.
Además de probar la cerveza también pueden visitarse las instalaciones. El horario para esto sería:
- Viernes, sábados y domingo a las 15:30 (en inglés) y a las 16:00 (en holandés). Tiene un coste de 7 € y con la entrada hay derecho a consumir una cerveza.
De Molen
El molino de Molen es otro de los sitios típicos a visitar. Aquí se empezó a fabricar la cerveza De Molen y si bien es cierto que con el tiempo sus dueños hubieron de buscar un lugar mayor para continuar con la producción, el lugar quedó como cervecería, restaurante y también tienda de cervezas. La tentación, en este caso, vive en el molino, sobre todo si sois amantes de la cerveza, porque entonces, sin duda, sus 20 grifos os serán irresistibles. Por si aún dudáis sobre si acercaros o no, sabed que las cervezas son artesanas y aquí sirven tanto las propias como las de otros lugares de Europa.
Los tours que ofrecen (para los cuales es imprescindible hacer reserva) se ofrecen entre las 12:30 y las 14:30 y el tour y la degustación tienen un precio de 17,50 €.
DE PRAEL: otro de los conocidos productores de cerveza del país es Brouwerijt't De Prael, ubicada en el centro de Ámsterdam. Es un local amplio y agradable en el que aprovechar una carta nada despreciable de cervezas. Los tours que nos ofrecen en este caso, son en el siguiente horario:
- 13:00 y las 18:00 h - Lunes a Viernes
- 13:00 y las 17:00 h - Sábado
- 14:00 a 17:00 h - Domingo
Heineken Experience
Dada la trascendencia y la relevancia mundial de la cerveza Heineken, si estáis interesados en acercaros un poco más a la marca y a sus productos, en nuestra guía de viaje a Ámsterdam, tenemos para vuestra información un artículo en exclusiva para el Museo Heineken Experience, os invitamos a que le echéis un ojo y tengáis en cuenta la oferta de Heineken en vuestros días recorriendo el país.
De 7 Deugden
Esta es la “adquisición” más reciente en el panorama de Ámsterdam. Aquí podremos probar sus cervezas y además podemos ir un poquito más allá (vale la pena, os lo recomendamos) y probarlas al lado de otra de las delicias nacionales: su queso. Pero no sólo queda en una cata, aquí vamos a poder pasar el rato participando en sus talleres, talleres en los que aprenderemos a elaborar nuestra cerveza.
Cervecerías de Ámsterdam
¡Qué mejor que un descanso!, ¡qué mejor que una parada! Nos la hemos ganado a estas alturas del viaje y nos hemos ganado un descanso de esos de los de no aprender nada, de los de no tener que fijar la atención en nada, en nada que no sea disfrutar del tiempo que nos vamos a regalar en el medio de la vibrante Ámsterdam. Y ya que estamos disfrutando y descansando... ¿qué mejor manera que acompañarnos de una cerveza?
Cafe Belgique
En el nombre va ya la esencia del propio local. Efectivamente, en Ámsterdam no sólo se cultiva la cerveza, sino que se le cursa invitación a la cerveza vecina. Así que, si os gustan las cervezas belgas, si queréis conocerlas, o recordarlas o compararlas con las cervezas holandesas, el café Belgique es vuestro sitio. Está cerca de la Dam Platz y a él llevan acercándose, hace años, artistas y DJ's de la ciudad.
Típicamente holandés para dar cobijo a ocho cervezas belgas y a más de 30 variedades.
Su dirección es Gravenstraat 2 y lo podéis disfrutar en el siguiente horario:
- 16:00 a 01:00 h - Lunes, miércoles y jueves
- 16:00 a 02:00 h - Viernes
- 15:00 a 02:00 h - Sábados
- 15:00 a 01:00 h - Domingos
Proeflokaal Arendsnest
Están, y presumen de estar, especializados en cervezas holandesas y hacen frente a su clientela con, aproximadamente, 350 variedades diferentes de cervezas.
Su dirección es Hevengracht 90. El horario del establecimiento es:
- 12:00 a 17:00 h - Todos los días
De Brabantse Aap
Repartido el nombre en dos locales de la ciudad, aquí al descanso merecido o al disfrute buscado, le podemos sumar una amplia gama de cervezas que nos harán mejores el descanso y el disfrute. Como os decimos, su catálogo de cerveza holandesa es bastante amplio y, como elemento a sumar, aquí podemos probar las cervezas producidas en otra famosa cervecería de Ámsterdam, De Bekeerde Sunter. Ambos locales a tener en cuenta.
De Brabantse aap está en Heinekenplein 5-8 y en Spui 30. Abre:
- 11:00 a 22:00 h - Todos los días
De Beekerde está en Kloveniersburgwal 6. El horario es:
- 15:00 a 00:00 h - Jueves, viernes y sábado