Países Bajos

Guia de viaje de

Ámsterdam

Molino de Gooyer

No hace mucho, en Buendía Tours, decidimos hacer un pequeño artículo sobre los molinos de Holanda. Sí, tenemos que reconocer que somos unos fieles seguidores de todo aquello que, gracias al tiempo y a las costumbres, se convierte en símbolo de un país o de una ciudad. Por eso, hoy volvemos a recalar en los molinos. Por eso, hoy de nuevo, nos queremos quedar bajo las aspas, en concreto, de uno de ellos: el molino de Gooyer.

Somos muy conscientes que el tiempo del que disponemos para visitar no es siempre ni el que queremos ni tampoco el que necesitamos, y por eso, uno de los trabajos que a nosotros más nos apasiona, es ofrecer modos y maneras de volver a casa habiendo aprovechado el tiempo y habiendo visitado y conocido lo más esencial, lo más autóctono y lo más característico. Y quizá, por este motivo, hoy estemos en el molino de Gooyer, porque los molinos en Holanda son uno de esos lugares que anotamos en nuestra agenda de viaje, bajo el epígrafe “indispensables”.

Si os fascinan tanto como a nosotros, hoy nos vamos a poner rumbo a uno de esos indispensables, hoy nos vamos al Molino de Gooyer.

Historia de Gooyer

Realmente, el primer punto de partida del molino De Gooyer lo convierte exactamente en eso, en un molino más de la ciudad de Amsterdam levantado, pensado y utilizado, ni más ni menos, que para moler harina. Fue construido en el canal de Nieuwevaart en el año 1725 pero, en ese emplazamiento, no iba a estar por mucho tiempo, fundamentalmente, porque las construcciones posteriores de esta zona dejaron al molino sin viento. Así, en el año 1814, se trasladó, piedra a piedra, al puerto de Funenkade, donde hoy lo podemos visitar. Y ahí estuvo funcionando hasta principios del siglo XX.

Sin duda, el Funenmolen -que es como se conoce al molino- tiene en esa pervivencia uno de los principales atractivos, no en vano de todos los molinos que se levantaron en Ámsterdam, a la vera de su muralla, sólo seis se conservan y no sólo fue el molino De Gooyer uno de ellos, sino que hasta 1972 se mantuvo activo.

En la historia del molino De Gooyer, en la más reciente, en la que se empieza a escribir cuando se apagan las aspas, está otro de los típicos e irresistibles alicientes que nos esperan, pues a día de hoy, funciona como la fábrica de la cerveza Brouwerij't IJ.

Ya que el molino De Gooyer es uno de los que siguen el pie es una magnífica opción para acercarse a este retrato tan emblemático de la ciudad. Si bien es cierto que no hay una visita como tal al molino, es cierto que su imponente estructura y su entorno (cerveza incluida) son la historia que este coloso sigue escribiendo.

Cervecería Brouwerij't

Uno de los alicientes, como ya tuvimos ocasión de contar, de acercarse a visitar el molino De Gooyer, es la cervecería que se encuentra en él. Bueno, si no en él, tan a su lado y tan cerca, que ya no se piensa el molino sin la cervecería ni la cervecería sin el molino. Aunque estas letras que hoy os dirigimos vayan sobre molinos, no es mala la ocasión para hablar de la cerveza en Holanda, cerveza que sin duda, también debemos escribir bajo aquel “imprescindibles” que íbamos anotando.

Antes de ser una cervecería, fueron unos baños públicos y esto no hace sino conformar su personalidad pintoresca, arraigada y local. ¿Puede haber mejor manera para degustar una cerveza? Pues sí, puede, si la cerveza es artesanal y en la Brouwerij't lo es, de hecho es la única cervecería del lugar (o eso se cuenta) que elabora su propia cerveza. Realmente, lo que se promete va más allá: cerveza 100% ecológica y fabricada utilizando los elementos más tradicionales.

Además de esto, en esta cervecería se ofrecen visitas guiadas en las que se explica la historia de la cerveza y en las que también se muestra cómo es el proceso de elaboración de su cerveza. Los tours para esta visita son los viernes, los sábados y los domingos a las 15.30 h en inglés y a las 16.00 h en holandés y tienen una duración aproximada de 20 minutos. La única manera que hay de comprar las entradas para estas visitas en adquiriéndolas en el propio bar y cuestan 7€. Eso sí, incluye una cerveza.

La sala de degustación De Molen está lista para recibiros todos los días del año (incluidos festivos). De lunes a jueves de 14:00 h a 20:00 h y los fines de semana, de 12:00 h a 20:00 h. No sólo podéis degustar la mejor cerveza de Ámsterdam sino también algún que otro tentempié, ya que, en la cervecería Brouwerij't ofrecen salchichas, helado artesanal, cacahuetes o quesos holandeses de abadías. 

Cómo llegar al Molino de Gooyer

    Tranvía

    • Paradas: "Hoogte Kadijk" y "Pontanusstraat"

    Bus

    • Parada: Amsterdam, Oostenburgergracht

Ubicación del Molino de Gooyer