Países Bajos

Guia de viaje de

Ámsterdam

Barrio Rojo de Ámsterdam

Es evidente que un solo barrio no puede, por sí solo, definir una ciudad como Ámsterdam, y es imposible que la manera de vivir en el Barrio Rojo sea la balanza que equilibre el sentido y el rumbo de la ciudad. Pero el Barrio Rojo es a Ámsterdam, lo que Ámsterdam es al Barrio Rojo: un binomio que decidió, hace siglos ya, compartir el camino de su historia, sin separarse ni haberse separado jamás.

Hay un dicho neerlandés que reza: “Dios creó el mundo, pero fueron los holandeses quienes crearon Holanda”. Esto no se limita sólo a las hazañas holandesas que supusieron ganarle terreno al mar a fuerza de diques de contención, sino que más bien guarda relación con que estamos visitando un país pionero en derechos y libertades. Un país que entendió que casi cualquier negocio era permisible siempre que no perjudicara a la prosperidad del país ni al orden público. En este camino de libertades, el respeto a las normas fue y es, un pilar fundamental.

Y como es lógico, todo aquello que encuentra la forma de atravesar los siglos tiene una historia. Y esta es la historia del Barrio Rojo.

Historia del Barrio Rojo de Ámsterdam

La historia de Ámsterdam con el mundo es antigua, es muy antigua. Antes de que el siglo de Oro, el siglo XVII, bañara la ciudad de dorado, el mundo entero había puesto cientos de veces sus ojos en esta ciudad holandesa, pues, en un momento en que los grandes viajes y los descubrimientos eran el objetivo y eran también el fin, su ubicación con salidas a diferentes vías marítimas hacían de este rincón de Europa uno de los centros del mundo. Aprovechando estas corrientes tan favorables, son muchos los negocios que surgen y florecen, pero en el caso que nos ocupa, en el caso del Barrio Rojo, empecemos por el siguiente planteamiento: ¿quiénes tripulaban aquellos barcos que constantemente llegaban a la ciudad? Muchos marineros, muchos. ¿Cuánto tiempo duraba el viaje? En la mayoría de los casos, muchas semanas, muchas. ¿Cómo estaban estas tripulaciones? Solas, muy solas... y ahí el negocio estaba servido.

A partir del siglo XV todo el que llegaba a Ámsterdam conocía el pujante negocio del sexo. En un momento dado, llegó a crecer tanto que tomaba prácticamente toda la ciudad, por lo que los dirigentes se vieron obligados a tomar medidas, temerosos como estaban de que toda la ciudad fuera un gran burdel. Conscientes que el negocio no iba a desaparecer por más que se prohibiera lo que hicieron fue limitarlo a un barrio: el Barrio Rojo de Ámsterdam. Una vez alcanzada esa solución (beneficiosa para todas las partes), no había lugar a la negociación: toda prostituta que fuera sorprendida ejerciendo fuera de los límites del barrio rojo, sufría un escarmiento y debía caminar hasta los límites del barrio rojo, bajo la mirada de los ciudadanos, acompañada por dos oficiales que iban tocando la flauta y el tambor.

Fue en el año 1911, con la legalización de la actividad de la prostitución, cuando aparecen las tan famosas vitrinas o "escaparates" como lugar de exposición y trabajo de estas mujeres. En ellas, se colocan luces rojas para identificar los lugares que contaban con estos servicios. De ahí que el Barrio fuera bautizado y conocido desde entonces como Barrio Rojo. Las vitrinas surgen en torno al siglo XVII, cuando se vivía en la clandestinidad, de los ofrecimientos de estas mujeres desde las ventanas de sus casas durante el tiempo en el que la prostitución era una actividad ilegal. De esta manera, cuando se regula el negocio, acostumbrados a ver a las prostitutas en sus ventanas, se establecen vitrinas de cristal en las primeras alturas de los edificios.

El Barrio Rojo de Ámsterdam en la actualidad

En el año 2000 la prostitución fue legalizada y ello no supuso solo la despenalización de la actividad, sino una regulación en varios puntos esenciales de la misma:

  • Quedan incluidas como punibles todas las formas de explotación en la prostitución.
  • La edad mínima para ejercer pasa de 18 años a 21.
  • Las trabajadoras sexuales reciben atención social y sanitaria cuando la necesitan. Así, por ejemplo, hay programas de ayuda a los que estas mujeres pueden acogerse si deciden dejar la profesión.
  • Las trabajadoras empezaron a pagar impuesto y deben tener un seguro privado de salud.

El Barrio Rojo de Ámsterdam, es el mejor exponente de la mentalidad libre de los holandeses y de las holandesas. Esta manera no solo se refleja en la diversidad de ciudadanos que viven el barrio, sino también en el hecho que Holanda decidió no dar la espalda a una realidad y no condenar a estas mujeres a una vida en la trastienda del país en el que viven. Si nos paramos a pensar y analizamos siquiera muy por encima las cifras, las decisiones y las medidas que tomaron, no les salieron nada mal. Si la prostitución ilegal mueve en los Países Bajos aproximadamente 500 millones de euros, la legal mueve más de 2.500, el 0,4% del PIB, más que la industria quesera del país. Y es que pronto comprendieron que estábamos ante el oficio más antiguo del mundo, más que el de los quesos...

Un peep show es una ventana al placer, una exposición de fotografías, objetos o personas visualizada a través de una pequeña mirilla o lente de aumento

Curiosidades del Barrio Rojo de Ámsterdam

  • En los años 90 empezaron a trabajar hombres también, pero la idea apenas duró porque, por un lado, la curiosidad mediática que la idea despertó la hizo prácticamente imposible y, por otro lado, porque resultó que las mujeres no estaban muy por la labor de pagar por estos servicios.
  • Hay trabajando en el Barrio Rojo sobre 9.000 mujeres.
  • Hay más de 290 vidrieras.
  • Delante de la Oude Kerk hay una escultura de bronce que representa un pecho femenino acariciado por una mano. Por más que el Ayuntamiento la retirara una y otra vez siempre terminaba por aparecer de nuevo, así que finalmente la dejaron. Su autor resultó ser un ciudadano de Ámsterdam que trabajaba como médico.
  • Las explícitas barandillas de los edificios del barrio rojo están reconocidas por el Ayuntamiento de la ciudad como patrimonio artístico.
  • En las cabinas podemos encontrar tres tipos de luces: la roja, la más distintiva del barrio, la lila o morada, para tonificar la piel de las trabajadoras y la azul, que indica que la persona que trabaja ahí es transexual.
  • En medio del Barrio Rojo hay un hotel católico en el que se da misa cada mañana y en el que las parejas deben dormir separadas. En Holanda todo tiene sitio y sentido.

Visita el Barrio Rojo de Ámsterdam

Desde Buendía nos gustaría que no solo nos dejarais acompañaros, sino guiaros en el recorrido por el Barrio Rojo de Ámsterdam. Debido a las restricciones aplicadas recientemente, las visitas guiadas dentro del Barrio Rojo están limitadas, por ello os proponemos nuestro tour a pie por la Zona Roja de Ámsterdam.

El Barrio Rojo es uno de los más antiguos de la ciudad. No todo son cabinas sexuales, aunque sean su principal reclamo. En este barrio podemos ver multitud de cafeterías de estilo holandés o coffee shops, sex shops, strip clubs o peep shows. Pero recorrer el Barrio Rojo es también adentrarse en una de las partes más antiguas de la ciudad. Aunque las vitrinas son, y van a ser, uno de los principales reclamos y casi sin ninguna duda el más impactante, el Barrio Rojo es mucho más que eso. Por este motivo, una vez en la ciudad, hay que verlo, sí o sí.

Todo es más de lo que a primera vista parece y el Barrio Rojo es más que vidrieras iluminadas, por más que hallan sido éstas quienes le dieron la fama mundial que hoy tiene. El Barrio a la luz del día y bajo las luces rojas es otro diferente. Aquí las familias que viven el barrio, los trabajadores de todos los negocios y las visitantes se mezclan en un ambiente que, será cualquier cosa, menos sórdido. 

Caminando por el Barrio rojo hay que atravesar sus callejuelas, fijarse en sus edificios bajos y de colores, en sus viejas calles. Hay que impregnarse de su arquitectura, pues, no en vano, paseamos por un barrio del siglo XIV. Este Barrio ha tenido siempre la misma ubicación en la ciudad: los edificios que veréis son algunos de los más antiguos con los que cuenta Ámsterdam, de hecho, son de los primeros que existieron en la ciudad, así que la importancia histórica de este lugar no hay nada que la pueda poner en duda.

Qué ver en el Barrio Rojo de Ámsterdam

Iglesia Oude Kerk

Es la iglesia más antigua de Ámsterdam, construida en 1302 en el corazón del Barrio Rojo. Su techo es la mayor bóveda medieval de madera de toda Europa.

Museo de la Marihuana, “Hash Marihuana & Hemp Museum”

Museo más antiguo e importante del mundo del cannabis. Fue inaugurado en 1987 y ha recibido desde entonces más de 2 millones de visitantes, que han podido disfrutar de una colección única que muestra la increíble versatilidad de la planta del cannabis.

Teatro Casa Rosso

Espectáculo erótico en el Barrio Rojo, con zona de bar en la segunda planta. El elefante rosa os mostrará el camino

Museo Austelkring

Casa de 350 años de antigüedad que alberga uno de los museos más antiguos de Ámsterdam, la iglesia clandestina de Nuestra Señora del Ático.

Museo Erótico

Tres plantas de museo relacionadas con el mundo del sexo como esculturas, películas, libros o juguetes. Aquí se encuentran los retratos que John Lennon hizo durante su protesta pacífica.

Bananen Bar

Sala de striptease y uno de los clubes de sexo más populares del Barrio Rojo.

Museo de la Prostitución

Ubicado en un antiguo burdel, aquí podremos conocer las implicaciones personales y sociales a través de testimonios de trabajadoras.

Greenhouse Coffeeshop

Coffeeshop ganadora de más de 30 premios Cannabis Cup, cuenta con la visita de muchos celebrities como Miley Cyrus, Kate Moss o Snopp Dogg.

Además, en el Zeedijk encontraremos numerosos bares y restaurantes de moda. De manera que, lejos de ser tenebroso o turbio, este barrio, frecuentado inicialmente por marineros e inmigrantes ruidosos y pendencieros en muchos casos, va convirtiéndose poco a poco en uno de los lugares de moda de la ciudad. Las smartshops y los coffee shops también son abundantes, de manera que recorrer el Barrio, de alguna manera, es recorrer muchas Ámsterdam. Aunque los coffee shops suelen vender cervezas o zumos recordad que la entrada de menores de edad está prohibida. Estamos caminando por el Barrio definido tantas veces como de “sexo, drogas y rock and roll”.

Consejos para visitar el Barrio Rojo

La visita a este Barrio no es peligrosa, ni es una aventura de riesgo, pero hay algunas cosas de las que conviene ser conocedor antes de visitar este barrio fuera de lo común para la mayoría de los mortales.

  • Lo primero que hay que saber es que tomar fotografías está totalmente prohibido. Obviar esta recomendación puede llevarnos a situaciones complicadas, no sería la primera cámara de fotos que acaba en el fondo del canal.
  • Es importante mantener en todo momento una actitud respetuosa y educada, no solo con las mujeres que se encuentran trabajando dentro de las cabinas sino también con los vecinos del barrio.

No obstante, id tranquilos al barrio. Siendo un poco precavido, no hay de qué preocuparse. La seguridad en el barrio es total y la vigilancia es permanente. Eso sí, sería más aconsejable acudir acompañados y, en caso de ir por la noche, aconsejamos evitar las calles más oscuras y alejadas.

Ubicación del Barrio Rojo de Ámsterdam

Cómo llegar al Barrio Rojo de Ámsterdam

    Tranvía

    • Paradas: Dam y Nieuwmarkt

    Metro

    • Paradas: Rokin, Nieuwmarkt y Centraal Station