Museo Histórico de Ámsterdam
Es una tarea inútil, por no decir imposible, disfrutar un hoy y proyectar un mañana desprendiéndose del todo de nuestro ayer. No solo tiene que ver con la legendaria -y tan cierta- máxima que dice aquello de “aquel pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo”, sino que tiene más bien relación con el sentido lógico del curso de los días y por ende, del curso de la vida. Te contamos la historia del país y de la ciudad en el Museo Histórico de Ámsterdam.
Pensar que somos lo que somos, sin un respaldo de acciones y logros pasados, y que nuestros propias conquistas y triunfos no apoyarán a quienes mañana estén en nuestro lugar, es dejarnos indefensos y solos. Afortunadamente, la historia siempre acude a echarnos una mano cuando más la necesitamos. La historia muchas veces ofrece un refugio en días pasados, cuando en nuestros propios días arrecían las tormentas.
Holanda, y Ámsterdam en particular, entró en el mundo moderno con un profundo respeto a sus tradiciones, a sus historia, a sus días pasados de valientes conquistadores y orgullosos ciudadanos. Los recuerdos y los sitios ofrecidos a su historia son muy variados en una ciudad como la Ámsterdam que ahora visitamos. No olvidan su origen de pueblo pescador a orillas del río Amstel, ni olvidan sus constantes y continuas luchas contra el mar. Recuerdan con orgullo su Siglo de Oro y orgullosos rememoran el poder que les supuso convertirse, gracias a su pertenencia a la Liga Hanseática y a su dependencia de España -con la consabida vía que eso suponía al recién descubierto Nuevo Mundo-, en uno de los puertos más importantes del mundo.
Con tristeza mantienen el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial y con tristeza, en la ciudad, cumplen el legado, casi bendito, de no olvidar que aquellos años se llevaron aproximadamente a 100.000 judíos a los campos de concentración. Así surge el Museo Histórico de Amsterdam, así se levanta este edificio en la ciudad, que no sólo conserva la evolución de aquella aldea de pescadores a la ciudad que hoy nos recibe, sino que este edificio, tiene y cuenta su propia historia.
El edificio
El Museo Histórico, casi como si fuera obligatorio, hace historia desde sus paredes, y es que este Museo se ubica en lo que fue el Antiguo Orfanato de la ciudad, y aún antes, en lo que fue un monasterio dedicado a Santa Lucía. La primera transformación que sufre el Museo, es del año 1578, fecha en la que deja de ser un edificio dedicado a la vida monacal, para pasar a ser la institución que recogerá y atenderá a los huérfanos de la ciudad durante cuatro siglos. De esta época son la sala de los regentes y las taquillas de herramientas que los niños usaban y que se pueden ver en el patio interior.
Pero es importante tener una cosa presente sobre este Museo: es cierto que guarda celosamente el ayer, y es cierto que cuenta de manera activa con el hoy, pero igual de necesario es saber, que también piensa y proyecta el mañana. A fin de cuentas, pasado, presente y futuro, no suelen caminar muy alejados...
La visita al Museo
Recorrer el Museo es encontrarnos frente a frente con innumerables objetos que nos muestran cómo evolucionó Ámsterdam, hasta ser.... lo que hoy es Ámsterdam. Para esta tarea no escatiman esfuerzos, ni tampoco recursos: piezas arqueológicas, pinturas, objetos de la vida cotidiana que usaban los habitantes de la ciudad en sus diferentes épocas, y un largo etcétera.
Sus exhibiciones permanentes hablan de las épocas vividas y, obviamente, igual que haríamos todos, no pierden la ocasión de mostrar su época más dorada, por la que sienten un especial orgullo: su Siglo de Oro, el siglo XVII. Además de estas exhibiciones permanentes, el Museo organiza exhibiciones temporales, todas ellas variadas y todas ellas relacionadas con la ciudad de Ámsterdam.
A lo largo de las diferentes plantas, y por sus 17 salas, la colección que veremos se extiende y se organiza de manera cronológica. Así:
- Planta baja, Ámsterdam desde 1350, hasta 1550. Aquí también está la biblioteca del Museo.
- Primera planta, Ámsterdam desde 1550, hasta 1815, su época de esplendor.
- Segunda planta, Ámsterdam desde 1815, hasta hoy.
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Free Tours en ÁmsterdamQué encontraremos en el Museo
En el Museo Histórico, el Museo de Ámsterdam, no solo está la memoria, plasmada en objetos y en obras, de la ciudad. A día de hoy, aquí se gestionan los archivos de Ámsterdam, por lo que estamos hablando aproximadamente de 75.000 objetos. Estos objetos tienen diferentes clasificaciones: pintura, esculturas, grabados, dibujos, libros, muebles, textiles, vidrios, cerámica, monedas, artesanía y objetos de uso cotidiano. Además de todo esto, las maquetas que reposan el Museo, sobre diferentes zonas y edificios de la ciudad, permiten avanzar e indagar en este viaje al pasado.
Ningún sitio mejor, analizando el sentido de este museo, para que descansen aquí los restos arqueológicos hallados y excavados en ciudad holandesa.
El pequeño orfanato
Como os contábamos, el Museo de Ámsterdam fue hace siglos el orfanato de la ciudad. Los cuatrocientos años que mantuvo esta tarea, han sido tiempo más que de sobra para que este orfanato haya encontrado en las paredes de este museo, su propio espacio, un espacio que permita no olvidar las vidas de aquellos pequeños. Así, el museo ofrece -es una visita en familia ideal-, un recorrido por el orfanato del siglo XVII. Los comedores, las aulas, las letrinas, los dormitorios... nos permitirán conocer -y hasta experimentar- la vida de aquellos huérfanos. Los más pequeños podrán descubrir animales escondidos y los mayores de 7 años tendrán la oportunidad de compartir la visita con el huérfano Jurriaan. Si el idioma no supone una barrera -el pequeño orfanato se ofrece en inglés y en neerlandés- la visita será de lo más entretenida, amena y lúdica, al mismo tiempo.
Al hilo de esta presentación infantil podemos continuar con el tema, pues, para quienes estén especialmente interesados en esta época y, en concreto, en estas situaciones, hay disponible una exposición gratuita “Donde los huérfanos solían jugar en aquel entonces”, que no podéis dejar de visitar.
Lugares del Museo
Todos los museos tienen rincones más o menos interesantes y más o menos entretenidos. El Museo que ahora vamos a recorrer tiene también lugares que, sin desmerecer a las salas y a las obras que nos ofrece, quizá llamen más nuestra atención. Alguno de estos sitios (pero no dejéis de ir igual a todos los demás, eh?) son:
Regentenkamer o La cámara de los regentes
Es un salón del siglo XVII en el que se reunían los administradores del orfanato. La sala resiste el paso del tiempo y se mantiene igual que en la época en la que aquí administraban los regentes la caridad.
El patio de los muchachos y el de las muchachas
Si tenemos poco tiempo para la visita, este rincón es uno de esos lugares que no nos podemos perder. En el primero de ellos, en el patio de los muchachos, que era el antiguo granero del convento, se encuentra la cafetería – restaurante In De Oude Goliath, cafetería presidida por las estatuas de David y de Goliath. Las estatuas son de tamaño diferente, ¿sabéis cuál es la más grande de las dos?
Shutter galerij
Este es un pasaje público, totalmente recomendable, cubierto con retratos de grupos de la Guardia Cívica del siglo XVII. Entre otros, se encuentra el retrato anónimo de la compañía F de la guardia real del año 1552.
También es de especial trascendencia la Sala dedicada a la Ámsterdam de la Segunda Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial, Holanda pretendió que se respetara su neutralidad de la misma manera que había ocurrido en la Gran Guerra. Sin embargo, esta vez no fue así. La Alemania que en esta ocasión tenía enfrente era otra bien diferente, y así el 10 de mayo de 1940 se produjo el ataque contra Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Francia. La deportación de miles de judíos y más de un millón de muertos son el dramático saldo. Este episodio, ni podía, ni debía pasar desapercibido en este Museo.
También es un lugar reconocido la Sala del Siglo XVIII, siglo que supuso la decadencia comercial de la ciudad.
Ubicación del Museo de Ámsterdam
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Amsterdam Museum
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Kalverstraat 92
- Ver en Google Maps
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Detalles
- General: 15 €
- Estudiantes : 12,50 €
- Hasta 17 años y Tarjeta I Amsterdam City Card: Gratis
- 10:00 a 17:00 h - Todos los días
- La visita es apta para personas con movilidad reducida, aunque, en este sentido, no se puede acceder con sillas de tracción eléctrica. Pueden usarse al efecto las sillas de ruedas que tiene el Museo.
- Igualmente, se admiten dentro del recinto del Museo perros guía. También hay lavabos adaptados a las necesidades de las diferentes capacidades.
- Nieuwezijds Voor burgwal 357
- Kalverstraat 92
- Sint Luciensteeg 27
- Begijnendijk Sloot Steeg
Precio
*La audioguía está incluida en la entrada
Horario
Accesibilidad
Puertas de entrada
La entrada al Museo se puede producir por varias calles:
Cómo llegar al Museo Histórico de Ámsterdam
- Paradas: "Amsterdam, Koningsplein" y "Amsterdam, Rokin"
- Parada: Rokin
- 1 min desde el Begijnhof
- 4 min desde la Plaza Dam
- 14 min desde la Estación Central