Frankendael Park

La historia del parque Frankendael se remonta a los siglos XVII y XVIII, cuando las familias acomodadas de Ámsterdam se alejaban del casco urbano para vivir en casas de mayor tamaño rodeadas de hermosos jardines. Si bien la gran mayoría de comerciantes y burgueses seguía residiendo en las casas de los canales, esta zona era muy “cuadriculada” y el precio de la vivienda siempre fue caro, por lo que quienes buscaban vivir más aislados y en grandes propiedades debían alejarse de la zona del Barrio Rojo, la plaza Dam, etc.

Lo que nos ha quedado hoy es una zona verde de unas siete hectáreas de territorio, con esculturas y jardines muy bonitos e históricos, destacando dos de ellos (Style y Landscape) restaurados a principios de este siglo por el ayuntamiento. Un conglomerado de espacios abiertos, ni demasiado grande ni demasiado lleno como sí pueda estarlo el clásico Vondelpark.

En el Frankendael Park encontraremos un oasis verde, con senderos pavimentados y casi serpenteantes entre canales. Un lugar muy cuidado, perfecto si no sabemos dónde ir o qué hacer con niños en Ámsterdam. Muy florido en primavera. Un lugar ideal para hacer un picnic al aire libre.

Además de disfrutar de su vegetación, naturaleza, caminos, canales y fauna, también cuenta con dos restaurantes muy especiales (Merkelbach y De Kas) y un mercadillo mensual.

Si durante nuestros días en Ámsterdam nos decidimos a visitar este parque, además de disfrutar de la naturaleza de la ciudad podremos parar, entre otros sitios, en los siguientes:

• La casa Huize Frankendael. En una esquina del parque, justo por encima de una bella iglesia protestante, se erige la casona Huize Frankendael. Esta antigua mansión, construida en 1659, fue el hogar donde vivía la familia que se hizo diseñar el parque. Hoy en día, es un centro cultural, con sala para exhibiciones y conciertos, y un precioso restaurante tanto en su interior como en el exterior. Dispone de terraza en medio del jardín. Es altamente recomendable parar a comer aquí, especialmente en un día soleado, y pasar la tarde de relax en su jardín-terraza.
• El restaurante De Kas. Otro de los puntos fuertes de este parque es el restaurante De Kas. Situado en un antiguo invernadero que data de 1926, este singular espacio destaca por una cocina de autor preparada con productos ecológicos y locales. Este sitio encantador apuesta por ingredientes de proximidad, productos de su propio huerto y una excelente materia prima. Lógicamente, su menú de 5 o 6 platos, de entre 50 y 60 euros, no es para todos los bolsillos, pero si puedes, vale mucho la pena por el ambiente del lugar.
• Un mercadillo en el parque Frankendael. El último domingo de cada mes el parque acoge el “Pure Markt”, la enésima opción entre la lista de mercados de Ámsterdam. Este es un mercadillo muy concurrido, donde pequeños comerciantes venden arte, comida orgánica, etc. Cuenta habitualmente con música en directo. Entre su abanico de puestos destacan las degustaciones de variedades de ostras y de anguila recién ahumada.