Ruta del Cómic
Bruselas es conocida por todos por ser la Capital de Europa, por sus deliciosos gofres, por su exquisito chocolate, por su diversidad cultural, pero además debemos saber que es la capital mundial del cómic. Si Tokio es la referencia mundial del manga, Bruselas lo es de la bande dessinée...
El cómic en Bélgica y Bruselas
¿Cuándo surge el interés por el cómic en Bruselas? En 1905 nace el primer gran clásico de la historia del cómic: Little Nemo, escrito por Winsor McCay. Tres años más tarde, se publica una edición en francés. El éxito que tuvo en Bélgica fue sobrecogedor. Por aquel entonces, ya quedó demostrado que los belgas eran grandes fanáticos de este arte, del que quedaba mucho aún por descubrir. Durante esta época, los máximos exponentes en el cómic eran (cómo no) los americanos. La mayor disrupción en cultura la causó el alza del nazismo en Alemania y, en general, en Europa. Os sonará la llamada “quema de libros” en la Bebelplatz de Berlín el 10 de mayo de 1933. La censura a la cultura del régimen nacionalsocialista también prohibió los comics. Los artistas belgas no se quedaron de brazos cruzados y decidieron ponerse manos al “lápiz” y dibujar y dar vida a héroes de cosecha propia. Tal fue así que, tras la Segunda Guerra Mundial, Bélgica se coronó como el país de los grandes creadores del cómic.
Con la demanda del público, surgieron grandes artistas, que aún hoy son los grandes exponentes como creadores de cómic. Estamos hablando de Hergé, el creador de Tintín, o Peyo, que hizo famosos a Los Pitufos a través de sus historias y dibujos. Lucky Luke, Marsupilami e incluso Spirou y Fantasio nacieron también en Bélgica.
Para hablar del cómic, y aún más del cómic en Bélgica, es indispensable conocer la historia de Hergé, en realidad, George Remi. El creador belga más famoso nace en Bruselas en 1907. Con tan sólo 15 años, sus dibujos ya fueron publicados en el Boy Scout Journal. El 10 de noviembre de 1929 conocemos por primera vez a Tintín, el reportero acompañado de su perro que marcará para siempre la historia del cómic y la infancia de muchos niños por todo el mundo. La primera historia fue Tintín en el País de los Soviéticos. La siguiente década, Tintín se hizo famoso y comenzaron a publicarse libros con las historietas de Tintín y Milú. Durante los años de la ocupación nazi, las aventuras de Tintín se siguieron publicando en el periódico Le Soir, aunque con claras omisiones a cuestiones políticas. Tintín nos hizo soñar, vivir con él las mayores aventuras de nuestra vida, las más inocentes y gracias a él, muchos niños aprendieron el valor de la honestidad (o eso era lo que pretendía Hergé).
Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo el boom del cómic. El periódico Spirou fue el soporte donde se dieron a conocer talentosos creadores belgas. Hoy, los grandes de los grandes: Morris, Jijé, Peyo, creador de Los Pitufos, y Roba. Morris sacó a la luz a Lucky Luck por primera vez en 1947 en Spirou.
De la mano de estas grandes creaciones vino la admiración de toda una sociedad. La bande dessinée -el cómic, en francés- ha tenido un gran impulso y comercialización en la ciudad de Bruselas. Por ello, se levanta el El Museo del Cómic (Centre Belge de la Bande Dessinée) y se origina también la Ruta del Cómic en Bruselas, donde podremos contemplar más de 40 murales pintados sobre fachadas de edificios, haciendo alusión a los personajes más importantes de la bande dessinée.
Historia de la ruta del Cómic
Hay que remontarse a finales de la década de los 80 y principios de los 90 en Bruselas para poder hablar de los orígenes de esta ruta. Muchos de los edificios del centro histórico en estos años necesitaban de una fuerte rehabilitación. En 1991 se propuso pintar con originales viñetas del mundo del cómic las paredes que quedaban al descubierto tras los derribos para las alineaciones de fachadas en el centro de Bruselas. En realidad lo que se pretendía también era poner en valor la historia y la importancia del cómic y rendirle tributo con ello a los grandes creadores belgas que dieron vida a grandes personajes que han marcado la historia del Noveno Arte.
La ruta del Cómic
A día de hoy, encontramos más de 40 murales en Bruselas. En algunos podremos ver al mítico Tintín junto con su perro Milú, pero también a otros personajes como Tomás el Gafe, a los galos Astérix y Obélix, Lucky Luke e incluso a El Pequeño Spirou, que nos harán sumergirnos en el arte del cómic de lleno.
Podríamos diferenciar dos zonas en el centro de Bruselas por las que discurre esta ruta; por un lado, el centro de la ciudad y por otro, Laeken, cerca del monumento conocido como Atomium. La mayoría de los murales y los más importantes se encuentran en el centro histórico de la capital belga. Tan sólo 10 de estas pinturas se encuentran en Laeken. Aunque ninguna merece ser desperdiciada, bien es cierto que la ruta del centro de Bruselas es la que mayor auge a día de hoy tiene y, por tanto, la que más os recomendamos hacer.
Los belgas se toman muy en serio el cómic y todo lo relacionado con ello. Por este motivo, constantemente, se llevan a cabo obras de restauración para mejorar el estado de estos murales. Es una ruta muy viva y en constante evolución porque cada vez son más los murales que adornan las calles de la capital belga, añadiendo nuevas paradas indispensables en esta fabulosa ruta. Un ejemplo de ello, es que en el año 2010, se inauguró un nuevo panel, el «Comic wall XIII», en la Philippe de Champagnestraat, en el centro de la ciudad.
Durante nuestro recorrido en el Free Tour por Bruselas, veremos varios de estos murales de la bande dessinée, entre ellos, uno de los más reconocidos del periodista Tintín.
Murales de la Ruta del Cómic
A continuación, os dejamos algunos de los principales murales con sus respectivas ubicaciones para que no os perdáis ninguno de los más importantes:
- Mural de Lucky Luke: 180 metros cuadrados dan vida a otro de los personajes más reconocidos del cómic. Es uno de los murales dedicados al cómic más grandes de la ciudad.
Dirección: Rue de la Buanderie 40, 1000 Bruselas
- Mural de Ric Hochet. Tibet da vida a este personaje, periodista de profesión, cuya afición es investigar casos policíacos junto con su amigo el policía Bourdon. Estos personajes son más conocidos por los belgas.
- Mural de Cubitus. El perro Cubitus, blanco y gordito, sustituye esta vez al Manneken Pis de Bruselas. A finales de los años 60, Cubitus saltó a la fama gracias a su aparición en la revista Tintín, una de las publicaciones más importantes en la historia del cómic franco-belga. Cubitus llevaba al extremo la paciencia de su amo, Sémaphore, un marinero jubilado.
- Mural de Tintín: podríamos decir que se trata del mural más visto por todos, el cual representa al personaje más emblemático del cómic en Bruselas. Además, lo encontramos muy cercano al Manneken Pis. Durante nuestros Free Tour por Bruselas visitaremos este mural.
Dirección: Rue de l'Etuve, 1000 Bruselas.
- Mural Le Jeune Albert. El creador, Yves Chaland, da forma al joven Alberto, un personaje muy avispado y astuto. En este mural, está esperando al tranvía amarillo de Bruselas en aquella época.
- Mural XIII. Esta publicación, que también nació en Le Journal Spirou, narra la historia de un hombre que se quedó sin memoria y va tras las pistas para conocer su identidad. De origen belga, el guionista es Jean Van Hamme y las ilustraciones son de William Vance.