Museo Bozar

El edificio, que ya nos muestra lo especial de esta visita, es digno de ser visitado ya por sí mismo. Lo construye en 1928 Víctor Horta, que se convierte de esta manera en el encargado de dar forma al sueño de Henri Le Boeuf.

Víctor Horta, al que preceden sus aportaciones al Art Nouveau, tal parece que pensó este espacio como un rompecabezas, y así fue encajando a la perfección salas de conciertos, de exhibiciones y de conferencias.

Este edificio recoge el arte en tres plantas, plantas que no son hacia arriba, sino que presenta una planta -1. Y esto se explica porque Víctor Horta al diseñarlo se dio cuenta que el emplazamiento de este Museo estaba muy cerca del Palacio Real y no podía permitirse que su altura tapara la visión de este importante edificio. 7 años se tardó en finalizar la obra y no debió estar exenta de complicaciones, ya que hasta 6 veces hubo que cambiar los planes.

El interior,  de estilo Art Decó, contiene la Sala de Mármol, el Gran Salón de esculturas (ahora Sala Víctor Horta), salas de exposiciones….y como este BOZAR es, además, la sede de la Orquesta Nacional de Bélgica, contiene 3 salas de conciertos.

Como os anticipamos, este Museo tiene salas de exposiciones y también salas destinadas a conciertos.

La fama internacional de la que hoy goza el Museo Bozar hace que a sus salas arriben exposiciones de gran éxito.

Las exposiciones van cambiando y abarcan temática muy diferente. Por esto, sea cuando sea que estéis de visita en la ciudad, el calendario del Museo os ofrecerá, muy probablemente, un abanico de exposiciones interesantes, variadas y recomendables. Todo esto al margen de las actividades y conferencias de personajes de lo más ilustre del panorama cultural, político y social que en ese momento os pudieran coincidir.

La música es uno de los puntos fuertes de este espacio ya desde el mismo origen de la idea de Henri Le Boeuf. Es por ello que está previsto acoger las diferentes propuestas musicales en tres salas. Precisamente la más grande de ellas, con capacidad para 2100 personas, lleva el nombre de Henri Le Boeuf. Aquí, en el BOZAR, se celebra la final del Concurso de Música Reina Elisabeth, un afamado concurso que desde 1937 pretende ofrecer un escaparate de “jóvenes artistas”, en el participan jóvenes músicos nacidos después de 1985 que quieren iniciar una carrera en el arte de la música.

Tened en cuenta que cuando los festivales llegan a la ciudad, el Museo BOZAR siempre acoge algún acontecimiento relacionado con el mismo. En sus salas de exposiciones y en sus salsas de música se celebran al año más de 250 espectáculos, exposiciones y conciertos.

El Cinematek, dependiente de la Cinemateca Real de Bélgica, es uno de los espacios inevitablemente unidos al conocimiento del BOZAR. Tiene dos Salas de proyección de películas modernas y antiguas y una gran colección de cine mudo, por lo que si además de disfrutar del arte sois seguidores de este género cinematográfico, este espacio no os va a poder gustar más, en este enlace de la Cinematek belga encontraréis la programación.

Y está claro que un centro cultural y artístico como este Palacio no podía dejar de lado el arte más apetitoso que hay: el arte culinario. Es por ello que prácticamente confundiéndose con el propio Museo, a escasos 25 metros, se encuentra el conocido “Bozar Brasserie”. Quien quiera ampliar el concepto de arte a este momento gastronómico, este es uno de los sitios que no puede dejar de visitar.

En este caso, podremos disfrutar del lujo del arte y la música con una comida deliciosa, peculiarmente orientada a la gastronomía moderna de autor y el escenario en el que se desarrolla.

El restaurante, al frente del cual se sitúa el chef Karen Torosyan, se encuentra en Baron Hortastraat 3.

Es importante reservar para no quedaros sin sitio. Podéis hacerlo fácilmente a través de su página web.

Abre de miércoles a viernes de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:00. Los martes y los sábados solamente por la noche, de 19:00 a 21:00 y permanece cerrado los domingos y los lunes.