Casa Museo Victor Horta

Construida en la Rue Américaine del barrio Saint-Gilles, la casa-museo y el atelier de Víctor Horta son dos edificios característicos de la época de apogeo del Art Nouveau que además han sabido conservar en gran medida su rica decoración interior, repleta de mosaicos, vidrieras y murales.

Ambos edificios fueron concebidos como un conjunto que se comunicaba entre sí y, aunque a cada uno se le dotó de su propia individualidad a modo de separación entre la esfera profesional y la esfera privada de la casa, estaban integrados perfectamente como una unidad, tanto en su fachada como en su organización interna.

Un elemento muy reconocible del sello Víctor Horta son sus escaleras, como la de este museo, que constituye verdaderamente la columna vertebral de toda la construcción. Parte desde el centro del salón principal y va estructurando a medida que crece en altura todas las estancias de la casa a su alrededor.

Otro elemento característico de Horta y del estilo Art Nouveau en general, es la utilización de la luz. Una luz que inunda la atmósfera del edificio, entrando a través de las enormes cristaleras de la fachada delantera y la trasera, junto con la luz proveniente del impresionante techo de cristal vidriado en el que termina la escalera. De esta manera, se crea un efecto de iluminación total desde el central hueco de la escalera hacia todos los laterales de la casa.

Con una fachada en piedra blanca de Euville, grandes ventanales y la presencia continua del hierro forjado, la casa-taller de Víctor Horta es una pieza clave para entender el Art Nouveau belga y Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2000, al igual que otros inmuebles creados por el insigne arquitecto como el Hôtel Solvey o el Hôtel Tassel.

Después de su construcción Horta ampliará y cambiará sucesivamente algunas estancias, hasta que en 1919 decidirá vender ambos inmuebles para trasladarse a Avenue de Louise. La comuna de Saint-Gilles adquirirá primero el edificio de la vivienda familiar del arquitecto, abriendo su museo en 1969, comprando posteriormente también el edifico contiguo del atelier, incorporándolo y completando, así, el Mueso Horta. 

Bruselas es denominada muchas veces “la ciudad del Art Nouveau”, y para entender realmente la importancia de este estilo y cómo ha marcado el carácter de la ciudad no hay nada mejor que visitar la Casa-Museo de Víctor Horta, en la que se puede apreciar con claridad la grandiosidad del llamado padre de esta corriente artística, donde cada uno de los detalles de sus construcciones están pensadas al milímetro y tienen armonía y continuidad, desde sus mosaicos del suelo, hasta el sistema de ventilación, pasando por un simple pomo de puerta. Ese es el sello Horta.

Otro de los edificios destacados de Art Nouveau de Bruselas firmado por Víctor Horta es el Museo del Cómic.