Rue Haute
Los barrios meridionales en las ciudades es cierto que parecen no tener el esplendor de los barrios más céntricos. Eso es cierto en muchos casos, y en muchos otros es cierto sólo si utilizamos en esa afirmación la antiquísima filosofía del trueque.
Nos explicamos: es verdad que hay barrios alejados de las partes estratégicas de las ciudades que parecen lucir menos, pero, en cambio, (he aquí el trueque) suelen ser barrios ricos en vidas y en experiencias vividas. Cuando encontramos o sabemos de alguno de estos barrios hay que caminarlos muy atentos pues probablemente lo que ese barrio, sus calles, sus comercios y sus gentes nos cuenten, será tan de provecho como lo que nos puedan contar las guías acerca de los barrios mas “lucidos”.
Algo de eso nos pasa en el barrio Les Marolles, en el que se encuentra la Rue Haute, por la que queremos pasearnos hoy un rato con vosotros.
Los Orígenes
El barrio, que se localiza entre la Puerta Hal, el Palacio de Justicia y la Iglesia de Notre Dame de la Chapelle, es un barrio de raíces profundamente obreras. Este fue un barrio de sastres, de traperos, de prostitutas, que con el paso de las décadas fue dejando paso a las residencias de los artesanos que trabajaban en la parte alta de la ciudad de Bruselas. Las calles que hoy nos encontramos son el fiel reflejo de la vida que se desarrollaba por aquí hace muchos, muchos años: Rue de Charpentiers, Rue de Brodeus.
A lo largo de sus calles locales, ni autóctonos ni inmigrantes tienen reparo alguno en convivir con salas de artes, con tiendas de artesanos y con cervecerías.
Desde Buendía, ya os acercamos uno de los puntos más conocidos de este Barrio, el mercado de las pulgas. Así que, dejando un poco aparcado lo visto ya, vamos a dirigir nuestros pasos hacia otra parte igual de característica de este peculiar barrio: la Rue Haute.
Rue Haute
La Rue Haute es la arteria de este barrio. Antiguamente, era una calzada romana y la calle por la que hoy vamos, sigue por el mismo trayecto. A día de hoy es una zona comercial conocida, fundamentalmente, por sus artistas, sus tiendas especializadas, de las que destacan las de antigüedades y decoración. Es una larga carrera artística la que precede esta vía de Bruselas.
Anticuarios
En esta calle Rue Haute, en el barrio Les Marolles, discurre el día a día comercial de los anticuarios, que ponen a disposición del público los llamados “bibelots”. Los bibelots son aquellos objetos, no importa de qué tipo porque en principio todos pueden ser válidos, que no llegan al rango de antigüedades. Son afamadas algunas de las tiendas que se dedican a este negocio. Os mencionamos un par de ellas, las que mejor representan la relación de este barrio con el arte: “Espace 61” o la “Galeria Haute”.
No sólo podremos movernos entre antigüedades, ya que en esta zona algunas tiendas como “Au Bois de Rose” o la llamada “Galeria Antichita”, nos abrirán las puertas para que descubramos un mundo de muebles restaurados. Lo cierto es que nunca sabemos en qué momento ni en qué lugar puede estar esperándonos ese objeto o ese mueble que andamos buscando, así que por esta calle lo mejor es ir con los ojos bien abiertos y con todos los sentidos bien despiertos.
Qué ver en la Rue Haute
Aunque parezca que la calle queda limitada a la diversidad cultural (y histórica) y a sus atractivas tiendas de arte, tampoco sería justo dejarlo ahí e irnos sin visitar lo que forma parte de la ciudad de otras épocas. Pero la ciudad en serio, la que había hace siglos, pues la calle nos permite observar en su estado originario (prácticamente) pedazos de la antigua Bruselas, de la Bruselas cotidiana de otras gentes. Vamos a continuar con el paseo...
Justo en un extremo de la calle, podemos pararnos un momento a contemplar la Bruselas del medievo. Aquí, en este extremo está la Puerta Hal, lo único que se conserva del amurallamiento que rodeaba la ciudad. Esto, de primera mano, lo convierte en un testigo excepcional del pasado, lo que ya de por sí es muy atrayente. Esta puerta, con su pesado torreón en forma de herradura y atravesado por un corredor abovedado con troneras, es un ejemplo de la arquitectura medieval del norte de Europa en la Edad Media. El interior de esta torre está acondicionado como museo y en él se pueden ver parte de la historia y de las tradiciones de Bruselas.
En el número 132 de esta calle hay un edificio de ladrillo rojo que pasaría desapercibido si no fuera porque en ella vivió y murió Pieter Brueghel el Viejo. Pieter, se traslada a esta ciudad desde Amberes cuando se casa con Mayken Coecke y se muda a esta casa, propiedad de su suegro Pieter Coecke Aalst. Hoy esta típica casa flamenca es donde está el Museo Brueghel, en el que poder contemplar documentos de su vida y de su obra.
Otro importantísimo artista que eligió esta calle para desarrollar una parte importante de su vida e instalar su estudio, concretamente en el número 244 de la Rue Haute, fue el famoso escultor Auguste Rodin.
Y caminando, caminando nos veremos ya en el número 298. En este edificio quedó instalado en el año 1927 el Musée de Centre Public d'Aide Sociale (Museum van Het OCMW). Este museo, que se levanta en el edificio del hospital Saint-Pierre (la antigua leprosería), está dedicado a las Bellas Artes. Son numerosas las obras que podremos ver: obras de las escuela de Van der Weyden, del maestro de la Magdalena, de Van Orten, de Van Heemert, de Mamper, de Van Noort, de Stomer, De Crayer y de Meert. Expuestas están también esculturas de los siglos XIV y XVI, obras de orfebrería tanto religiosa como civil, diferentes tapices y diversas porcelanas y muebles.
Ubicación de la Rue Haute
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Rue Haute
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Hoogstraat
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