Qué ver en Lisboa en cuatro días
Bienvenido a la capital lusa; tienes por delante un viaje de cuatro días en Lisboa con mucho descubrimiento, diversión y ajetreo. Porque Lisboa es tan preciosa como amplia y repleta de opciones para todos los públicos.
¿Cuatro días en Lisboa son suficientes?
Si te preguntas si te dará tiempo a ver Lisboa en cuatro días, debes saber que sí. Por supuesto, como cualquier otra capital europea, daría para mucho más, pero este tiempo es suficiente para ahondar en los principales barrios de la ciudad, disfrutar de planes relajados -un atardecer con vistas al Tajo no puede faltar en tu escapada-, degustar los platos típicos y conocer los alrededores de Lisboa.
Por supuesto, Lisboa puede verse en menos días, aprovechando opciones ya diseñadas para ver la ciudad de forma más compacta, y también en más, teniendo multitud de posibilidades para llenar la agenda de planes una semana entera, si así lo deseas.
Lo bueno es que tú pautas tu ruta y podrás adaptarla para ver tanto cuanto quieras. Y si no, siempre puedes ir apuntando lo que se te quede pendiente para visitarlo en una futura visita, porque siempre es buena idea volver a Lisboa. Una y otra vez.
Itinerario resumido de lo que ver en Lisboa en 4 días
- Primer día: La Baixa, Alfama y Chiado
- Segundo día: Belém, paseo en barco por el Tajo y LX Factory
- Tercer día: alrededores de Lisboa
- Cuarto día: Barrio Alto, Mouraria
Si quieres aprovechar al máximo y tener una propuesta que te permita ver lo más importante, esta guía para visitar Lisboa en cuatro días te será de ayuda. ¡Sigue leyendo porque te la desglosamos día a día!
Lisboa en un día: adentrándote en sus barrios
¿Qué verás hoy? La Baixa, Alfama, el Tranvía 28, el Castillo de San Jorge, miradores y Chiado
¡Empieza la aventura! Toca madrugar para exprimir al máximo el primer día en Lisboa. Independientemente de donde te alojes, el primer día es recomendable dedicarlo a conocer La Baixa lisboeta. Y ya que hablamos de alojamiento, este sería el barrio que recomendaríamos para una primera visita a Lisboa, ya que su localización permite recorrer muchos puntos de interés de la ciudad fácilmente.
No hay nada como comenzar un viaje con un primer día descubriendo el centro cultural de la ciudad, y la Baixa de Lisboa es el mejor lugar para hacerlo. La opción favorita de los viajeros es unirse a un free tour por los imprescindibles de Lisboa para pasear por la Baixa, ver algunos otros puntos clave de la ciudad y obtener recomendaciones para sus próximos días en la ciudad.
Para desayunar, puedes optar por un desayuno tradicional -localmente llamado pequeno almoço- en Tartine, o un brunch más cosmopolita en Dear Breakfast o Cotidiano, cogiendo fuerzas para lo que viene. Para empezar a saborear Lisboa como lo hacen los locales, puedes pedir un galao con unas torradas, probar el típico pastel de nata o, si prefieres algo salado, un misto. También encontrarás en las confitarias y cafeterías diferentes variedades de sandes -bocadillitos- y lanches -una especie de empanada-.
Ya con la barriga llena, toca emprender el camino hasta uno de los lugares imprescindibles de La Baixa: la Praça do Comercio. Desde aquí, puedes dar un paseo por la Ribeira das Naus para respirar el aire fresco que desprende el Tajo.
Volviendo de nuevo a la plaza, puedes observar la arquitectura pombalina tan característica de Lisboa antes de cruzar el Arco da Rua Augusta, puerta de entrada a la calle homónima. Al pasar bajo él, te sentirás como si accedieses a unas imponentes galerías.
Siguiendo esta calle hasta Rossio, nos encontraremos el emblemático Elevador de Santa Justa, que con sus 45 metros de altura, conecta La Baixa con el Barrio Alto y Chiado. Si te gusta verlo todo, pero eres de los que no quieren pasar el día entero caminando, sobre todo teniendo en cuenta que hay muchas cosas que ver en Lisboa en los siguientes días, puedes sumar un recorrido en tuk tuk por las calles de La Baixa.
Otra opción, si prefieres dejar la zona de Chiado para otro momento, sería continuar con el paseo hasta la Plaza del Rossío, donde se encuentran el Teatro Nacional y la estación de tren principal de la ciudad. Si coincide con la hora del vermú -o incluso si no- puedes aprovechar para probar el licor típico de la zona, la ginjinha, en el bar A Ginjinha. Personalmente, aunque creemos que toda opción es buena, recomendamos más probarla en Sintra, de donde es originario este licor.
Es el momento de acercarse a Alfama, una de las zonas que no fue dañada por el terremoto de 1755. Para alcanzarla, te espera el vehículo más emblemático de Lisboa: el tranvía 28, ese famoso vagón amarillo que protagoniza casi todas las postales.
Con el tranvía 28 podrás recorrer los barrios de Alfama, Chiado, Graça y el Barrio Alto. El viaje sencillo cuesta unos 3€, pero si compras el de 24 horas por 6€, este te da acceso al Elevador de Santa Justa y al de Gloria.
Algo que es recomendable tener en esta ruta de cuatro días es la Lisboa Card, la tarjeta turística para visitar la ciudad, que da acceso a una gran cantidad de medios de transporte, museos y atracciones lisboetas. Por ejemplo, uno de ellos es el Tranvía 28, cuyo acceso es gratuito con esta tarjeta que puedes obtener desde 27€.
También hay otras líneas que te trasladan por la ciudad: la número 12, que pasa por los principales barrios del centro, y la número 15, que va hasta Belém. Lisboa es una ciudad de cuestas, por lo que agradecerás que haya un vehículo tan simbólico que te acerque sin esfuerzo hasta Largo da Graça, en el barrio de Alfama. Aun así, si te apetece ir paseando por las callejuelas lisboetas, no dudes en hacerlo.
Una vez llegues a lo alto, te recomendamos ir primero al Castillo de San Jorge y ver sus jardines; situado en la colina más alta de la ciudad, desde sus murallas podrás ver tanto el barrio de El Castelo en el que se ubica como las vistas a la ciudad y el estuario del Tajo. En este itinerario, te recomendamos empaparte de la historia del castillo antes de comer para luego ir con un poco más de calma de paseo por el barrio una vez con el estómago lleno. Si prefieres hacerlo al revés, puedes comer antes y unirte a este tour a pie por Alfama y visita al Castillo de San Jorge tras el almuerzo.
Para almorzar, en la misma zona, encontrarás la Petisquería Conqvistador si quieres hacer un alto en el camino y picar algo sin mucha parsimonia. Para sentarte a comer tranquilamente, te recomendamos ir a Santo António de Alfama.
Cuando ya te encuentres descubriendo la esencia lisboeta en Alfama, no puedes perderte la zona de la Igreja de Santo António, la Sé de Lisboa y las ruinas del Teatro Romano. También verás la Casa Dos Bicos y algunos de los miradores más especiales de la capital lusa: el Mirador de Graça -que en este itinerario de lo que ver en Lisboa en cuatro días dejamos para la última noche-, el Mirador de Santa Lucía y, a pocos metros, el Mirador Portas de Sol -este tiene un café con vistas a la galería perfectas para tomar un café o refrescarte en caso de que vayas en una época de calor-.
Con el objetivo de seguir conociendo este barrio indispensable de Lisboa, puedes continuar recorriendo las calles laberínticas y empedradas pasando por Paço de Alcáçova, la Praça d’Armas, la iglesia de San Miguel, el Arco de Alfama o el Panteón Nacional. Después, y ahora sí, ya sin esfuerzo, puedes dar un paseo cuesta abajo hasta Chiado o bajar en el Elevador de Santa Justa y, por el camino, si te interesa el arte, pararte a ver el Museo Nacional de Arte Contemporáneo (MNAC), también llamado Museo de Chiado, ubicado en lo que fue el convento de São Francisco en el pasado.
En El Chiado verás una de las zonas más elegantes y bohemias de Lisboa, con muchos de sus edificios restaurados como consecuencia de un trágico incendio que azotó la ciudad en 1988. Una vez llegues, el barrio te ofrece monumentos imprescindibles de la historia lisboeta, como el Convento do Carmo, la Praça Luis de Camoes, o la Livraria Bertrand -reconocida como la librería más antigua en funcionamiento del mundo-.
Si nada más llegar te apetece hacer una pausa o aprovechar para merendar, la pastelería Emenda, la Manteigaria o el café a Brasileira te esperan con un buen café y los dulces lisboetas más típicos: pastéis de nata, queijadas o bolos rei entre otros. Este último, en la rua Garrett, una calle llena de historia y tiendas emblemáticas, te recibirá con la estatua de Fernando Pessoa en su terraza, y es que el poeta lisboeta más famoso de la historia lo frecuentaba con asiduidad.
Tras otro paseo por el barrio viendo sus teatros, entre los que destaca el Teatro S, Luiz, el de Trindade o el de São Carlos, nada mejor para despedir al sol que subir a alguna de las terrazas más famosas de Lisboa, como Javá Rooftop o Entretanto Rooftop.
Si quieres aglutinar los barrios principales de Lisboa en un paseo para exprimir al máximo el tiempo, este free tour por los barrios de Lisboa es un buen aliado para empezar el día.
A nosotros nos encanta este plan porque sirve de introducción a los cuatro barrios más importantes de Lisboa y permite que te hagas una idea de en cuál de ellos quieres ahondar, cuál te parece que es suficiente con lo que has visto, te permite pedir recomendaciones al guía local, y sobre todo, te introduce en la ciudad.
Segundo día en Lisboa: Belém y el Tajo
¿Qué verás hoy? El barrio de Belém, el río Tajo navegando, Time Out Market -posible Parque de las Naciones-
Reserva este segundo día de descubrimiento en Lisboa para acercarte a Belém, uno de los barrios que no puede faltar en cualquier visita, ya sea de 1, 2, 3 o más días. Desde Cais Do Sodré, puedes coger un tranvía que te lleve directo al barrio de Belém, y una vez allí podrás adentrarte de lleno en los tiempos gloriosos de Portugal.
Puedes desayunar en el Kiosko de la Ribera de Naves antes de coger el tranvía, que si bien es un poco más caro que una cafetería tradicional, es idóneo para empezar un día soleado con vistas al estuario del Tajo. Otra posibilidad es desayunar al llegar a o Belém. En caso de elegir la segunda opción, nos gusta mucho la Confeitaria Nacional Belém. Recuerda no comer mucho; en un rato será el momento de probar los emblemáticos pasteis de Belém.
Puedes pasar la primera parte de la mañana recorriendo las calles a pie, visitando el Monasterio de los Jerónimos (por fuera, el interior o ambos). Una posibilidad, especialmente si quieres entender la relevancia de este barrio en el contexto histórico portugués, es hacer un free tour por Belém de un par de horas que te muestre lo esencial del barrio mientras vas aprendiendo detalles y curiosidades junto al guía. Puedes planificar este plan de 11:00 a 13:00, y así, una vez termines el free tour, podrás ir directamente a comer.
En función de lo que te apetezca, te recomendamos ir a À Margem, ya que comerás con vistas al río, con platos tradicionales lisboetas, o si quieres algo un poco más refinado, Feitoria es un restaurante que cuenta con una estrella MICHELIN.
Belém es un barrio que presume de contar con diversas zonas verdes donde pasear plácidamente, por lo que no dudes en acercarte al Jardim Botanico Tropical, los jardines del Palacio de Belém o el Jardín de Vasco de Gama.
Una vez descubierto el interior del barrio, acercándote al Tajo, encontrarás la impresionante Torre de Belém, a la que te recomendamos acceder para disfrutar de las vistas que ofrece del Cristo Rey -situado en la otra orilla del río- y del amplio estuario.
Al salir, encontrarás el Monumento a los Descubrimientos y la Rosa de los Vientos, legado de la época de los descubrimientos que tanto supuso para el país luso. A muy pocos pasos, el Muelle Doca do Bom Sucesso es el punto de partida de muchos paseos en barco por Lisboa.
Desde este punto, es muy buena idea aprovechar la tesitura e ir en barco hasta la zona del Parque de las Naciones. Está bastante al este de la ciudad, algo alejado, por lo que si el itinerario se ve un poco apretado, ¿por qué no verlo desde el río Tajo? Los barcos van bordeando toda la costa lisboeta, y así no tienes que preocuparte de planificar este plan en otro momento.
De todas formas, más si cabe, si vas a Lisboa con niños, puede ser muy interesante dejar un hueco en tu planning de 4 días por Lisboa, ya que es una zona moderna y amplia con numerosas opciones para los pequeños de la casa. Ten en cuenta que si reservas este segundo día del itinerario para ver Belém, no hay problema en añadir algún otro plan, ya que dispondrás de tiempo suficiente.
Ya al caer la noche, puedes subir al tranvía que va de Belén a Cais do Sodré y acercarte al Time Out Market Lisboa, que ya se ha convertido en uno de los mercados gastro más importantes de la ciudad.
Curiosidad: ¿Sabías que la ciudad de Lisboa convocó un concurso para habilitar el mercado, que databa del siglo XIX y estaba en declive, y fue Time Out Market quien ganó? Aquí te esperan 26 restaurantes, 8 bares y varias tiendas con una amplia variedad de ofertas culinarias que van desde lo más portugués a lo internacional.
Otra opción interesante, en vez de ir a Time Out Market, sería acercarte a Pink Street, la calle rosa, una de las más fotografiadas en la capital portuguesa en los últimos tiempos, y vivir la experiencia de visitar Pensao Amor, que aunque puede no gustar a todos los públicos por igual, es muy curiosa.
Alternativa 1
Otra opción es coger el tranvía 15 para volver al centro, bajándote en la parada de Calvário, y acercarte a LX Factory, otro punto de interés que ha cogido mucha fama en los últimos tiempos.
Alternativa 3
Si esto de los paseos en barco por el río te interesa, pero prefieres no cortar el día con uno de ellos, puedes unirte a un crucero al anochecer; lo bueno de que Lisboa viva a orillas del Tajo es que siempre hay opciones para navegar.
El tercer día es perfecto para descubrir los alrededores de Lisboa
¿Qué verás hoy? Los alrededores de Lisboa con una excursión organizada
Si crees que era difícil superar este viaje a Lisboa, espera a que te digamos la cantidad de lugares interesantes que se encuentran en los alrededores de la capital… Y es que, a pesar de estar situado en la costa, son muchos los pueblos y ciudades a los que se puede llegar en muy poco tiempo desde Lisboa. Por eso, un tercer día es perfecto para dejar la ciudad a un lado y salir a conocer el entorno.
Nuestra primera recomendación es visitar el pueblo de Sintra por lo que tiene para descubrir, lo poco que se tarda en llegar y lo cómodo que es, y el día completísimo que ofrece, sobre todo si se combina con otros destinos cercanos en una excursión desde Lisboa. Sintra es una ciudad elegante en la que los castillos y palacios predominan en el paisaje, ofreciendo una panorámica multicolor en la que las torres despuntan entre los árboles. Y es que Sintra es natural.
Allí no te puedes perder el Palacio da Pena, un icono colorido que mezcla estilos arquitectónicos, con una ubicación en lo alto de una colina que ofrece vistas impresionantes. También Quinta da Regaleira debería ser parte del itinerario, famosa por sus jardines llenos de simbolismo, cuyo Pozo Iniciático es un imprescindible.
Tras descubrir uno o varios de sus palacios, recomendamos pasear por el pueblo, que aunque de pequeño tamaño, presume de un encanto inigualable. Allí puedes acercarte al Palacio Nacional y sus jardines, pasear entre callejuelas empedradas, probar la tradicional ginjinha servida en un vasito de chocolate…
Para comer en Sintra, te recomendamos locales como Puro Sabor, Bacalhau na Vila o Tulhas. Además, si buscas un bocado rápido entre monumento y monumento, Sintra sabe a dulce. No puedes dejar la localidad sin probar los travesseiros o las queijadas de Casa Periquita. Para tomar algo, puedes acercarte al bar Fonte da Pipa, y si quieres ir de tardeo, puedes ir a Bar Saloon Cintra o a las 4 Carabelas Sintra.
La costa portugesa es otra escapada de lo más apetecible y muy accesible para hacer una excursión de un día desde Lisboa. Por ejemplo, la ciudad de Cascais está a solo 30 km. de la capital portuguesa, lo que se traduce en unos 40 minutos en coche o tren desde Cais do Sodré.
Una vez en Cascais, te recomendamos perderte por las callejuelas respirando la brisa fresca del Atlántico, visitar Boca do Inferno y darte un capricho al pasar por la famosa y solicitada heladería Santini. Para saborear la ciudad, los mariscos de Mar do Inferno harán las delicias de cualquier paladar.
Una excursión a Cascais no estaría completa, o sería una pena, si no se combinase con Estoril, y es que esta localidad costera se encuentra a solo 5 minutos de la primera. Sabiendo esto, te recomendamos hacer una parada y conocer sus playas en un tranquilo paseo. Aunque es conocido, en parte, por su casino, en seguida te darás cuenta de que es un pueblo tranquilo en el que pasar un rato de paz fuera del bullicio lisboeta.
De la que vuelves a Lisboa, hay una parada recomendable en la que se considera el “Versalles portugués” por su belleza arquitectónica y jardines; es el Palacio de Queluz, que embauca con sus fachadas de color rosa y enamora con sus estancias y jardines. Si organizas este plan en tus cuatro días en Lisboa, deja un rato para acercarte a esta joya histórica que pondrá un toque cultural a tu escapada a Lisboa de 4 días.
Hay otra opción más que recomendable si quieres acercarte a la costa y añadirle un toque espiritual e histórico a tu excursión: acercarte a conocer el Monasterio de Fátima, Óbidos y la ciudad costera de Nazaré.
También hay otros lugares que podrían conocerse en los alrededores de Lisboa y que te detallamos a continuación, aunque si solo dispones de cuatro días en Lisboa y quieres priorizar, las tres primeras combinaciones -Sintra, la costa lisboeta y Fátima y Nazaré- nos parecen las más interesantes, tanto por la oferta monumental como por la cercanía y comodidad.
Évora
130 km separan Lisboa de esta ciudad en el corazón del Alentejo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En ella encontrarás un templo romano, la Capilla de los Huesos y un casco histórico perfectamente conservado. Si le dedicas un día, puedes combinarlo por visitas a bodegas o pequeños pueblos cercanos como Monsaraz (aunque necesitarás coche).
Oporto
La ciudad del Duero requiere una escapada más larga, incluso con una noche de por medio, ya que está a 3 horas de Lisboa. Si decides ir, podrás disfrutar de su Baixa, de un vino de Oporto en sus bodegas o de puentes icónicos como el Dom Luis I. El carácter bohemio de esta ciudad portuguesa bien merece una visita, aunque igual necesitarías añadir 24 o 48 horas a tu ruta por Lisboa de 4 días.
Tomar y Batalha
Ambas ciudades se sitúan al norte de Lisboa, a hora y media en coche, aproximadamente, y suponen una combinación idónea para ver en un día. Tomar es famosa por el Convento de Cristo, una joya de la Orden de los Templarios, y Batalha tiene un monasterio que supone un ejemplo único del gótico portugués.
Desde los paisajes de ensueño de Sintra hasta las olas gigantes de Nazaré, pasando por la historia de Fátima o la majestuosidad de Queluz, el entorno de Lisboa tiene opciones para todos los gustos. Si no sabes qué ver en Lisboa en cuatro días, simplemente escoge una de las opciones y disfruta de los alrededores tanto como lo harás por las calles lisboetas.
Lo normal en una ruta por Lisboa de cuatro días es regresar a pasar la noche a la capital. Aprovechando que este tercer día es muy activo, la mejor forma de cerrarlo es con una cena con espectáculo de fado en Alfama; así podrás vivir una experiencia cultural y tradicional con la que relajarte y disfrutar. Una opción recomendable sería hacerlo en la Tasca do Jaime d’Alfama, en Tasquinha Canto Do Fado o en la Tasa do Chico.
Cuarto y último día en Lisboa: atesorando panorámicas y barrios únicos
¿Qué verás hoy? Barrio Alto, Elevador da Glória, Mouraria, LX Factory, Cristo Rei
En este itinerario por Lisboa de 4 días, puedes utilizar el último día completo para conocer los barrios que aún no has tenido oportunidad de visitar. Uno de ellos es el Barrio Alto.
Comienza la mañana en la Plaza Luís de Camões, un lugar que marca la entrada al Barrio Alto y sirve como un punto de encuentro clave en la ciudad. En la zona, te recomendamos desayunar en la Leitaria Orion. Desde aquí, adéntrate en las callejuelas empedradas de esta zona bohemia conocida por su ambiente artístico y sus pintorescas fachadas. Una de las que no pueden faltar en este cuarto y último día por la ciudad es la Rua da Bica, por donde transita el funicular amarillo entre fachadas que reflejan el alma lisboeta.
Dirígete hacia la Plaza Príncipe Real, un lugar tranquilo rodeado de jardines, boutiques y cafeterías. Aprovecha para pasear por sus alrededores y disfrutar del ambiente relajado. No muy lejos de aquí, toma el Elevador da Glória, un funicular histórico que conecta esta zona con la parte baja de la ciudad.
Al llegar a la cima, encontrarás el Mirador de San Pedro de Alcántara, desde donde podrás contemplar una vista impresionante de Lisboa, con el Castillo de San Jorge dominando el horizonte.
En esta pausa matutina, si te gusta conocer bares únicos cuando viajas, el Pavilhao Chines y la Cervejaria Trindade son opciones muy buenas para tomar algo antes de continuar. Si prefieres ir directamente a comer, el restaurante A Nossa Casa es uno de los mejores del barrio, aunque también son buenas opciones O Barrigas y la Taberna do Bairro Alto.
Alternativa: si la segunda noche preferiste ir a otro sitio en vez de al Time Out Market, este es un buen punto donde almorzar este último día, donde encontrarás una gran variedad de opciones gastronómicas locales.
Por la tarde, puedes ir dando un paseo hasta la Plaza de los Restauradores, con el monumento homónimo esperándote imponente en medio de la explanada. Si lo deseas, puedes adentrarte un poco en la Avenida da Liberdade, una larga calle con una zona peatonal en su centro que bien recuerda a La Rambla barcelonesa y donde encontrarás puestos callejeros, kioskos y bancos, pudiendo pasear a la sombra de sus árboles o sentarte tranquilamente a observar el ritmo lisboeta en esta parte de la ciudad.
Desde allí, toca saltar a otro barrio que se encuentra a unos 10 minutos a pie de la avenida. Dirígete a la Praça Martim Moniz, un espacio multicultural que actúa como entrada a Mouraria o barrio de la Morería. Este, conocido como la cuna del fado, está lleno de encanto y autenticidad. Recorre sus estrechas calles llenas de grafitis y pequeños bares, disfrutando del ambiente único que ofrece esta zona histórica.
Desde Mouraria, sube al Mirador de Graça, un lugar perfecto para admirar Lisboa desde otra perspectiva, especialmente mientras el sol comienza a bajar.
Pon rumbo a LX Factory, un espacio industrial reconvertido en un vibrante centro cultural y artístico, con gran cantidad de exposiciones, talleres, restaurantes y opciones de ocio. Explora sus tiendas, galerías y restaurantes, y no olvides visitar la famosa Librería Ler Devagar, un lugar mágico con estanterías que se elevan hasta el techo y una decoración única.
Desde aquí, cruza hacia la otra orilla del río Tajo para subir en autobús hasta el Santuario Nacional de Cristo Rey, un monumento emblemático inspirado en el Cristo Redentor de Río de Janeiro. Sube al mirador para disfrutar de una vista espectacular de Lisboa iluminándose al caer la noche, con el Ponte 25 de Abril poniendo color a la panorámica.
Puedes coger el autobús 3701, 3702 y 3703, que atraviesa el Tajo por el puente. Si el segundo día de esta ruta de 4 días por Lisboa, tienes tiempo antes o después de ir a Belém, puedes cambiar este plan a ese día, ya que son puntos que combinan a la perfección, y así dejas parte del centro histórico para esta cuarta jornada.
Para finalizar el día, si te encuentras en el entorno del Santuario de Cristo Rei, hay un restaurante muy especial en esta orilla de la ciudad que te regalará una última noche mágica con vistas a Lisboa: Ponto Final, a los pies del Tajo. Eso sí, ten en cuenta que hay que reservar con mucha antelación.
Si prefieres estar más cerca del alojamiento porque tienes que madrugar, o porque quieres cerrar el viaje en el vibrante centro lisboeta, puedes regresar a la ciudad para disfrutar de una cena tranquila en una taberna local o, si te queda energía, aprovechar para dar un último paseo nocturno por las calles iluminadas de Lisboa.
Presupuesto para ver Lisboa en cuatro días
En función de tus gustos y preferencias a la hora de viajar, puedes vivir Lisboa gastando poco dinero o dándote unos cuantos caprichos. ¿Cuánto se gasta en cuatro días en Lisboa? Este presupuesto es orientativo y puede variar según las elecciones personales y la temporada, por eso recomendamos verificar, antes de tu viaje, los precios actualizados y considerar posibles descuentos o promociones disponibles.
Presupuesto para el día 1 en Lisboa
- Desayuno o brunch: 5 - 15€
- Transporte: 8 - 10€
- Entradas a atracciones: 20 - 25€
- Almuerzo: 15 - 30€
- Merienda: 2 - 5€
- Bebidas típicas: 2€
- Rooftop: 5 - 10€
- Tours opcionales: 10 - 30€
- Lisboa Card (24 horas): 22€ (opcional, pero recomendable)
Total estimado: 65 - 140€ por persona
Presupuesto para el segundo día en Lisboa
- Desayuno: 3 - 6€
- Transporte: 3€ (o incluido con la Lisboa Card)
- Entradas a atracciones: 10 - 20€
- Almuerzo: 20 - 110€
- Merienda: 1 - 3€
- Paseo en barco: 20 - 30€
- Cena: 15 - 30€
Total estimado: 94 - 200€ por persona
Presupuesto para el tercer día en Lisboa
En caso de moverte por cuenta propia:
- Alquiler de un vehículo: Puedes encontrarlos a partir de 50€ al día, dependiendo de la agencia y el tipo de vehículo.
- Combustible: El precio promedio de la gasolina en Lisboa es de 6,55€ por litro. Llenar el depósito cuesta entre 78 € y 105 €, dependiendo del tamaño del coche.
- Peajes: Algunas autopistas en Portugal son de peaje. Por ejemplo, la A5 hacia Cascais tiene un costo aproximado de 1,35 € por trayecto.
- Estacionamiento: En zonas turísticas, el estacionamiento puede costar 1-2€ por hora. Es recomendable prever entre 5 y 10 € para estacionar durante el día.
En caso de optar por excursiones organizadas desde Lisboa:
- Excursión a Sintra desde Lisboa: desde 35€
- Excursión a Fátima, Nazaré y Óbidos desde Lisboa: desde 77€
- Excursión a Cascais desde Lisboa: desde 64€
Presupuesto para el cuarto día en Lisboa
- Desayuno: 2,90€
- Elevador da Glória: 3,80€
- Pausa matutina: 5€
- Almuerzo: 20€
- Transporte a LX Factory: 3€
- Transporte al Cristo Rey: 2,70€
- Entrada al mirador: 8€
- Cena: 35-50€
Total estimado: 80€ - 100€ por persona