Plaza del Comercio
Lisboa es mucho de trazos. Tiene una parte, una parte además muy vinculada a la tierra, que está soportada sobre costurones, cicatrices que la ciudad resiente desde el trágico 1 de noviembre de 1755. Es innegable el valor de levantarse de nuevo, y reseñable el valor, ciego e invisible casi siempre ,de hacerlo sobre las propias heridas. El sentido pragmático salvó al país de la mayor devastación sufrida y sobre las ruinas, marcas ya imperecederas, levantaron de nuevo edificios en los que cobijar la vida
Historia de la Plaza del Comercio
La plaza del comercio a la que hoy ponemos rumbo es un buen ejemplo de este tesón por salir adelante y un buen ejemplo de esta herida cerrada pero no curada del todo. La plaza del comercio es capaz de conjugar y de dar verbo a la vida lisboeta del ayer y a la de hoy, es capaz de reunir los pasos de los habitantes antes del terrible terremoto y los que se dieron después del mismo. Uno de los lugares emblemáticos y uno de los lugares a los que acudir en algún momento (y probablemente en muchos) de nuestro viaje a Lisboa. En el recorrido por la Plaza del Comercio conoceremos la historia, veremos viejas heridas y bravas maneras de sobrevivir. Apreciaremos las edificaciones que hoy le dan forma en sustitución de las formas que la cubrieron, disfrutaremos con unos y también con los otros, y podremos ser testigos de uno de los lugares por excelencia de Lisboa.
Empecemos por partes, vayamos a la Plaza del Comercio y, desde allí, pongamos rumbo a su historia...
Para ver hoy la Plaza del Comercio, hay que soñar con el ayer de la Plaza del Comercio, pues ni siempre estuvo ahí, ni siempre fue así, ni siquiera fue siempre plaza. Aquí se situaba el Palacio Real y aquí vivió la familia real desde el siglo XVI y así, de hecho, se conocía a la zona, Plaza del Palacio o Terreiro do Paço. El terremoto encontró a la familia real fuera de Lisboa, pero el Palacio fue devastado. Y precisamente desde aquí se comenzaría de nuevo a levantar la capital. Como veréis, no se levantó ningún palacio. El espacio fue ocupado por numerosos edificios, edificios, por cierto que se pintaron de amarillo al terminar. Pero, en el año 1910 llega a la ciudad la Revolución, Revolución que pone fin a la monarquía y envuelve al país en los aires, los olores y los colores republicanos y se consideró, en este sentido, que el rosa era un color que se adecuaba mejor. Así fue la historia aunque al final el amarillo volviera a los edificios de la plaza.
Fechas históricas de la Plaza del Comercio
La plaza, ya formada por edificios administrativos siguió haciendo y siguió viendo la historia del país y en todo caso de Lisboa:
- En esta plaza fueron asesinados, en 1 de febrero de 1908 el rey Carlos I de Portugal y su hijo y heredero, el príncipe Luis Felipe. Murieron tiroteados en su carruaje, en medio de una multitud atónita y aterrorizada. Manuel dos Reis da Silva Buissa y Alfredo Luis da Costa fueron los asesinos en este albr revolucionario y republicano.
- Aquí se levantaron aquellos que llevaron a cabo la famosa e histórica “revolución de los claveles”. Así que, hacednos un favor, y hagámoselo mucho y muchas veces a la memoria, recordad que aquí, el 25 de abril de 1974, Celeste Martins repartió claveles a los soldados, los claveles iniciaron una revolución y con estos claveles en los fusiles, se hizo caer a la dictadura.
- La Plaza del Comercio es participe cada 31 de diciembre de las celebraciones de la Nochevieja. Aquí se recibe el Nuevo Año, con las esperanzas que cada uno ponga y en medio de fuegos artificiales, conciertos y espectáculos. La bienvenida, como no podía ser de otra manera, a brindis de ginjinha, el licor de dulce de guindas típicamente lisboeta.
Arquitectura de la Plaza del Comercio
Como ya sabemos, había que levantar Lisboa y había que hacerlo casi desde cero. En el caso que nos ocupa del antiguo Palacio de la familia real no quedaba nada por lo que hubo que dar de nuevo forma así que se hizo dándole una forma de U y dejando para ello uno de los lados, el que se abre hacia el Tajo, sin ningún edificio. Así que, de manera lógica los edificios administrativos se fueron ubicando en los tres laterales restantes. El nuevo conjunto fue obra del arquitecto Eugenio dos Santos. Es por esto por lo que hoy, aquí, nos encontramos con las sedes de los ministerios, correos y telégrafos, la Aduana, La Procuraduría General de la República, la Cruz Roja, los servicios de migración...
Pero no solo los edificios de los que hablamos dan forma y configuran la plaza pues son varios los elementos arquitectónicos a destacar y además todos diferentes. Hablamos, en concreto de:
- El Cais das colunas
- La estatua ecuestre del rey Jose I
- El arco de rua Augusta
El Cais das colunas
El lado abierto de la Plaza del Comercio, el que abre al Tajo,se abre a través del llamado Cais das Colunas, el Muelle de las Columnas.
Son dos columnas que se levantan y cuya fecha exacta de construcción no se conoce pese a que se sabe que ya estaban, entre la ciudad y el Tajo, en el siglo XVIII.
El Cais das colunas es puro simbolismo enesta plaza, pues aquí arribaban los comerciantes, aquí llegaban las autoridades que desembarcaban en la ciudad y que eran recibidos de manera solemne por el rey. Era, en definitiva, el primer pie, la puerta hacia la ciudad y hoy atesora aun una gran belleza pues sigue siendo el dueño de una maravillosa visión sobre el majestuoso río. Si sois pacientes y curiosos en vuestra visita a la Plaza del Comercio, esperares a la puesta del sol y entenderéis mejor lo que os decimos...
La estatua ecuestre del rey Jose I
Una de las estatuas más visitadas y también una de las estatuas más conocidas de Lisboa, es la estatua del rey Jose I.
La estatua, hecha en bronce, es obra de Joaquim Machado de Castro. Es una gran estatua, pues se la quiso dotar de un gran simbolismo, 14 metros en concreto y además del monarca también están representadas otras figuras que hacen, a partes iguales, referencia y homenaje a la reconstrucción del país. Junto al rey veremos un caballo pisoteando a los enemigos, figuras con las palmas de la victoria, la escenificación de la Fama...Hay espacio también para el escudo real y para el Marqués de Pombal, figura reconocida y transcendental en el proceso de reconstrucción.
En definitiva, el estatua del rey Jose I es una de las cosas que ver en Lisboa sí o sí.
El arco de rua Augusta
Si imprescindible es nuestro viaje a la Plaza del Comercio, impresionante es la entrada a la misma atravesando el llamado Arco de Rua Augusta. Igual que el conjunto en el que vive, este arco, considerado el auténtico arco del triunfo portugués, se costruyó tras la devacle y la devastación del terremoto, el maremoto y el incendio sin embargo, y esto es un diferencia en cuanto al entorno, no se verían finalizadas las obras hasta el año 1875 porque la primera idea que se levantó no tuvo ninguna aceptación, por lo que la demolieron. Los planos que se siguieron fueron de Veríssimo José da Costa.
En este arco y en las estatuas que lo adornan hay mucho simbolismo, casi no podía ser de otra manera. Las estatuas de la parte inferior son obra de Vitor Bastos y muestran a peronajes importantes en la vida del país: Nuno Alvarez Pereira, el Marqués de Pombal, Viriato o vasco da Gama. En la parte superior de arco, obras de Celestin Anatole Calmels, podremos ver representadas la personificación de la Gloria imponiendo honores al Genio y al Valor.
En este arco hoy hay instalado un mirador desde el que, si las condiciones lo permiten, hay maravillosas vistas. El mirador puede visitarse todos los días de la semana.
Ubicación de la Plaza del Comercio
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Praça do Comércio
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Lisboa
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Cómo llegar a la Plaza del Comercio
- Paradas: Terreiro do Paço, Baixa y Chiado