Barrio Alto en Lisboa

Todos debemos lo que somos a una razón o a una persona concreta, el Barrio Alto en Lisboa también. El Rey Don Manuel I bautizado para la historia como “El Afortunado”, ordenó la edificación de esta parte de la ciudad lusa. Y es que, este rey, vislumbraba un futuro radiante para el país y anhelaba convertirlo en el origen y en el destino de cualquier sueño y de cualquier historia. A esta nueva zona no se le bautizaría como Barrio Alto, si no, como “Vila Nova de Andrade”.

Hoy, el barrio se configura como un bullir de gentes, trabajadores, visitantes, ciudadanos, estudiantes, que en este entramado de calles, no siempre distinguibles, terminan las jornadas cerca de una cerveza, de una conversación, de una algarabía y muy probablemente cerca de una compendio de las tres. Es un Barrio que se ve bajo las luces de las farolas, que se disfruta de pie en las calles. 

Después de toda esta introducción sobre el Barrio, vamos al quid de la cuestión: qué ver en el barrio alto en Lisboa. 

• La Iglesia de San Roque, tan determinante en su momento para la vida del Barrio. Fue la primera iglesia jesuita de todo Portugal y, relativamente, fue uno de los pocos monumentos que resultó ileso en el terremoto. 
• La Basílica de la Estrella o Basílica del Sagrado Corazón de Jesús es un edificio del siglo XVIII que, gracias a sus grandes dimensiones, se puede ver desde casi cualquier punto de Lisboa. 
• La Plaza Luis de Camoes destaca por su estatua al escritor y poeta portugués Luis de Camoes. Además, tiene edificios y cafés inigualables del siglo XVIII.
• La Plaza del Príncipe Real, inconfundible: es la del gran cedro. Esta Plaza es un claro ejemplo de lo que puede suponer una visita al Barrio Alto durante el día, porque por la noche, es otra cosa.
• Rua da Rosa, una de las calles con más encanto del barrio. Conocida como la calle más famosa de Lisboa, se sitúa en el Barrio Alto. En ella podréis entender el verdadero espíritu del que os hablamos y ya de paso, tomaros unas cervezas. 

• El Convento de Carmo o mejor dicho, lo que queda de él, es una buena forma de ver el daño que hizo el terremoto a Lisboa, puesto que ahora, solo quedan sus ruinas. 
• El mirador de San Pedro Alcántara, desde donde ver el barrio de Alfama, el castillo de San Jorge y el río Tajo.
• El mirador de Santa Catalina, desde donde veremos el Museo Nacional de Arte Antigua, el Palacio de San Bento y una vez más, el Tajo. Lisboa es una ciudad con numerosos miradores desde ver las mejores miradores de Lisboa. 
• El Museo de Historia Natural y de la Ciencia abarca colecciones de hace más de 250 años, entre las que destacan las ciencias de la zoología, la antropología, geología y botánica.

Cuando la noche cae veremos que el Barrio Alto en Lisboa no es el mismo. Por la noche aquí se yergue la noche de Lisboa. Entonces el barrio es un lugar de bares. Los bares, como veréis, son pequeños locales con aforo para muy poca gente, pero eso no supone un freno, es más, es parte del encanto. Como albergan tan poca capacidad en su interior, lo que se hace es salir con la consumición a las calles, por lo que los grupos de gente se multiplican, se muestran y además se presentan como una maravillosa ocasión de acercarse a uno de los activos más importantes que hay en Lisboa: sus habitantes. 

El elevador en el Barrio Alto solucionaba un problema grave existente: comunicar la parte alta y baja de Lisboa. Así, era la forma más rápida de llegar de La Baixa al Barrio Alto. Hablamos el pasado porque, actualmente, está cerrado temporalmente. Con el tiempo, no ha sido solo un medio de transporte, sino que se ha convertido en una atracción turística con sus 45 metros de altura. La solución más rápida ahora para acceder al Barrio Alto son los funiculares.