Italia

Guia de viaje de

Roma

Coliseo Romano

Si viajas a Roma hay un sitio en el que te detendrás sí o sí. Porque no hay un punto más destacado de la Ciudad Eterna que el Coliseo Romano. La foto que todos buscan y acaban encontrando, el punto más majestuoso de un destino imperial en el que aún resuenan las voces de quienes desde la grada alentaban a los gladiadores en la arena. Patrimonio de la Humanidad desde 1980, el Coliseo es un monumento mundial de un valor incalculable que tienes que visitar sí o sí. ¡Sigue leyendo para no perderte ningún detalle!

Ven a conocer uno de los lugares más emblemáticos de todo el planeta

Nada más que piensas en Roma, seguro que tu mente y tus ojos se dirigen al Coliseo. Y algo así nos pasó a nosotros a la hora de comenzar a confeccionar nuestra guía. ¿Qué fue lo primero en lo que pensamos? Exacto, en el Coliseo. Porque no hay nada mejor que conocer la historia de la ciudad más poderosa de la historia que en uno de sus mayores tesoros. Este lugar te impactará de tal manera que te será imposible separarte de él. Y te aseguramos que no hay un mejor modo de conocerlo que con la visita guiada Coliseo, Foros Romanos y Palatino. ¡Será el mejor modo de estrenarse en Roma

Historia del Coliseo Romano

El Coliseo Romano llegó a nuestras vidas siendo, nunca mejor dicho, el coloso que aún hoy es. Y fue siempre inmenso por muchos motivos: por haber sido el símbolo de una época gloriosa, por haber sido el espectáculo del mundo, por aglutinar una forma de vivir y una manera de entender la vida. Pero como todo, y como todos, el Coliseo de Roma también tuvo su origen, su sentido y antes de ser nada fue la idea de alguien.

Aunque comenzó llamándose no Coliseo, sino Anfiteatro Flavia (en homenaje y recuerdo a la dinastía Flavia que fue la que lo mandó construir), toma prestado este nombre de Coliseo, con el que habría de ser siempre conocido, por la gran estatua de más de 30 metros que había en sus proximidades y que no era otra que el Coloso de Nerón. De esta estatua ya no queda nada, cayó en el siglo V al tiempo que caía Roma, y su pedestal que resistió hasta el siglo XX, no pudo sobrevivir a la Roma de Benito Mussolini, que lo quitó de sus calles porque, resumiendo, le molestaba.

La construcción del Coliseo Romano la empieza Vespasiano en el año 72 dC y decide que lo va a levantar en el espacio que antes ocupaba el estanque de la residencia de Nerón... si del mismo Nerón de la estatua. El Coliseo es terminado por Tito en el año 80 dC y aquí casi nos atrevemos a decir que comienza su primera gran historia, porque levantar semejante construcción en tan solo nueve años, teniendo en cuenta el momento en que nos encontramos, es ciertamente de leyenda.

Cien días duraron los festejos por su inauguración y los excesos de estos días fueron recogidos por diversos autores durante siglos. El Coliseo Romano fue levantado desde el primer momento para dar cuenta de la gloria y de la magnificencia de Roma, del poder de sus gobernantes, de lo poderoso de su brazo y para el entretenimiento de su pueblo.

El Coliseo de Roma es Patrimonio de la Humanidad desde 1980, ¡cómo no iba a serlo! Y desde el siete de julio de 2007 atesoró el ser, de manera oficial, aunque siempre lo fue, una de las siete maravillas del mundoDescubre todo lo que tiene que ofrecerte 'la cittá' con un tour gratis en español por la capital italiana que tienes a tu disposición.

Qué se celebraba en el Coliseo Romano

Las celebraciones en el Coliseo Romano, si no eran constantes, poco les faltaba para serlo. Cada victoria militar, cada emperador, cada festejo acababan en las gradas del Coliseo. Hecho para albergar a más de 50.000 personas en muchas en muchísimas ocasiones se quedó pequeño, pues la afluencia por parte del pueblo de Roma, desde los más pudientes hasta los últimos escalones de aquella sociedad tan estratificada, fue constante, febril.

La arena del Coliseo de Roma servía para diferentes espectáculos. Aquí se llevaban a cabo las ejecuciones sobre todo las que venían provocadas por motivos religiosos, las persecuciones y el fin de los cristianos en esa arena ha sido fuente inagotable de libros y películas. Cabe decir que cuanto más numerosas eran estas condenas a muerte y más sangrientas se anticipaban, más acudían los romanos a ellas.

De la arena del Coliseo todavía salen las atronadoras voces de quienes estaban en sus gradas

Además de las ejecuciones, el Coliseo Romano abría las puertas para luchas de animales, de animales entre ellos y de animales contra personas. Y aquí cuanto más exóticos fueran los animales de mucha más calidad se consideraba la “representación”. Desde todos los rincones del mundo conocido se trajeron las bestias y los enfrentamientos dieron lugar a cruces de lo más variopinto. La jornada de fiesta, en estas ocasiones estaba servida. Llegaron a celebrarse batallas navales, pero no representadas, recreadas y para ello inundaban, a través de un moderno sistema para aquellos días, la arena.

Pero si algo vive, y pervive aún, en el Coliseo, sin duda son las luchas de los gladiadores. Estos llegaron a ser uno de los bienes más preciados. La historia les dio a estas vidas las formas que más se ajustaban a los guiones de cine sobre todo, acertando a veces y alejándose un poco de la realidad en otras ocasiones. Eso sí, en lo que hay unanimidad es en reclamo que estos hombres suponían en la arena del Coliseo. Sobre ellos se invertía, se apostaba y sus combates enfervorecían a un público que iba dispuesto a dejarse conquistar.

El Coliseo Romano lleva siendo utilizado durante muchísimo tiempo. Cinco siglos presenciaron sus batallas más épicas, llegando hasta una actualidad donde lo turístico se impone al resto de elementos. Es muy difícil calcular las vidas que se perdieron en él, pero eran, sin duda, otras maneras de vivir, otras formas de entender la vida. La magia se encuentra en poder ver estas formas durante la visita. La magia entonces, podemos decir, está en el Coliseo.

Construcción del Coliseo Romano

La tarea de levantar el Coliseo Romano fue de todo menos sencilla. No fue fácil, por un lado, por las técnicas con las que se contaba en el momento y, por otro lado, por las previsiones que había que adoptar para dar cabida a las 50.000 personas a las que había que alojar. Para ellas hubo que disponer no solo las diferentes filas de asientos que componen sus gradas y que aún hoy podemos ver. Para ellas, de la misma manera, se construyeron fuentes de agua potable, letrinas, auténticas innovaciones del momento.

La mano de obra encargada fueron, según data la historia, la mano de más de 60.000 esclavos judíos y si bien es verdad que no se sabe cuál fue el precio de semejante empresa, si sabemos que el dinero necesario para ello salió del saqueo de la ciudad de Jerusalén.

El espacio que ocupa el Coliseo Romano es uno de los más bonitos de la ciudad

La construcción de este emblema de Roma se hizo con las más novedosas e ingeniosas técnicas de ingeniería, arquitectura y cuantas artes hubieran sido precisas. Un ejemplo de esto es la técnica romana de las piezas estandarizadas. Cómo las dificultades en otro sentido se hubieran multiplicado, lo que idearon fue construir las gradas y las escaleras fuera del coliseo, en talleres, y una vez construidas -todas ellas iguales- se llevaron para su montaje definitivo.

En esta misma línea se fue levantando todo el edificio, bajo la dirección de cuatro equipos (más un quinto que servía de apoyo) que trabajaban de manera simultánea aunque independiente. De alguna manera lo que hicieron fue montar un puzzle, cada equipo tenía que dar forma a su pieza y luego todos ellos tenían que hacer que esas piezas encajaran. A la vista está que supieron hacer que las piezas coincidieran.

Si no se escatimó en mano de obra, ni en dinero, ni en técnicas modernas de construcción, tampoco se hizo en materiales. El Coliseo está hecho con mármol travertino (para traerlo hasta aquí desde el Tiber incluso se construyó una calzada), mármol, ladrillos, azulejos y otra innovación: “opus caementicium”, una mezcla de grava, arena, cal y arena.

¡Tenemos la mejor forma de descubrir el Coliseo Romano!

Visita guiada Coliseo Romano

Características y arquitectura del Coliseo Romano

El Coliseo Romano tiene forma de óvalo, es un gran óvalo de 189 metros de largo por 156 metros de ancho y 48 metros de altura.

La arena, ese espacio en el que todo ocurrió, era (o es) más bien un escenario, las ejecuciones, las batallas, las luchas y los espectáculos que os contamos sucedían sobre una plataforma de madera que se cubrió de arena. Este espacio tiene unas dimensiones de 75 por 44 metros. Si hay un elemento que hemos visto hasta la saciedad en el cine y que nos han contado, hasta esa misma saciedad, en los libros, son sus gradas. Ochenta filas de gradas que se ocupaban por riguroso orden de clases:

  • En las filas más cercanas a la arena, los más notables, los senadores, los emperadores y sus familias.
  • Los aristócratas que no estaban en el senado, tras ellos.
  • Los ciudadanos, más adelantados, los ricos y ocupando sitios tras estos, los más pobres, a continuación.
  • Las mujeres pobres tenían reservadas las últimas gradas del espacio.

Desde el exterior es universalmente conocida su fachada. En ella hay cuatro niveles: los tres primeros son ochenta arcos y el cuarto es una pared ciega. Y aún tiene el Coliseo, un elemento importante más, el velario, un techo de lona accionado mediante poleas por los marineros de la flota romana.

En el interior del Coliseo se hicieron las principales actividades de ocio romano

Curiosidades del Coliseo Romano

Gracias a sus años siglos de historia, el Coliseo Romano es un monumento conocido mundialmente y que recibe millones de visitas al año, pero también esconde algunas curiosidades y datos poco sabidos que desde Buendía Tours te vamos a descubrir. 

  • Los asientos del Coliseo Romano significaban jerarquía. Si pertenecías a la sociedad romana alta, como senadores, tu sitio estaba en los niveles inferiores, más cerca de lo que pasaba en la arena. En cambio, mujeres, hombres y esclavos tenían sus asientos en los niveles superiores. 
  • Actores, enterradores y gladiadores retirados no eran bienvenidos en el Coliseo Romano y no podían acudir a los espectáculos allí celebrados. 
  • El tiempo de construcción del Coliseo de Roma, ¡fue de solo 10 años!
  • El Coliseo Romano se construyó por tres razones: como un regalo por parte de la dinastía de los Flavios a los ciudadanos, para el entretenimiento, y para demostrar al mundo el poder de las técnicas de la ingeniería romana.
  • Todo tipo de animales fueron expuestos y asesinados en el Coliseo de Roma: leones, hienas, cocodrilos, cebras, osos, hipopótamos…
  • ¿Qué a los ciudadanos romanos no les gustaba el espectáculo? Pues tiraban frutas desde los asientos al centro del anfiteatro.

Ubicación del Coliseo Romano

Detalles

Cómo llegar al Coliseo Romano

    Metro

    • Parada 'Coliseo'

    Bus

    • Paradas 'Colosseo'; 'Celio Vibenna'; Labicana - Colosseo'