Ara Pacis

El Ara Pacis se encuentra en el interior de uno de los mejores museos de Roma. Es uno de los monumentos que más te impresionarán de toda la ciudad. Podrás entrar a su interior y ver cómo a través del arte se festejó la paz en el Mediterráneo. Esta construcción se levantó entre los años 13 y 9 a.C., después de que el Emperador Augusto saliese de forma triunfal de sus batallas en Hispania y Galia. A través de relieves y figuras, podrás ver a la familia de este emperador festejando sus victorias, además de muchos iconos y momentos que hacen mención a la fundación de Roma.

El altar se encuentra dentro de una estructura cerrada, de mármol y con planta rectangular de aproximadamente 12 metros de ancho y 4 de alto. No está cubierto y tiene dos puertas: una frontal, precedida por una escalinata y que usaría el sacerdote para entrar; y una puerta posterior por donde entrarían los animales sacrificados en honor a la diosa de la paz. En el interior está el altar sobre un pedestal. En relación con los elementos decorativos, son particularmente reseñables los relieves del Ara Pacis, de los que más abajo os daremos más detalles y que representan a la familia de Augusto en procesión. Las alegorías que flanquean las puertas están relacionadas con la fundación de Roma.

Mussolini y el Ara Pacis

En el año 1938, en Italia, se cumplió un aniversario muy especial, el del bimilenario del nacimiento del emperador Augusto. En aquel entonces, el país estaba bajo la dictadura fascista de Benito Mussolini, que decidió celebrar esta fecha tan señalada rescatando el Ara Pacis de entre los cimientos de un palacio renacentista. A su vez, esta operación también era una maniobra propagandística del gobierno del dictador, que vio en este acontecimiento un importante motivo para exaltar la Italia fascista.

La restauración del Ara Pacis fue todo un acontecimiento en la Italia de Mussolini. Una arriesgada misión que recuperó uno de los mayores tesoros de la historia del país transalpino. Los preparativos para llevar a cabo esta misión arrancaron en el año 1933, aunque no fue hasta 1937 cuando comenzaron a ejecutarse bajo la dirección del arqueólogo Giuseppe Moretti y de una empresa milanesa de ingenieros.

A lo largo de este majestuoso monumento podemos observar cómo los personajes se dirigen los unos a los otros en una actitud amistosa y relajada. En el primer plano se ubican algunos de los personajes más importantes de la historia del imperio para mostrar su jerarquía. Una bellísima expresión del arte popular y cristiano de la época en la que se da también una proporción perfecta a los objetos y las figuras. Es decir, los que se encuentran más cerca de quien lo ve, son más grandes. 

Si viajas a Roma, este es uno de los monumentos más importantes que te encontrarás a lo largo de sus calles. La Antigua Roma en su máximo esplendor se encuentra en este museo, por lo que no puedes perderte el entrar a su interior. Comprenderás el significado de todo y también te enterarás del modo en el que fue descubierta en el siglo XX y puesta en valor a ojos de los italianos y el resto del planeta. Además de esto, en el complejo en el que se encuentra, también se pueden ver otras exposiciones temporales que son el complemento perfecto al Ara Pacis.