Castillo de Sant'Angelo

Como te venimos contando, la construcción del Castillo de Sant'Angello arrancó en el 135 d.C. por orden del Emperador Adriano. Fue él quien encargó a Demetriano que levantase un mausoleo para él y toda su familia. Las obras se extendieron durante cuatro años. Pese a la idea que se tuvo en sus orígenes, la fortaleza no tardó en verse como un edificio ideal para la defensa de la ciudad por su ubicación y estructura. Debido a ello, en el siglo V se construyó la Muralla Aureliana a su alrededor. 

A partir de este momento, diferentes acontecimientos, estilos y deseos fueron amoldando el Castillo de Sant'Angello hasta dejar la construcción que se puede ver en la actualidad. De hecho, San Miguel Arcángel, que es quien corona la estructura, fue añadido a finales del siglo VI. Esto se debe a una visión que tuvo el papa Gregorio I. Eran unos años complicados para Roma debido a la epidemia de peste que estaba asolando la ciudad. El papa tuvo una visión en la que San Miguel Arcángel acababa con la misma, y fue lo que dio origen a que este Arcángel coronase el Castillo.

Después de pasar por las manos de varias familias y hombres de poder, el siguiente gran acontecimiento se produjo en el siglo XIII. Su cercanía a la Ciudad de El Vaticano favoreció la construcción de un corredor o pasarela que conectase el Castillo de Sant'Angello con el punto más sagrado del cristianismo. 800 metros que el Papa utilizaría para escapar en caso de verse en peligro. De hecho, durante el asedio a Roma del siglo XVI, Clemente VII se refugió aquí. Este lugar, conocido como Passetto, mide 800 metros.

Ya en la época moderna, tras la reunificación italiana, el Castillo fue empleado como prisión antes de convertirse en museo a principios del siglo XX. De hecho, en la actualidad, aún se pueden ver muchos detalles de lo que fue el paso militar por la fortificación. Descubre la fascinante historia de este castillo mientras te maravillas con las impresionantes vistas desde su terraza.