Qué comer en Praga
Si queréis aprovechar al máximo vuestra visita a Praga, una de las primeras cosas que tenemos que hacer es disfrutar (todas las veces que podamos) de su gastronomía.
La cocina de la República Checa se ha visto enriquecida a lo largo de su historia por la gastronomía del sudeste de Alemania y de Austria, y eso dio como resultado una variedad de platos que no van a dejar indiferente a nada.
Estos son algunos de los platos típicos de Praga que debemos probar. Claro que, la mejor opción, es que los probéis todos.
Comida típica de Praga
¿Qué podemos comer en Praga? Esa es la pregunta que nos hacemos, y en la que pensamos, incluso antes de salir de casa. Desde sus famosas sopas, hasta sus muchas recetas de carne, pasando por su imprescindible queso o su inconfundible goulash, comer en Praga es uno de os muchos placeres que la capital checa nos ofrece.
Muchas de las recetas son importadas y con el tiempo ya forman parte del recetario propio. Otras se pensaron desde antiguo para combatir el frío y recuperar energía. Todas ellas tienen algo del país y son, además, una auténtica delicia. Si queréis saber qué hay que comer en Praga, os dejamos algunas ideas:
Sopas de Praga
La Ceská Bramborová, considerada la sopa nacional. Es una sopa 100% vegetal hecha con patatas, champiñones y zanahorias. La Zelnacka, cuyos ingredientes principales son la col y la panceta. La Drstkova, hecha a base de callos.
Goulash
Se sirve en el interior de un bollo de pan de hogaza, a modo de cuenco. Hecho de ternera, también lo hay de pollo o cerdo, y un guisado de pimientos. En la rústica taberna Mlejnice, encontrarás el que está considerado como el mejor goulash de Praga.
Knedlíky
Son albóndigas tradicionales que utilizan una masa similar a la del pan. Se hierven y cortan en rodajas, y se sirven con una variedad de platos tradicionales checos. La receta lleva pan duro, harina, leche, huevos y levadura.
Smažený sýr
Se traduce como asado de cerdo con albóndigas de pan y chucrut. El cerdo se asa en el horno con cebollas picadas y la grasa del asado se reduce a una salsa que se sirve con el plato. El chucrut se guisa o sirve solo.
Vepřo Knedlo Zelo
Se traduce como asado de cerdo con albóndigas de pan y chucrut. El cerdo se asa en el horno con cebollas picadas y la grasa del asado se reduce a una salsa que se sirve con el plato. El chucrut se guisa o sirve solo.
Svíčková
Solomillo condimentado con una salsa de verduras, nata y mermelada de arándanos. Se sirve también con knedlíky para que no dejaros nada en el plato. El del Local Dlouhááá, pasa por ser el mejor de la ciudad.
Steak tartar
Plato a base de carne cruda, es el mejor acompañamiento para las cervezas locales. En Praga se sirve con pan frito y dientes de ajo, debéis frotar el ajo con las rebanadas de pan, para disfrutar del contraste de sabores y texturas.
Kapr
La carpa es el pescado más consumido de la República Checa. Tradicionalmente en Nochebuena se practicaba ayuno de carne, y el plato principal era escalope de Carpa con ensaladilla, lo que lo ha convertido en uno de los platos más consumidos de Praga.
Knuckle o Codillo
Este plato tiene como ingrediente principal el codillo de cerdo. Se presenta con un exterior crujiente, pero su interior se deshace en la boca. Si os atrevéis con el famoso codillo, el Knuckle del Krusovicka Salanda, es el favorito.
Bramboráky
Son unas tortitas fritas hechas a base de patata. Para darles sabor suelen ir condimentadas con pimienta negra, mejorana y ajo. Son conocidas también como Brambora, cuya traducción del checo es patata.
Štrůd o Strudel
Generalmente dulce, también tiene versiones saladas muy populares. Son varias capas de masa delgada cubierta con relleno y enrollada en forma de tronco. El strudel de manzana es el más común.
Medovník
Es el pastel típico que acompaña a la mayoría de cafés en la República Checa. Se trata de un dulce de miel en capas relleno con crema de caramelo. Se decora simplemente con migas de masa triturada con nueces molidas.
Trdelnik
Es una masa de harina que se enrolla en unos palos y se asa a la brasa. Suelen comerse solos o rellenos de chocolate o nata, pero es verdad que en los numerosos puestos en los que se vende, hay infinidad de variedades.