Casa Municipal de Praga

Historia de la Casa Municipal de Praga

Aunque la Casa Municipal de Praga es un edificio relativamente moderno, su emplazamiento se ocupa desde antiguo, desde mucho antes de que nadie pudiera imaginar un lugar como este. Antes de la Casa Municipal, otros edificios ocuparon su sitio y es por ahí, precisamente por ahí, por donde vamos a empezar a contar la historia de la Casa Municipal.

Fue un sitio realmente importante en la ciudad de Praga. Todos los ojos, durante un tiempo, se posaron en él, porque allí estaba, en torno al año 1383, la Corte Real, allí estaba, en un tiempo, la vivienda provisional del rey Segismundo. Lamentablemente (o no) el brillo de esta corte se apagó pronto, la familia se trasladó y con los años el edificio pasó a manos del cardenal Arnost Vojtech Harrach y allí se llevó al arzobispado. Pero la iglesia tampoco se asentaría aquí de manera definitiva y el siguiente en ocupar el edificio, fue el ejército. Llegaba el tiempo del cuartel de la Corte Real, que se instala hasta el año 1869. Tras el paso militar, las instalaciones se reservan para la práctica de los cadetes del ejército.

Si nos fijamos el edificio, que empezó siendo en Praga la vivienda de la familia real, llevaba siglos en uso y eso, al menos en la práctica, conlleva un inevitable desgaste. Los cadetes fueron realmente los últimos en utilizar este edifico porque en el siglo XIX el Ayuntamiento de la ciudad comienza una importante labor de saneamiento y para ello se decide demoler el edificio. Era el fin de uno de los edificios más emblemáticos de Praga, pero, a cambio, llegaba el principio de uno de los edificios más sorprendentes de Praga. Ambos edificios, separados por el tiempo y por las circunstancias, iban a tener algo en común: por unas causas o por las otras, ambos fueron (y aún son) edificios simbólicos en la Ciudad Dorada.

La Casa Municipal de Praga

La Casa Municipal de Praga empezó a construirse en el año 1902, o, al menos, comenzó a aprobarse su realización. Las obras llegan en el año 1905 y sus responsables son Frantisek Schlaffer y Josef Sebek. El fin de los trabajos llega en el año 1911.

La casa Municipal de Praga, poco o nada tiene que ver con la Praga que la rodea. Lo que aquí se construyó fue un ejemplo de Art Nouveau, y eso no puede estar más alejado del medievo que habita en la ciudad. Fue y es un magnífico ejemplo de arte modernista, por lo que, cuando estéis frente a él, hacedlo con el convencimiento de estar ante algo único en la ciudad.

Hablando del edificio, lo que más nos va a llamar la atención, es su fachada. La fachada de la Casa Municipal, es una de las fachadas más bonitas de Praga. Aunque es claramente Art Nouveau, en esta fachada pueden verse elementos neo renacentistas, neo barrocos y hasta barrocos. ¿Cómo no iba a ser esta fachada imponente? En ella, a fin de cuentas, trabajaron algunos de los artistas más cotizados y reconocidos del momento: Ladislav Salom, que hizo las estatuas “Humillación de la Nación” y “Resurrección de la Nación”, Karel Novak, Josef Pekarek, Gustav Zoula, Cenek Vosmik…

Y ya que estamos en la Casa Municipal y, puesto que nos hemos detenido ante su fachada, quisiéramos llamar la atención sobre el mosaico semicircular que la adorna, la llamada “Apoteosis de Praga”, obra de Karel Spilar.

Si os fijáis un poco más allá, veréis un rótulo que contiene palabras atribuidas a Svatopluk Cech, un escritor y poeta checo. Dejad que os las traduzcamos: ¡Salud, Praga! ¡Resiste a la furia del tiempo como has resistido a todas las tentaciones!

Una vez en la casa Municipal de Praga, una vez admirado el hermoso edificio y una vez vencida la incredulidad de este edificio “moderno” en la Praga más medieval; se abre para los más curiosos y para los amantes de estos edificios, la posibilidad de entrar en su interior, recorrer sus espacios y ver, en primera persona, que tiene que enseñar esta pequeña joya de Art Nouveau.

Si preguntáis, ¿qué ver en la Casa Municipal de Praga? A cualquier praguense, lo más probable es que os responda que lo más conocido (y también reconocido) es su sala de conciertos Smetana y su rincón más agradable (y también recomendable) es su café. Ambas afirmaciones son, evidentemente, ciertas.

Antes de contar un poco sobre ambos, sabed que estos dos espacios no son los únicos, y que para un recorrido por sus pasillos y salas, la propia Casa Municipal ofrece la posibilidad de hacer visitas guiadas en español por Praga.

La Sala Smetana

Imponente. Su brillo, su empaque, su presencia en la Casa Municipal, y su manera de recibirnos. Imponente todo ello e imponente toda ella. Es posible que una de las mejores experiencias que ofrece la ciudad sea disfrutar de una de las composiciones atemporales e inmortales de la música clásica en esta sala. Si estáis interesados y si os gusta la música clásica y los lugares hechos para la música, si en vuestra visita a Praga veis factible la posibilidad… no dejéis de hacerlo. 

En cuanto entréis empezaréis a maravillaros: el techo obra de Frantisek Zenisek, el estucado de Karel Novak, su órgano, uno de los más grandes órganos de concierto de Europa… todo aquí está pensado para el deleite, para hacer sonar alto la música, para empujar lejos los sueños…

Café de la Casa Municipal de Praga

En nuestros días de vacaciones, tampoco todo es recorrer, visitar, pasear y organizar, ¿no?. En nuestros días, en Praga, deberíamos sacar algo de tiempo para no hacer nada, que puede llegar a ser hacer de todo. Tiempo para ninguna caminata, lo que no quiere decir que no vayamos a ir a ninguna parte. ¿Qué nos decís de la maravilla de disfrutar de un café, una comida o una cena en un bonito sitio? En un lugar precioso… Si sois de nuestra misma opinión, no os podéis perder la cafetería de la Casa Municipal, una de las cafeterías más hermosas de Praga. No hay pérdida, pues la cafetería está alojada en uno de los laterales de la Casa Municipal y ya su terraza nos da cumplida información del lujo de sentarse a disfrutar de un momento en su compañía.

En el café de la Casa Municipal, se puede disfrutar de un café, de un apetitoso trozo de tarta (su selección de tartas es más apetecible aún), pero también de una comida rápida o de una más opípara, en este caso el límite solo lo ponéis vosotros.

¡Ah!, para ahorraros algo de trabajo y evitaros despistes, dejad que os demos su nombre en la lengua de la ciudad: Karárna Obecní dum.