Callejón del Oro
A la sombra de la Catedral, detrás de San Jorge y un poco escondido, descubrimos un callejón que conduce a lo largo de la muralla del Castillo de Praga desde la Edad Media. ¿Vienes a descubrirlo?
Praga es una pequeña ciudad que, pese a los avatares vividos, conserva una esencia, congelada en el tiempo, que el viajero descubre y disfruta desde que decide hacer la primera visita a Praga. Uno de los alicientes del viaje, y visita imprescindible de Praga, es su Castillo.
El Callejón del Oro de Praga, es posiblemente la calle más bella de Praga, hogar de alquimistas, caballeros, orfebres y escritores.
Historia del Callejón del Oro de Praga
En 1597, el rey Rodolfo II de Habsburgo, curioso, políglota y gran mecenas de las artes y las ciencias, dio la orden de construir entre los huecos que había en los arcos de la muralla del castillo; las residencias de los veinticuatro guardias y artilleros que se encargaban de custodiar el castillo, debido a la destrucción por un incendio de los barracones de madera en los que vivían. El emplazamiento de estas casas se debió probablemente a la falta de espacio en las zonas alrededor del Castillo de Praga o tal vez, al descontento de la abadesa del Convento de San Jorge, que se quejaba del comportamiento de estos hombres.
El Callejón del Oro de Praga le debe su nombre a los orfebres, que un siglo después de ser construidas, ocuparon las casas, habitando en ellas varios siglos. Se le conoce también como “la calle de los alquimistas” debido a una leyenda que cuenta que en ella residían los alquimistas que intentaron transformar el hierro en oro en sus alambiques para el rey Rodolfo II y producir la piedra filosofal y el elixir de la vida.
En el siglo XIX el Callejón del Oro pierde parte de su encanto y empieza a ser visitada y poblada por personas marginales, mendigos y delincuentes de Praga.
Habitantes del Callejón del Oro de Praga
A principios del siglo XX, el Callejón del Oro de Praga se convierte en lugar de residencia de escritores bohemios que quieren vivir en una de las calles con más historia de Praga. Dos de los más famosos fueron el poeta y Premio Nobel Jaroslav Seifert y Franz Kafka.
En 1916, el escritor Franz Kafka se trasladó al Callejón del Oro junto con su hermana Ottla, concretamente al número 22. Su estancia fue de apenas un año y fue allí donde escribió el relato “Un médico rural”. En esta, la más reconocida de las casitas del callejón, se ha instalado una librería para honrar a su más destacado residente, el Dr. Franz Kafka, escritor judío alemán y abogado de seguros, que cuando vivió allí contaba 33 años.
Visita al Callejón del Oro de Praga
A mediados del siglo XX se desaloja a los pocos inquilinos que lo habitaban para restaurarlo casi completamente, e intentar que regresara a su estado original. En mayo de 2010, comenzó la gran labor de restauración. Esto permitió que en la actualidad estas “casitas” sean una pequeña exposición dedicada a su historia, a la historia del callejón del Oro, desde 1600 a 1956. Todo ello recreado en unas pequeñas y coquetas casas y tiendas, que han hecho que este rincón de la ciudad se haya convertido en uno de los lugares más visitados de la capital de la República Checa.
En total son 16 las casas que se reparten en el Corto Callejón del Oro. Siete de ellas son tiendas de recuerdos, y el resto se han recuperado con una idea más expositiva, para ser visitadas. En ellas se evoca cómo era antaño una cantina, un taller de artesanos, una farmacia o la casa de un militar. Entre las tiendas de souvenirs las hay de marionetas, de armaduras y armas medievales… En la tienda de armas se puede disparar una ballesta y llevarse la diana de recuerdo. También hay una recreación de una mazmorra y un espacio dedicado a instrumentos de tortura, uno de los sitios más buscado por los turistas.
El Callejón del Oro también tiene un mirador con vistas increíbles de Praga, viendo lugares como el barrio de Mala Strana o el puente Carlos.
Praga, una de las tres ciudades imperiales, tiene muchas cosas para disfrutar, pero ir a conocer el Callejón del Oro es una de las cosas que hay que hacer en Praga.
Visitar el Callejón del Oro de Praga confirma que Praga es realmente una ciudad de cuento de hadas.
Ubicación del Callejón del Oro de Praga
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Zlatá ulička u Daliborky
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Pražský hrad Hrad III
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Cómo llegar al Callejón de Oro
- Parada: Prazsky Hrad