Praga

En caso de no querer moverte bajo tierra y preferir ir por carretera, el autobús es la mejor opción sin ninguna duda. Y también la más barata. Tanto en Praga como en los pueblos de sus alrededores, las líneas que abastecen la ciudad funcionan las 24 horas del día, siendo las frecuencias algo más largas por la noche. Debes saber también que el transporte público de Praga funciona con billetes que se pueden utilizar en diferentes medios, y que las máquinas que los expiden aceptan monedas y no billetes.

Siguiendo con el transporte para moverse por la ciudad, nos quedan por mencionar las privadas. La primera, y que no te hará depender de nadie ni esperar un solo segundo es la de alquilarte un coche. De este modo recorrerás lo que quieras de la República Checa y cuando tú quieras. También hay que decir que te tocará rascarte el bolsillo. Al margen de esto, tienes los taxis y los uber. En el caso de los taxis, estate muy atento a que ponen el taxímetro, por lo que pueda llegar a pasar.

Aeropuerto

Hay mucho que hablar acerca de lo que debes hacer antes del viaje y durante los primeros minutos que estés en la capital de la República Checa. Lo primero que debes saber es que, al tratarse de un país de la Unión Europea, no necesitarás visado. En caso de viajar desde otro estado que no pertenezca a la Unión, lo mejor es que te informes en la embajada para conocer todos los requisitos que se piden. En caso de ir desde España, sí necesitarás que tu pasaporte tenga una fecha de expiración de un mínimo de 6 meses. 

Otro de los puntos importantes previo al viajes es que te saques un seguro que te cubra cualquier imprevisto que pueda surgir. Puede que ahora mismo estés pensando en la tarjeta de salud universal europea, pero desde ya te decimos que lo mejor es viajar asegurado. En el resto del continente, la sanidad no es nada barata, así que procura tenerlo todo bien atado en este sentido para evitar imprevistos que puedan convertir este mágico viaje en una experiencia que no quieras recordar.

Tampoco te puedes olvidar de mirar todo lo relativo al dinero, aunque de eso ya nos ocuparemos más adelante. Ahora vamos a hablarte de los primeros instantes en los que pisarás el suelo de Praga. Llegas al aeropuerto, y entre tanta gente, lo que estarás deseando es irte a tu alojamiento, dejar las maletas y ponerte a caminar por la ciudad para conocer todos sus monumentos. 

Pero antes de llegar a este momento, irremediablemente, hay que saber cómo ir al centro de la ciudad. Desde el Aeropuerto de Praga tienes 4 opciones para llegar al corazón de este destino. La más rápida y cómoda será la de contratar un traslado o acudir a un transporte privado. Eso sí, ten en cuenta que esta es también la opción más cara, o al menos algo más que el uso del transporte público. Los taxis o el uber son opciones muy buenas si vas con mucha prisa, aunque menos económicas que el transporte público.

Precisamente, si tu idea es la de escoger el transporte público, el Bus Airport Express te llevará en un abrir y cerrar de ojos al centro de Praga. Una opción rápida y también económica, ya que los billetes son bastante asequibles. Otra de las opciones es coger el bus 100, que te dejará cerca de la línea amarilla de metro, que será la que te lleve hasta la ciudad. Por último, también está la opción del bus 119, que te llevará hasta la línea verde del metro. 

Y un último apunte antes de finalizar este punto. Tanto a la llegada como a la hora de marchar, en el Aeropuerto de Praga te tocará pasar diversos controles de seguridad, por lo que te recomendamos que llegues con el suficiente tiempo de antelación para no ir muy justo. Eso sí, estate tranquilo porque los controles y la revisión de la documentación no se hacen tan pesados como en otros destinos de fuera de Europa.

Alojamiento

Como siempre os decimos, un viaje a cualquier ciudad, sobre todo si es en el extranjero, lleva unas semanas de preparación. Entre otras cosas, para que el alojamiento quede cerrado según la opción que mejor os convenga. Y para ello, vamos a tratar de darte una serie de consejos acerca de cuáles son las mejores zonas para quedarse en la capital de la República Checa. Todo dependerá, evidentemente, de tus planes y lo que quieras gastar.

Está claro que Staré Mesto, el caso histórico que se encuentra en la zona vieja, es uno de los mejores puntos en los que alojarse. Los precios son más elevados que en el resto de la ciudad por la importancia que tiene este espacio, en el que se encuentran la mayor parte de los iconos de Praga. Eso sí, es tan alta la oferta de alojamientos, que muchas veces la competencia entre unos y otros sitios hace que aparezcan ofertas muy jugosas, sobre todo fuera de la temporada alta.

Otro de los sitios que no te puedes perder es Josefov, en pleno barrio judío. El ambiente es agradable y tranquilo, y es el lugar perfecto para conocer cómo era la vida de esta comunidad desde los inicios de su asentamiento en Praga y hasta la actualidad, pasando por la oscura época de la Segunda Guerra Mundial. Los precios son también algo más elevados que en otras zonas, ya que es un barrio, por lo general, muy exclusivo. Pese a ello, la relación calidad-precio es muy buena.

La llamada ciudad nueva o Nové Mesto es otro de los puntos a tener en cuenta cuando busques alojamiento. Una zona muy barata, sobre todo cerca de la Plaza Wenceslao. Además, es un sitio muy animado que tiene un gran ambiente por las noches, por lo que mejor imposible para los que queráis conocer la vida nocturna de la ciudad. También hay que mencionar Malá Strana, que se encuentra cruzando el Puente de Carlos. Un barrio tranquilo a mitad de camino entre el Castillo de Praga y el centro histórico, y con muy buenos precios.

Tiempo

Al encontrarse en pleno centro de Europa, el clima en Praga es el continental. De este modo, la temperatura media a lo largo del año se mueve entre los ocho y nueve grados centígrados. Los inviernos suelen ser fríos, aunque no llegan a temperaturas extremas. Los meses de primavera suelen ser también frescas, llegando el calor conforme nos vamos aproximando a los meses de verano. 

Es precisamente en la época estival cuando se alcanzan las temperaturas más elevadas, que rondan los 18 grados centígrados de media, aunque puedes encontrarte con días que alcancen los 25ºC. Por último, los meses de otoño tienen un clima agradable y son bastante secos. 

Por tanto, salvo en verano, te recomendamos llevar algo de ropa de abrigo. Si acudes en julio o agosto, ten claro que las temperaturas van a ser calurosas. En cuanto a las precipitaciones, suelen ser más abundantes en los meses de primavera y verano, donde el clima es algo más húmedo

Horarios comerciales

El horario comercial de Praga suele ser el mismo que en el resto de países del centro de Europa. La mayor parte de las tiendas de la capital de la República Checa suelen abrir de lunes a viernes entre las 09:00 y las 18:00. Además, los sábados se pueden encontrar negocios comerciales abiertos entre las 09:00 y las 12:00. El domingo es el día en el que cierran los comercios. 

Precios

¿Qué hacer con el dinero? ¿Traerlo desde el país de origen, usar alguna tarjeta en especial, cambiarlo en el aeropuerto a la hora de llegar? Son preguntas y dudas más que razonables cuando viajas a lugares en los que el Euro no es la moneda oficial. Y hay que recordar que en Praga, la moneda que se utiliza es la corona checa. Un euro equivale a 26 coronas checas, para que puedas ir poniéndote en situación.

Lo mejor para estos casos, y lo que siempre os recomendamos, es que os hagáis con laguna de las tarjetas que permiten sacar dinero sin pagar ningún tipo de comisiones. Una de las más conocidas es la tarjeta N26. Las tienes de varios tipos: la N26 Estándar, la N26 You, la N26, la N26 Smart y la N26 Metal. Como siempre te solemos decir en estos casos, la mejor opción es hacerse con la N26 Estándar. Se pagan 10€ por el envío a casa y, a partir de entonces, no tendrás ningún gasto adicional más. 

La tarjeta N26 suelen expedirla casi todos los bancos de forma gratuita. Podrás meter el dinero que quieras en ella, y si al volver del viaje aún cuentas con efectivo, este puede ser trasladado de nuevo a tu cuenta personal sin ningún tipo de problema. Al margen de esta, otras tarjetas recomendables a la hora de viajar son Rebellion, Revolut o la tarjeta Vivid. Todas son gratis y todas te permiten ahorrar bastante dinero en lo referente a las comisiones.

En este sentido, la buena noticia de Praga es que en la práctica mayoría de los lugares vas a poder pagar con tarjeta. De hecho, te recomendaríamos que siempre lo hagas, ya que esto evitaría el sacar dinero en algún cajero y tener que pagar algún tipo de comisión. Sí que es cierto que multitud de tiendas o restaurantes alejados de la zona turística por excelencia solo admiten efectivo. Por ello, antes de decidir cualquier cosa es importante que preguntes cuáles son los métodos de pago que tienen disponibles.

Una vez conozcas todo esto, que es importante que lo dejes resuelto antes del viaje, tenemos que decirte que Praga es mucho más barata que otras grandes ciudades europeas. Por ejemplo, el billete de transporte suele rondar las 30 coronas (1,20€), mientras que productos estrella de la ciudad como la cerveza, son muy baratos comparados, por ejemplo, con España. De hecho, medio litro cuesta 35 coronas (1,40€). 

También debes saber que las propinas son habituales en los restaurantes. De hecho, la tradición señala que se suele dejar un 10% de propina sobre el importe total. Eso sí, a diferencia de otros destinos, hay dos formas para dejar la propina. Una es encima de la mesa, la menos habitual aunque parezca lo contrario. Eso sí, nadie te dirá nada. Lo más común es dársela directamente al camarero, decidiendo en ese momento lo que queréis darle.

Consejos para viajar a Praga

Praga es una ciudad muy segura, pero ojo con el rastro de los timadores que quieren aprovecharse de los turistas, que siempre campan por las calles de la ciudad. Es muy importante que, aunque pueda parecerte una obviedad, no cambies dinero en la calle bajo ningún concepto. Muchos aprovechan este hecho y te hacen creer que te dan más dinero del que tú les has dado. Lo que hacen en realidad es darte dinero de otros países del este que no tiene valor.

En este sentido, no cambies tampoco dinero ni en el aeropuerto ni en ninguna estación de bus, ya que de lo contrario puedes llevarte alguna sorpresa muy desagradable. Para comer, mucho mejor hacerlo en alguna de las calles periféricas que en el centro de la ciudad, puesto que son mucho más económicos. A la hora de moverte, como te hemos dicho, utiliza el transporte público y valida los tickets una sola vez y al entrar. 

En cuanto a las visitas turísticas, sabemos que una de las que no vas a perdonar es la del Castillo de Praga porque es impresionante. Cuando subas, dirígete a la puerta este, ya que es en la que menos cola esperarás para entrar. ¿Parte negativa de esto? Que te tocará subir más escaleras que por el otro lado. Eso sí, si quieres aprovechar más el tiempo acaba mereciendo la pena porque en los otros sitios hay momentos que las colas parecen interminables.

En el año 1992, el casco histórico de Praga fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Un año después, en 1993, Praga vio cómo la división de Checoslovaquia favorecía la creación de dos países diferentes: la República Checa, de la que siguió siendo capital, y Eslovaquia. 

La llegada del nuevo siglo arrancó con un acontecimiento histórico dentro de Praga. Unas 15.000 personas se manifestaron en la Cumbre del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial contra la globalización y el capitalismo. Hoy en día, Praga es una de las ciudades más importantes del mundo en lo referente al turismo. Miles de personas se quedan asombradas cada año por la belleza de sus calles y la importancia patrimonial de una localidad legendaria.