Iglesia de Nuestra Señora Týn

Historia de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn

La Iglesia de Nuestra Señora de Týn, es una de las más representativas y más queridas de la ciudad de Praga y cuando os contemos su historia entenderéis por qué. ¡Ah! Después de su historia seguro que querréis conocerla, pero ese es un riesgo que desde Buendía estamos dispuestos a asumir.

No siempre estuvo en la Ciudad Vieja de Praga y, desde que lo estuvo, no siempre fue la iglesia que hoy vemos.

Si vamos dando pasos para atrás, y recorremos el tiempo a la inversa, llegaremos a una iglesia mucho más pequeña que la Iglesia de Nuestra Señora de Týn. En el siglo XI, que es el siglo al que acabamos de llegar, esta construcción era más conocida por ser un hospital que por ser una iglesia. Al levantarse la iglesia en un mercado, los principales pacientes que tenía eran los mercaderes que estaban de paso en la ciudad. Recibía por entonces el nombre de Unglet. Desde esta pequeña construcción pasamos, en el siglo XIII, a un santuario cisterciense. Pero no se iba a quedar aquí esta construcción.

La Iglesia de Nuestra Señora de Týn tal y como la conocemos hoy, empezó a construirse en el siglo XIV. Es una construcción que responde a la intención de la clase burguesa y adinerada de la ciudad de conseguir un templo que compitiera en importancia con la mismísima Catedral de San Vito.

Hay un aspecto tan importante en esta iglesia como la historia de la misma y es su papel en la historia, y sabemos que estas son las cosas que a veces todos dejamos pasar por alto en nuestras visitas. ¿Qué ocurrió con la Iglesia de Nuestra Señora de Týn a lo largo de la historia?. Pues ocurrió que fue un transitar acompañado los devenires políticos y sociales y religiosos del país. Así comenzó siendo católica, en 1419 pasó a manos de los protestantes y finalmente volvió a las manos católicas de sus principios, paso que se da tras la derrota de aquellos en la Batalla Blanca.

Arquitectura de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn

En Buendía Tours, sabemos que la arquitectura es un campo complejo y maravilloso, técnico y hermoso al mismo tiempo y por eso de “zapatero a tus zapatos” solo pretendemos dar unos pequeños datos generales que, pensamos, puedan seros de interés para vuestra visita.

La Iglesia de Nuestra Señora de Týn es una iglesia gótica y una de las obras más representativas de este estilo en la ciudad. Sus artífices fueron dos arquitectos de renombre en el país: Matías de Arras y Peter Parler. Peter Parler, por cierto, fue el autor del Puente de Carlos y de la Catedral de San Vito, viejo amigo de Praga...

Es una iglesia de dimensiones grandes: 52 metros de largo por 28 de ancho y 44 de alto. Cuando los arquitectos empezaron los trabajos decidieron que esta iba a ser una iglesia de tres naves y dos torres.

Hay dos elementos a destacar (con toda seguridad habrá más, muchos más, pero estos quizá sean los más evidentes): la fachada y sus dos torres.

Hablando de su fachada, podemos conectar con uno de los aspectos más curiosos de este templo. La fachada aparece “tapada” por edificios que parecen encerrarla. No hay muchas iglesias que parezcan construidas en un patio, pero en este caso se puede explicar por qué la fecha de construcción de la iglesia es posterior a la de estas casas. Y, además, cuando las obras de construcción empezaron, nadie podía pensar que iba a alcanzar la importancia que terminó adquiriendo. De aquí, precisamente de aquí, viene su nombre, pues “tyn” significa encajado. Si seguimos observando la fachada podemos encontrar una estatua de la Virgen María que antes de ser de la Virgen era del rey Jorge de Podebrady.

El exterior de la iglesia nos permite también encontrarnos con alguna que otra curiosidad, como por ejemplo la que se nos muestra en la pared sur. ¿Qué tenemos que buscar aquí? Pues una pequeña ventana, una ventana que antaño se abría directamente desde un edificio aledaño y que perteneció a Franz Kafka.

Las dos torres que destacan, las torres de las que antes os hablábamos, merecen una mención aparte, así que, hacia ellas, nos vamos.

Las torres de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn

Cuando algo trepa pretendiendo alcanzar el cielo, cuando algo se alza sobre una hermosa ciudad sin intención de hacerle sombra, sino queriendo cuidarla de la lluvia, cuando algo se dibuja sobre una estampa solo para regalar esta estampa casi desde cualquier lugar desde el que miremos... ese algo merece la pena ser contado. En la ciudad de Praga, ese “algo” son las dos torres de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn. Estas torres se trepan, se alzan y se dibujan y son buena parte responsables del nombre que la ciudad carga orgullosa “la ciudad de las cien torres”. ¿No os hace todo esto pensar en una película fantástica? ¡A nosotros si!.

Estas torres que venimos contando tienen 80 metros de altura, son profunda y orgullosamente góticas y tienen una peculiaridad. Cuando estéis frente a ella, frente a ellas, creed una cosa: no son vuestros ojos los que os están jugando una mala pasada, no. Efectivamente, una de las torres, la torre sur, al que está a la derecha, es más ancha que la de la izquierda. Para explicar esto hay dos versiones. Hay una corriente que explica que esta falta de simetría es una característica del estilo del momento y hay otra que dice que las torres responden a los cánones de lo femenino y lo masculino, otorgando la más robusta a lo masculino y la más esbelta a lo femenino. No tenemos claro que haya que elegir una sola versión, ambas pueden explicar lo que estamos viendo. No os va a extrañar mucho que os contemos que las torres se llaman Eva y Adán.

La torre norte se levantó en el año 1466,la torre sur; sin embargo, es posterior, es del año 1511. Y, realmente, ninguna de ellas es la original. Las que hoy vemos son un reflejo fiel de las que se levantaron siglos atrás porque el incendio de 1819 obligó a la reconstrucción de ambas torres.

El interior de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn

Aún hay mucho que ver si, después de admirar su exterior, decidimos traspasar sus puertas y dirigirnos a su interior.

Si bien es cierto lo que os dijimos, que la Iglesia de Nuestra Señora de Týn es una joya del arte gótico, también es igual de cierto que su interior es de un marcado y característico estilo barroco. Esta diferencia se puede explicar acudiendo a uno de los dos grandes incendios que sufrió la ciudad de Praga (el otro fue el que arrasó las torres en el año 1819), en 1679. Este incendio arrasó las bóvedas y prácticamente todo el interior que tuvo que ser reconstruido ya con el estilo del momento.

En el interior hay un salón, una nave central y dos naves laterales. Y hay también puntos en los que detenerse. En primer lugar, podremos ver multitud de obras de multitud de artistas del país, hay obras góticas, renacentistas y también barrocas. Entre esas obras, y solo por destacar alguna de ellas, está su altar mayor que está decorado con dos pinturas de Kavel Skreta: “Asunción de la Virgen” y “Sagrada Familia”.

Otra de las paradas del interior es en su órgano. Los órganos siempre suelen llamar la atención, pero es que este ante el que nos encontramos es órgano más antiguo de Praga. Lo construyó en 1673 Heinrich Mundt. Y hablando precisamente de cosas antiguas, es buen momento para mencionar que aquí se encuentra la pila bautismal más antigua, del año 1414.

Antes de salir vamos a detenernos en las tumbas. Porque aquí hay muchas tumbas y si las vemos y las juzgamos abandonadas o, al menos, muy envejecidas, es bueno que sepamos que si esto es así es porque durante mucho tiempo, se creía que caminar sobre ellas alejaba o espantaba el dolor de muelas. De especial trascendencia es la tumba del astrónomo danés Tycho Brahe. Y, ¿ya os hemos dicho cuanto nos gustan en Buendía las leyendas? Nos gustan mucho y antes de abandonar la iglesia vamos a referir una leyenda: En Praga cuentan que tras la derrota de la Batalla de la Montaña Blanca, los líderes fueron decapitados y sus cabezas fueron enterradas precisamente aquí, en la Iglesia de Nuestra Señora de Týn. Las cabezas aún no se han encontrado, sigue entonces la leyenda viva...