Puente de Carlos

El Puente de Carlos es el puente más antiguo de Praga y el segundo más antiguo de la República Checa, une la Ciudad Vieja (Staré Mesto) y la Ciudad Pequeña (Mala Strana), atravesando el río Moldava.

Unidas dos de las partes más importantes de la ciudad, el puente fue un tránsito de peatones, de carromatos y por ende de mercancías. Los habitantes de la ciudad dejaron de mirar con recelo las subidas del río Moldava y podemos decir que, al menos un poco, su vida fue más fácil. Esta es solo uno de los motivos por los que este es el puente de referencia de la ciudad. La mejor manera de conocer su historia y admirar sus vistas es, sin duda, ¡recorrerlo todas las veces que podáis durante vuestro viaje a Praga!

Carlos IV encargó a astrólogos y numerólogos de la época que buscarán la fecha idónea para el comienzo de la edificación del puente que llevaría su nombre. Así fue como se determinó el número capicúa 135797531, que se corresponde al año 1357, día 9 de julio, a las 05:31 horas, momento en el que fue colocada la primera piedra del puente. El puente fue construido con arenisca de Bohemia y su levantamiento terminó a principios del siglo XV.

Desde su edificación, el puente ha sufrido muchos daños, al ser parte de guerras y catástrofes naturales, como el final de la Guerra de los Treinta Años, en el que se destruyó parte de la torre del lado de la Ciudad Vieja; o inundaciones como la de 1432 que derribó tres de los pilares que lo mantienen en pie. En mayo de 1905 circuló por última vez un tranvía tirado por caballos por el puente, para ser sustituido hasta 1908 por uno eléctrico. Desde 1978 está prohibido todo tránsito no peatonal por el Puente de Carlos. Desde 1992 forma parte del conjunto histórico de Praga declarado Patrimonio de la Humanidad.

Torre de la Ciudad del Puente de Carlos

La Torre de la Ciudad Vieja es una obra maestra del estilo gótico y es de la misma época que el propio Puente de Carlos. Fue durante siglos el único acceso a esta parte de la ciudad. El interior de la torre es accesible, por lo que con sus casi 50 metros de altura, sirve de magnífico mirador. En su interior también se pueden ver exposiciones sobre su construcción.

La torre, de casi 50 metros de altura, es un fantástico mirador de estilo gótico tardío. Los escudos que decoran la torre son aquellos lugares que formaban parte del reino en el momento de su construcción. La fachada que se ve desde el puente contrasta por su escasa decoración, ya que fue dañada en numerosas batallas.

Sobre la puerta de la Torre de la Ciudad Vieja destacan las estatuas de los vigilantes de la torre: a la izquierda, la del rey Carlos; en el centro, la de San Vito, considerado protector del puente; y a la derecha, el rey Wenceslao, miembro de la dinastía fundadora de Praga. En la parte superior hay dos estatuas más representando a los patrones de la República Checa, San Adalberto y San Segismundo.

Durante siglos, los monarcas checos, realizaban el llamado Camino Real, en la ceremonia de su coronación, atravesando el Puente de Carlos, pasando bajo esta torre, de camino al Castillo de Praga.

Pero también en el puente hay otras estatuas y otros artistas:

• San Cristóbal, obra de Emanuel Max; El forzudo Cristóbal, ayudaba a los viajeros a atravesar un caudaloso río llevándolos sobre sus hombros. Un día ayudó así a Cristo, el cual había cambiado su apariencia por la de un niño (esta es la imagen representada por la escultura). San Cristóbal es patrón de los viajeros, marineros, navegantes, protector ante tormentas y agua.
• Bruncvík, la estatua del caballero con la espada dorada, un escudo a su lado y un león a sus pies. Fue tallada a base de un fragmento de la estatua original del caballero Rolando del siglo. Los fragmentos de aquella época, junto al pedestal original conservado, están actualmente en el Lapidario del Museo Nacional.
• El Barbudo, la cara del Barbudo, se utilizaba como fluviómetro en la antigüedad. Se sabía hasta donde llegaría el agua en la ciudad, dependiendo de si el agua llegaba a su barba, su nariz o sus orejas.