Museo de las Ilusiones

Este museo está dedicado a las ilusiones, y lo encontraremos en un edificio del siglo XV, por cierto, uno de los edificios más antiguos de Praga. Conocido por todos como la Casa del Zorro Rojo, conserva una escultura dorada de la Virgen y el Niño en el lugar en el que antaño estaba el símbolo de este popular edificio.

Trucos ópticos, casi magia, espejos, ilusiones, juegos y la posibilidad de acercarnos a todo esto no solo mirándolo sino siendo parte de todo, la visita por sus diferentes salas es un viaje entre lo real y lo no real que no va a dejar indiferente a nadie.

En este museo las exhibiciones más grandes son los anamórfos. Dependiendo de la perspectiva cuando lo miramos, parecen un montón de cosas que no coinciden, pero llegados a un punto todos esos objetos forman parte de un teatro coherente. Uno de los anamorfos parece un montón de basura electrónica, y desde un punto exacto podrás ver la imagen del inventor Nikola Tesla.

Otra de las obras más populares de este Museo de la Ilusión es una silla…o al menos eso parece desde el ángulo exacto donde varias piezas sueltas de madera se alinean para crear la imagen de una silla.

Podremos parar a hacer una foto al borde de un precipicio que en realidad es una pintura en el suelo, o ver a través de un espejo imágenes que en realidad están estiradas, un estilo de ilusión que se remonta a la Edad Media.

También podremos hacer unos de una aplicación gratuita de realidad virtual, donde podremos formar parte de las obras.

Gran parte de las obras son de artistas reconocidos internacionalmente como Patrick Hughes y Patrik Proško, pero también se muestra el trabajo de muchos artistas locales como Ivana Štenclová y Ladislav Vlna.

En nuestra particular aventura entre y hacia la ilusión, contaremos con el personal del museo, que está capacitado tanto para actuar como guardias, como para ayudarnos a sacar las mejores fotos. ¡No podemos olvidar nuestras cámaras para inmortalizar las distintas ilusiones ópticas!

Durante toda nuestra visita, podremos disfrutar de una vista espectacular del reloj astronómico sin tener que pelearnos con los millones de turistas de la plaza.

Hay otra joya escondida, que no siempre está abierta al público. En los subterráneos del museo se encuentra parte de la Plaza original de la Ciudad Vieja, que se encuentra a varios metros por debajo de la actual.