Plaza de Wenceslao

Historia de la Plaza Wenceslao de Praga

La Plaza Wenceslao, Vaclavska namestí en la lengua propia, es una de las visitas imprescindibles de Praga. Cuando decimos visita imprescindible en Praga, a uno la imaginación se le dispara y dibuja lugares impresionantes y magníficos e imponentes. Bueno, en esta ocasión hay que pedirle a la imaginación que recorte un poco los colores de este dibujo, pues esta plaza más parece una avenida que una plaza, una gran avenida que se aleja un poco de lo que a priori puede pensarse que es una plaza. Casi no se ve majestuosa, ni impresionante y pese a ello sigue siendo, sin duda, uno de los sitios importantes de Praga y si, de nuevo, se convierte en una de sus visitas imprescindibles.

La Plaza Wenceslao de Praga es crucial por su historia, por lo que sabe. No siempre hacen falta luces para brillar, ¿no?.

Ordenando la historia, comenzaremos diciendo que la Plaza Wenceslao surge con Carlos IV al frente del imperio. Es en esta época cuando Praga se convierte en la capital del, por entonces, reino de Bohemia, y es este el motivo principal que explica el crecimiento de la ciudad. La Ciudad Vieja de Praga se queda pequeña y es necesaria la aparición de la Nueva Ciudad. En ella, la Plaza Wenceslao se convierte en uno de los puntos principales. Es el año 1348. En estos primeros tiempos, en este lugar se instaura un mercado de caballos, razón por la que a la plaza se la conoce así “Mercado de Caballos”. Este nombre perdura hasta el siglo XIX, en el año 1848, en el Renacimiento Nacional Checo, se bautiza de nuevo la plaza con el nombre del patrón de Bohemia, San Wenceslao.

Y dentro de la historia de la Plaza San Wenceslao, uno de sus principales atractivos, son sus historias, todo lo que el sitio vio, lo que vivió, de lo que participó. No es ya tanto su historia, ahora piden paso sus historias.

Acontecimientos importantes de la Plaza Wenceslao de Praga

Como ya sabemos, desde su creación, la plaza de Praga siempre se las arregló para aglutinar en ella acontecimientos, eventos y manifestaciones y eso es algo que aún sigue siendo así.

Yendo desde los eventos más lejanos en la historia, dentro de nuestra historia más moderna, diremos que la sublevación revolucionaria de los nacionalistas, la revolución del año 1848, comenzó aquí. Como aquí se proclamó la creación del estado checo en el año 1918.

Dos acontecimientos, por su trascendencia y por sus implicaciones dentro y fuera de las fronteras checas, se unen indeleblemente la Plaza Wenceslao: la llamada “Revolución de Terciopelo” y la conocida como la “primavera de Praga”

La primavera de Praga la trae el líder del momento, en el año 1968, Alexander Dubcek. Es una época en la que se anuncian medidas menos férreas y mejoras en los derechos perdidos y cercenados a la población. Es el calor en medio del frío, la primavera que quiere desplazar al invierno. Alexander habla en sus discursos de “un socialismo de rostro humano”. Parecía que llegaban mejores tiempos, pero estos tiempos no duran mucho y este estado el duramente sofocado por las tropas del Pacto de Varsovia. La represión es dura, es paso atrás, es inevitable. En señal de protesta y como inicio de la lucha por las mejoras anheladas, el 16 de enero de 1969 el estudiante Jan Palach se prende fuego en la plaza. La ciudad aún no lo ha olvidado. La Plaza Wenceslao tampoco.

La caída del gobierno comunista se produce tras vivir la ciudad, y por ende el país, un movimiento pacífico que se daría a conocer en el mundo como “Revolución de Terciopelo”. Esta revolución, que deja al frente del país a Vaclav Havel, tuvo en esta Plaza Wenceslao, algunos de sus principales momentos.

Aunque la Plaza Wenceslao de Praga no sea una plaza al uso y se confunda por su apariencia con una avenida, cumple con todas las funciones que se le piden a una plaza: aunar a la gente y a sus manifestaciones y celebraciones, acoger diferentes actividades de la ciudad, ser uno de los centros importantes en los que transcurra la vida de la ciudad... y, por supuesto también tiene sus lugares que ver y ante los que detenerse. En las actividades por Praga de Buendía tendremos ocasión de detenernos y conocer, dentro de sus 750 metros de longitud, por ejemplo:

Estatua ecuestre de San Wenceslao

Frente al Museo Nacional. La rodean los cuatro santos checos: Santa Ludmila, San Procopio, Santa Inés de Bohemia y San Adalberto de Praga. Es uno de los rincones más emblemáticos de la plaza. Esta estatua es de bronce y es obra de Josef Vaclav Myslbek.

Museo Nacional de Praga

Es, sin duda, uno de los más relevantes de la ciudad. Es imposible perderlo de vista, en la parte alta de la plaza, sobre todo por lo magnífico de su edifico, de arte neo renacentista, obra de Josef Schulz.

Palacio Lucerna

Con su Gran Sala, con sus exposiciones, con sus muestras de arte...es otro de los lugares que ver y que recorrer.

Grand Hotel Europa

Este hotel es una muestra maravillosa de la Praga de antes, de como tuvo que ser en el pasado la imagen de la ciudad, pues se conserva en perfecto estado. Además, forma parte de una conjunto de edificios que podréis disfrutar en la visita a la Plaza Wenceslao de Praga.

No olvidéis tampoco que la vida de Praga pasa en buena parte por esta zona y, prueba de ello, es el número de restaurantes, bares, discotecas y tiendas que hay por los alrededores de la Plaza Wenceslao. Os invitamos a que no solo los veáis, sino a que os detengáis y disfrutéis de ellos un ratito. Veréis que durante el rato que lo hagáis dejaréis de ser visitantes de Praga para ser habitantes de Praga. El cambio es magnífico. Haz un tour con Buendía y descubre la ciudad con un Free Tour en Español por Praga.