Real Casa de la Moneda de Sevilla

Para entender la magnitud de lo que fue la Real Casa de la Moneda de Sevilla, debemos transportarnos al pasado más glorioso de la ciudad. No en vano, esta Real Casa fue el centro neurálgico donde se fundía el oro y la plata llegados de América y se acuñaban los marcos y doblones que sostuvieron la economía europea y los gastos del reino desde el siglo XVI, época de conquistadores del Nuevo Mundo. A Sevilla llegaron ingentes cantidades de estos metales de América entre  1500 y 1717, ya que la ciudad tenía el  monopolio exclusivo sobre las mercancías que venían del Nuevo Mundo. Fue construida en 1532 por Felipe II y en su momento de pleno apogeo trabajaban más de 200 empleados.

La presencia directa de la Monarquía jugó un papel primordial en la prosperidad de Sevilla durante la Edad Moderna, una influencia que también podemos observar de manera directa en los Reales Alcázares, la Casa de la Contratación, la Aduana, la figura del Asistente, la Fábrica de Tabacos. Esta ceca hispalense fue una institución de relevancia capital tanto administrativa, económica, social como culturalmente. Desgraciadamente, su historia no es fácil de reconstruir por la pérdida de los archivos, desaparecidos durante un incendio que afectó en 1940 al Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares.

La Real Casa de la Moneda de Sevilla está situada en una manzana entre la Puerta de Jerez, la Avenida de la Constitución y el paso de Colón. Ubicada a su vez en el extremo sur de la ciudad, detrás de la Torre del Oro, junto a la Torre de la Plata y el postigo del carbón, es decir, con acceso directo al puerto en el Arenal.

El conjunto arquitectónico, en el centro de la ciudad, está a su vez en un lugar inmediato a la puerta de Jerez, delimitado por las calles Santander al Norte, Joaquín Azaña al Este y Almirante Lobo al Sur. Construida dentro del antiguo recinto del Alcázar en el siglo XVI, fue reformada en el siglo XVIII con arreglo a los cánones artísticos del barroco local imperante. No obstante, la importancia del lugar no solo radica en la estructura de la Casa de la Moneda de Sevilla, sino en los precedentes a dicha construcción, como son los lienzos de murallas almohades y los restos soterrados del palacio almohade de Abu-Hays. 

En 1868, la Fábrica de la Moneda sevillana pierde su función fabril, tras lo cual será dividida en lotes y vendida a diversos particulares hasta que en el año 1879 la propiedad pasará a manos de un solo propietario, Manuel Marañón y Martínez. A partir de este momento, la antigua fábrica de moneda comenzará a protagonizar una serie de reformas, tanto internas como externas, que cambiarán radicalmente su estructura y fisonomía primitivas; como la del siglo XVI y otra en el siglo XVIII, cuando se le añadió la gran portada que conforma el acceso principal, obra de Sebastián Van der Borcht; así como otra serie de reformas de cara a solventar problemas de filtraciones y estructurales derivados del terremoto de Lisboa de 1755.

La Casa de la Moneda de Sevilla funcionó, por tanto, hasta el siglo XIX, convirtiéndose en una zona de viviendas, cuartel militar, etc. El complejo actualmente se halla en muy diferente estado, habiéndose recuperado las partes de la Fundición Real y adyacentes que son propiedad del Ayuntamiento, mientras que existen zonas que se hallan en estado ruinoso al estar cerradas y ser de propiedad particular.

Como curiosidad, cabe destacar que durante años, esta Casa de la Moneda de Sevilla se vio degradada porque en ella se refugió parte de la 'movida' juvenil más radical de Sevilla. Aunque desde su restauración ha recuperado bríos albergando, entre otras cosas, el Teatro La Fundición, que se aloja en la antigua fundición de los metales preciosos que se convertían en monedas. Además, se rodaron en sus calles secuencias de la película Alatriste, protagonizada por Viggo Mortensen.

En la Casa de la Moneda destaca la puerta de entrada desde la calle Adolfo Rodriguez Jurado, construida en 1761 por el arquitecto e ingeniero Sebastián Van der Borcht, que diseñó la puerta de la Fábrica de Tabacos. En la actualidad está  en restauración.

La Real Casa es un pequeño barrio totalmente cuadriculado formado por manzanas. Su calle principal es la calle Habana. El paseo por la Casa de la Moneda de Sevilla se inicia por la puerta de entrada, (pasando bajo el edificio de la portada de la Casa de la Moneda) y termina en la calle Almirante Lobo (pasando también bajo un edificio). Esta calle tiene zonas cubiertas, en sus extremos y en la zona media, formando el patio principal, llamado de los Mercaderes, donde destacan sus balcones sobre columnas.

Entre esta calle y la calle Atienzo es donde se encuentra el Teatro la Fundición de Sevilla, donde estaban los hornos para fundir el metal. Al final de esta última calle podemos contemplar las murallas y la Torre de la plata.