Palacio de la Condesa de Lebrija - Qué ver en Sevilla - Guía de viaje Sevilla - Buendía Tours
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Palacio de la Condesa de Lebrija

Pocos lugares atesoran tanto patrimonio histórico y cultural como Sevilla. Pero uno de los motivos por los que todo el mundo se va de aquí, admirando la ciudad y jurando volver, es precisamente por esos lugares que no se buscan y que Sevilla sola nos muestra: el Palacio de la Condesa de Lebrija.

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Patio interior del Palacio de la Condesa de Lebrija.

El Palacio de la Condesa de Lebrija es una casa-museo como pocas (o muy pocas) veremos en la ciudad. La belleza de sus arcos arabescos, sus adornos de estilo plateresco, su fachada y planta andaluza, y un pavimento espectacular de mosaicos romanos son elementos de valor incalculable y son parte los motivos por los que desde Buendía Tours os animamos a venir a conocer este palacio sevillano.

Historia del Palacio de la Condesa de Lebrija

Con una 2.000 metros cuadrados de superficie, el Palacio de Lebrija se dividió en dos en el momento de su construcción: la plata superior era destinada a los meses de invierno, y el resto para el verano. Fue una casa señorial sevillana, en el siglo XV una Mansión y se llevó a cabo su reedificación un siglo después, con la fachada que se puede apreciar en la actualidad.

La condesa de Lebrija fue una mujer adelantada a su época. Su amor por el arte le hizo reunir un impresionante patrimonio a lo largo de su vida. Todo lo que caía en sus manos tenía la garantía de ser conservado. Un ejemplo son los mosaicos itálicos de la casa.

En 1901 el palacio pasa a las manos de Regla Manjón, que lo restauró para guardar bajo llave su valiosa colección de antigüedades. Su familia vivió allí hasta 1999, año en el que se abrió al público. Se la considera la casa mejor pavimentada de Europa. Se ve que la pasión por conservar el arte que tenía la duquesa sobrevive a los siglos.

Cómo es el Palacio de la Condesa de Lebrija

Detrás de su, a priori, sencilla fachada, tan típica de Sevilla y su aristocracia, aguarda una de las auténticas joyas escondidas de la ciudad andaluza.

Ya cuando entramos en esta casa de dos plantas observamos una preciosa escalera, alicatada al completo y con un apasionante artesonado. Todo, eso sí, se organiza en torno al típico patio sevillano. Un patio que es en sí una joya arquitectónica por su techumbre de madera, la reja de hierro y su suelo con mosaicos romano.

Su zaguán conserva el pavimento procedente de Itálica, siendo uno de los elementos más destacados del palacio, así como los azulejos de cuenca del siglo XVIII, procedentes de Arcos de la Frontera. Su alquería brilla con luz propia al estar decorada con yeserías mudéjares del siglo XIX.

Mientras que la planta baja está compuesta por varios salones y patios con los restos arqueológicos y colecciones, en la planta alta se muestran las estancias mantenidas tal como vivía la familia junto a los objetos comprados por la condesa durante sus viajes. Todo ello adornado con una biblioteca con más de 4.000 volúmenes.

Qué ver en el Palacio de la Condesa de Lebrija de Sevilla

Desde que abriera sus puertas al público, el Palacio de Lebrija permite contemplar en salas una fabulosa colección de restos romanos y griegos.

Sus casi 600 metros cuadrados de mosaicos romanos, en suelos y paredes, la convierten en la colección particular de este género más importante del mundo. Estos mosaicos romanos pavimentan prácticamente toda la planta baja. Aquí destaca sobremanera el mosaico del patio central y sus motivos mitológicos.

La preciosa entrada renacentista da paso a la planta baja, donde se hallan restos arqueológicos y colecciones. Esta cuenta con elementos de valor incalculable como ánforas, esculturas, pinturas, muebles, azulejos rescatados de conventos y palacios en ruinas, unos bargueños únicos, bustos grecorromanos y representaciones mitológicas, abanicos y porcelana, etc. Además, aquí se encuentran obras de pintores de renombre como Van Dyck, cuadros de la Escuela de Murillo, Bruegel el viejo y Sorolla.

Por su lado, la segunda planta sorprende al conservar salas casi intactas. La capilla, biblioteca, un dormitorio y el comedor tienen su sitio. Por ejemplo, podremos ver la mesa puesta como si la familia fuera a comer en cualquier momento. Las estancias privadas están decoradas con muebles de la época y piezas traídas de todas partes del mundo.

Ubicación del Palacio de la Condesa de Lebrija

Detalles

    Horario

    Viernes, sábado y domingo 

    • De 10:00 a 14:00 (último pase a las 13:15)

    Pase gratuito

    • Viernes a las 10:00

    Precio

    • General: 12 €
    • Entre 6 y 12 años: 10 €
    • Lunes de 10:00 h, planta baja - Gratis

Cómo llegar al Palacio de la Condesa de Lebrija

    Bus

    • Paradas: Laraño y Plaza Encarnación

    Tranvía

    • Parada: Plaza Nueva