República Checa

Guia de viaje de

Praga

Qué ver en Praga

¡Bienvenido a Praga, la capital de la República Checa y hogar de uno de los castillos más grandes del mundo! Apodada la “ciudad de las cien torres”, descubre su historia paseando por las calles empedradas, comiendo deliciosa comida y admirando su arquitectura.

Vista aérea de la ciudad de Praga, capital de la República Checa.

Más de 1100 años de antigüedad están acompañados de preciosas iglesias con cúpulas y altísimas torres que se combinan para hacer de Praga una de las joyas arquitectónicas europeas y del mundo. Dondequiera que mires, encontrarás excelentes ejemplos de los estilos gótico, barroco, renacentista y Art Nouveau que salpican la ciudad, proporcionando un contraste dramático con el antiguo e impresionante Castillo de Praga.

Explora las calles medievales de Praga a la luz del día, deambula por la orilla del río al atardecer y relájate disfrutando de la cocina checa y de una selección de las mejores cervezas del mundo. Desde música jazz, espectáculos de marionetas y platos tradicionales hasta un reloj astronómico y uno de los castillos más grandes de Europa… ¡Hay mucho qué ver y hacer en Praga!

Monumentos principales de Praga

Fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn.

Con uno de los centros históricos mejor conservados de Europa, las estrechas callejuelas del casco antiguo de Praga se abren a espectaculares plazas, cada una de las cuales albergan edificios históricos bien conservados que esperan ser explorados por cientos de turistas cada día. Las visitas obligadas incluyen el Puente de Carlos sobre el río Vltava, el Barrio Judío con sus antiguas sinagogas y, por supuesto, las numerosas iglesias históricas de la ciudad. 

Descubre cuáles son los mejores lugares para visitar en la ciudad de Praga. Aquí va nuestra lista de las principales atracciones:

Plaza de la Ciudad Vieja

El centro histórico de Praga, la Ciudad Vieja o Staré Mesto, es donde encontrarás la Plaza de la Ciudad vieja, uno de los mejores sitios donde empezar a explorar Praga. Aquí encontrarás muchos de los monumentos principales, como la iglesia de Týn y el Clementinum, junto con otras iglesias antiguas que merecen una visita, y una espléndida arquitectura que data del siglo XI. El barrio judío se encuentra a pocos pasos hacia el norte. 

Lo más destacado es el Antiguo Ayuntamiento con su Reloj Astronómico y la puerta gótica que lleva a un interior con exhibiciones y muestras de arte, una capilla construida en 1381 y una antigua prisión. Asegúrate de subir a la Torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja para disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad de Praga.

Reloj Astronómico

El Reloj Astronómico de Praga fue creado en 1410. En él trabajaron Jan Sindel, un maestro de la Universidad de Praga, y Mikulas de Kadan. Durante las Guerras Husitas, el reloj fue severamente dañado y reparado más tarde. Durante su larga vida, el reloj se detuvo varias veces, sin embargo, es bastante impresionante que más de ⅔ de sus piezas hayan funcionado sin reemplazo durante más de 600 años

Para ver la intrincada construcción de los relojes en movimiento, únete a la multitud cada hora en punto de 9 a 23 horas, y mira la Procesión de los Doce Apóstoles. Se abre una trampilla para revelar a Cristo, que sale seguido de sus discípulos, y un esqueleto de la muerte toca la campana a una estatua de un turco desafiante.

Plaza de Wenceslao

Lo más destacado del distrito de la Ciudad Nueva, es la enorme Plaza de Wenceslao, hogar del Museo Nacional de Praga y muchos otros tesoros arquitectónicos. Nombrada en honor al santo patrón de Bohemia, cuya estatua puede verse aquí, la plaza fue construida en el siglo XIV durante el reinado de Carlos IV como un mercado de caballos y desde entonces se ha convertido en uno de los espacios públicos más relevantes de la ciudad. Hoy, todavía es punto de manifestaciones y celebraciones. 

Una de las mejores actividades gratuitas para hacer en Praga es recorrer la Plaza de Wenceslao, que además presentará a quienes la visiten las mejores experiencias gastronómicas de la ciudad, así como muchas tiendas interesantes. Si vistas Praga en diciembre, encontrarás en la plaza el mercado navideño más grande de la capital checa.

Iglesia de Nuestra Señora de Týn

Uno de los edificios más reconocibles de Praga es la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, o más conocida como Iglesia de Týn. Inconfundible por sus torres gemelas de 80 metros de altura que flanquean cada lado del edificio, se accede a su entrada principal por un pasaje estrecho que pasa por las casas que oscurecen su fachada. Aunque su construcción se completó en el siglo XV, fue modificada varias veces a lo largo de los siglos

El portal gótico, la escultura de la Crucifixión, las pinturas de retablo barroco temprano y uno de los mejores órganos de tubos del siglo XVII de Europa, son algunas de las cosas que debes ver en tu visita a la Iglesia de Týn.

Castillo de Praga

Una vez hogar de los reyes de Bohemia, el Castillo de Praga es hoy la residencia oficial del presidente de la República Checa y una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad. Se construyó originalmente como una fortaleza amurallada, aunque ha cambiado a lo largo de los años, pero conserva la mayoría de los principales estilos arquitectónicos del último milenio. 

Dentro de los muros del castillo, están varios de los puntos turísticos más populares de Praga: la Catedral de San Vito, la Basílica de San Jorge, la Torre de la Pólvora, el Antiguo Palacio Real y el Callejón Dorado. Está considerado el complejo de castillos más grande del mundo, y en el interior del Castillo de Praga algunos de los rincones destacados son el Salón Vladislav, las escaleras, el Jardín Real o la Casa Real de Verano con su Fuente Cantora y la Corte de los Leones.

Casa Municipal de Praga

La Casa Municipal de Praga es considerada como uno de los mejores ejemplos de Art Nouveau en la ciudad. Construido en 1912, este edificio cívico también alberga una de las salas de concierto más importantes y más grandes de la capital, la Smetana Hall, y cuenta con numerosas características llamativas, como su fachada con un gran mural sobre el balcón del segundo piso y la cúpula que descansa encima del arco. 

El interior es también impresionante, con muchas vidrieras y pinturas importantes. Uno de los mejores planes que hacer en Praga es disfrutar de este histórico edificio asistiendo a un concierto o probando sus cafés, restaurantes y boutiques de lujo.

Torre de la Pólvora

En checo Prasna Brana, se traduce literalmente Puerta de la Pólvora. Una declaración de poder y más prácticamente, también una oficina de aduanas, reemplazó a la mucho más antigua Puerta de la Montaña que había sido parte de las defensas originales del casco antiguo. Está ubicada en la Plaza de la República y se remonta a mediados del siglo XIII, cuando era uno de los puntos de entrada originales al casco antiguo. 

Lo que ves ahora se terminó alrededor de 1475 en un estilo gótico tardío simple que se inspiró en las torres de la puerta del Puente de Carlos. El edificio a la derecha de la Torre de Pólvora es ahora la Casa Municipal, pero hasta el siglo XVI seguía siendo la Real Audiencia y más tarde se usó como cuartel del ejército.

Catedral de San Vito

Situada dentro de los terrenos del Castillo de Praga, la Catedral Católica Romana de San Vito es la iglesia cristiana más grande e importante de la República Checa. Sede del arzobispo de Praga, también alberga las tumbas de numerosos santos y tres reyes bohemios. Su construcción se inició en 1344 y tardó más de 525 años en completarse, lo que dio como resultado una mezcla de estilos neogótico, moderno y gótico del siglo XIV, junto con influencias barrocas y renacentistas. 

En su interior destacan las vidrieras que representan a la Santísima Trinidad, un mosaico de 1370 y la Capilla de San Wenceslao con su altar incrustado de joyas con más de 1.300 piedras preciosas. Además, es posible subir a la torre principal de casi 100 metros para disfrutar de una vista panorámica de Praga.

Callejón del Oro

Este pintoresco callejón corre a lo largo del muro norte del Castillo de Praga. Sus pequeñas y coloridas casas fueron construidas en el siglo XVI para los francotiradores de la guardia del castillo, pero luego fueron utilizadas por los orfebres. En el siglo XIX y principios del XX fueron ocupados por los artistas, incluido el escritor Franz Kafka

Las casas se restauraron para mostrar una variedad de usos anteriores: el número 15 es un taller de orfebrería, el 16 una taberna y el 14 es el hogar de una adivina praguense célebre, que murió a manos de la Gestapo durante la II Guerra Mundial. La que fue la casa de Kafka es ahora una tienda de souvenirs. Pero, la más conocida es la del n.º 12, una antigua y acogedora vivienda de un historiador de cine aficionado en la que se proyectan en las paredes de la sala de estar imágenes de archivo del Castillo.

Sinagoga Española

A menudo descrita como la sinagoga más bonita de Europa, ubicada en el corazón del Barrio Judío de Praga, es una vista impresionante desde el exterior y sorprendente desde el interior. La Sinagoga Española fue construida en 1868 en el sitio de la casa de oración judía más antigua de la ciudad. Fue diseñada en estilo morisco y en su interior hay algunas vidrieras impresionantes. 

Tiene una planta cuadrada rectangular con una gran cúpula, galerías en tres lados se abren a la nave, y la notable decoración interior incluye arabescos de estuco bajo de motivos islámicos estilizados, aplicados a las paredes, puertas y balaustradas de la galería. Se encarga de su gestión el Museo Judío, después de algunos años cerrada por la situación de descuido que vivió bajo el dominio nazi y comunista.

Rudolfinum

Presidiendo la Plaza Jan Palach está el Rudolfinum, la sede de la Orquesta Filarmónica Checa. Este y el Teatro Nacional, ambos diseñados por los arquitectos Josef Zítek y Josef Schulz, se consideran los mejores ejemplos de edificios neorrenacentistas de Praga

Terminado en 1884, el Rudolfinum fue también la sede del departamento checoslovaco entre las guerras y unas oficinas administrativas de los ocupantes nazis durante la II Guerra Mundial. Destacan del edificio la Sala Dvořák, una de las principales salas de conciertos del Festival de Primavera de Praga, y la Galerie Rudolfinum.

Pasaje de Lucerna

La más elegante de las galerías comerciales de Nové Město atraviesa el palacio modernista de Lucerna, construido en 1920, entre las calles Štěpánská y Vodičkova. Incluye teatros, cine, tiendas, un club de rock y varios cafés y restaurantes

En el atrio de mármol cuelga la escultura de Kůň del artista David Černý, una contraparte irónicamente divertida de la estatua ecuestre de San Wenceslao en la plaza que lleva su nombre. Aquí el santo patrón se sienta a horcajadas sobre un caballo sin vida; se trata de una referencia a Václav Klaus, presidente de la República Checa de 2003 a 2013. El vecino Novák Arcade, conectado al Pasaje de Lucerna y con un laberinto de pasillos, tiene una de las mejores fachas Art Nouveau de Praga, con mosaicos de la vida en el campo.

Iglesia San Cirilo y San Metodio

A un corto paseo del Vltava en la Ciudad Nueva de Praga, se encuentra la iglesia que fue testigo de algunos de los monumentos más dramáticos durante la ocupación nazi del país. La cripta de debajo de la iglesia fue el último escondite de siete comandos checoslovacos, incluidos Jan Kubiš y Jozef Gabčík, quienes asesinaron a Reinhardt Heydrich en 1942. El sitio alberga ahora una exposición dedicada a sus acciones heroicas, pero la iglesia también sigue siendo un lugar de culto para la pequeña comunidad ortodoxa checa

La solemne fachada barroca de la Iglesia de San Cirilo y San Metodio dice poco sobre los momentos dramáticos que presenció hace casi siete décadas. A pocos minutos de la Casa Danzante, en la orilla del Vltava, la iglesia y el memorial en ella merecen una visita.

Iglesia del Niño Jesús

La Iglesia de la Virgen María la Victoriosa se construyó donde originalmente estaba la Iglesia de la Santísima Trinidad, el sitio de culto barroco más antiguo de Praga. Pinturas de Petr Brandl adornan los altares. Hoy, la iglesia es visitada por albergar una de las figuras más veneradas en el mundo católico: el Niño Jesús de Praga, una figura de cera que supuestamente tiene poderes curativos milagrosos.

El “niño” se encuentra en un altar de mármol decorado en el lado derecho de la iglesia. Fue traído a Bohemia por Polyzena Lobkovicz quien lo donó a los Carmelitas en 1628. Otro dato interesante es que algunos de los carmelitas están enterrados en la iglesia en ataúdes abiertos en una cripta debajo del altar mayor. Sorprendentemente, los restos han sido preservados por el aire seco subterráneo.

Plaza Hradcany

Esta encantadora plaza llena de palacios y casas es uno de los puntos de acceso al Castillo de Praga. Curiosamente, ha conservado el aspecto de la plaza medieval. Después del gran incendio de 1541, muchas características del Lesser Quarter sobre Hradčany cambiaron mucho, y se construyeron palacios seculares y eclesiásticos en la plaza. 

En cuanto a los monumentos históricos, la plaza es uno de los distritos mejor conservados de Praga. Dominada por una columna de la Virgen María, está rodeada de edificios espectaculares, como el Palacio Schwarzenberg o el Palacio Salmov, sin olvidar las vistas impresionantes de la ciudad que podrás obtener desde la plaza Hradčany.

Monasterio de Strahov

El Monasterio y la Biblioteca de Strahov datan del siglo XII y es el segundo monasterio más antiguo de Praga. Si bien su imponente puerta de entrada y sus iglesias son suficientemente llamativas, sus edificios más importantes son las dos bibliotecas barrocas. La Biblioteca Filosófica tiene una variedad de muebles de madera, junto con un techo pintado por Franz Anton Maulbertsch titulado Ilustración

La Biblioteca Teológica es una sala barroca con un techo ornamentado pintado un monje de Strahov, junto con magníficos frescos en el techo. Las bibliotecas contienen muchos volúmenes y manuscritos antiguos raros, incluido el famoso Evangelio de Strahov del siglo IX. También destacan los claustros, con una colección de arte religioso y un tesoro, y el Gabinete de Curiosidades de Strahov, con exhibiciones de artefactos históricos científicos.

Palacio Kinsky

De estilo barroco tardío, el Palacio Kinsky luce la mejor fachada rococó de Praga. En la actualidad, el palacio alberga una sucursal de la Galería Nacional con exposiciones temporales, generalmente de arte checo. 

Alfred Nobel, el inventor sueco de la dinamita, una vez se quedó en el palacio; su enamoramiento por la pacifista Bertha von Suttner (de soltera Kinsky) pudo haberlo influido para darle el Premio Nobel de la Paz, siendo la primera mujer galardonada en 1905. Muchos praguenses mayores tienen un recuerdo más oscuro del sitio, desde el que Klement Gottwald en 1948 proclamó el régimen comunista en Checoslovaquia.

Puente de Carlos

Uno de los puentes antiguos más conocidos de Europa, el Puente de Carlos, cuenta con 32 puntos de interés únicos a lo largo de sus 621 metros. Construido en 1357, ha sido durante mucho tiempo objeto de una gran cantidad de supersticiones, pero es más conocido por sus numerosas estatuas antiguas. Entre las más importantes están las del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos IV y Juan Nepomuk, el santo más venerado del país. 

Otros aspectos destacados del Puente de Carlos son sus espectaculares vistas sobre el río Vltava y sus puertas góticas de la estructura. También recomendamos cruzar el río durante la noche o el atardecer, aunque es este segundo momento del día suelen concentrarse muchos turistas.

Teatro Negro

El Teatro Negro de Praga ofrece una experiencia diferente con la última tecnología audiovisual. La forma de arte típicamente checa del teatro de luz negra es un mundo de creaciones ilusorias y secretos ocultos, la historia contada a través de una mezcla de mimo, danza moderna, ballet, película animada, actores y títeres. 

El espectáculo lleva al espectador por un camino desde la oscuridad total hasta luces y colores vivos en extremo, Los tiempos de intensa oscuridad están llenos de fantasía. Los cuadros poéticos se acercan desde lo misterioso. Los actores, invisibles, de repente aparecen brillantes como el día y demasiado cerca del público.

Teatro de los Estados

El teatro más antiguo de Praga y el mejor ejemplo de edificio neoclásico, el Teatro Estatal, es donde se realizó el estreno de Don Giovani de Mozart en 1787, bajo la dirección del propio maestro. Inaugurado cuatro años antes como el Teatro Nostitz, fue patrocinado por ciudadanos alemanes de clase alta, por lo que pasó a llamarse Teatro de los Estados.

Después de la II Guerra Mundial, pasó a llamarse Teatro Tyl en honor al dramaturgo checo del siglo XIX. Uno de sus reclamos a la fama es que el himno nacional checo, Kde domov můj?, salió de una de sus obras de teatro. A principios de la década de 1990, el nombre del teatro volvió a ser el de Teatro Estatal.

Ópera Estatal

Construida en 1888, la Ópera Estatal de Praga presenta ópera y ballet de Verdi, Tchaikovsky, Puccini, Rossini, Donizetti, Prokofiev y otros compositores conocidos. Fue renovado en 2020 y ahora es un teatro moderno con los mejores elementos de su pasado restaurados. Se encuentra muy cerca de la Plaza de Wenceslao y su temporada va de septiembre a junio. 

Cada uno de los tres teatros de ópera de Praga tiene un estilo arquitectónico y cultural único. Juntos, la Ópera Estatal, el Teatro Nacional y el Teatro de las Fincas, presentan un programa muy variado de ópera, ballet y conciertos de música clásica durante todo el año.

Casa Danzante

Este edificio inusual es una de las estructuras más llamativas de Praga. Situado en la Ciudad Nueva, es una edificación deconstructivista que contrasta con la colección de arquitectura medieval de la ciudad. Fue diseñada por el arquitecto de renombre Frank Gehry, entre 1992 y 1996, quien se inspiró en los icónicos bailarines Fred Astaire y Ginger Rogers y, a veces, se le conoce también como “Fred y Ginger”

Consta de dos torres contiguas, con una estructura curva única. En su interior hay oficinas y un hotel, y se pueden disfrutar de las vistas de la ciudad desde el restaurante del último piso.

Parque Letná

Situado en la colina de Letná, la mejor forma de llegar al Parque Letná es a pie. La palabra leten de la que el parque toma su nombre significa campamento de verano. Desde la Edad Media, la gente se reunía en campamentos militares cercanos para relajarse en viñedos y jardines naturales que alguna vez se ubicaron aquí. Durante la Revolución de Terciopelo, el parque se convirtió en el punto de encuentro de más de 750.000 manifestantes contra el gobierno comunista. 

¿Qué ver en el Parque Letná? La Villa de Kramár, el Pabellón Hanau, varias estatuas o instalaciones de arte repartidas por los jardines, el mirador, el metrónomo de Praga, el carrusel, el Palacio de Letná, el Pabellón Bruselský, el Puente Čech…

Barrios de Praga

Con distritos tan atractivos como únicos, puede ser un desafía decidir qué zonas de Praga conocer y cuáles dejar pendiente para el siguiente viaje. Desde las vistas de cuento de hadas del casco antiguo hasta el ambiente moderno y artístico. El tiempo dedicado a descubrir los barrios interconectados de la capital checa puede revelar el espíritu despreocupado de la ciudad, así como algunos de sus mejores rincones, monumentos, museos, cervecerías y parques. A continuación, te contamos los tres barrios de Praga que no te puedes perder:

Barrio Judío

También conocido como Josefov, el ghetto judío de Praga es uno de los principales destinos turísticos, y por una buena razón. Situado entre la Plaza de la Ciudad Vieja y el río Vltava, el barrio ha sido el hogar de generaciones, centro de cultura y se ha mantenido a lo largo de los siglos. El área actual se estableció en el siglo XII y en realidad no comenzó como un ghetto. Sí, tenía muros, pero estaban destinados a proteger a los judíos en lugar de atraparlos y aislarlos del mundo exterior.

¿Qué ver en el barrio judío de Praga? El Museo Judío, compuesto por seis monumentos históricos repartidos por toda la zona, con exhibiciones en cuatro de las seis sinagogas, el Antiguo Cementerio Judío y la Galería Robert Guttman; el Ayuntamiento Judío; el monumento a Kafka; o la calle Pařížská.

Malá Strana

Cúpulas y agujas barrocas se elevan desde un mar de tejados de terracota en Malá Strana, creando un escenario ideal para quienes busquen una escapada de cuento de hadas. Siempre vigilado por la grandeza óptica del Castillo de Praga, el barrio cuenta con bonitos edificios y sinuosas callejuelas que llevan a jardines amurallados y coquetos cafés. 

Malá Strana está conectado a Staré Město por el Puente de Carlos. Durante los concurridos meses de verano, la ruta principal que baja al río puede perder un poco de su encanto, aunque sigue mereciendo la pena. La Isla de Kampa es uno de los lugares donde puedes descansar y hacer una pausa en tu visita. También verás esculturas de David Černý, el Museo Franz Kafka o el Muro de John Lennon.

Ciudad Nueva

Explorar los alrededor de la Plaza de Wenceslao te descubrirá un mundo de arcadas que insinúan el lado más interesante y autónomo del Nové Město. El gran hito cultural del vecindario es el Museo Nacional de Praga, pero también están el Museo de la Ciudad de Praga, el Museo del Comunismo y el Museo Nacional de Cine NaFilM. 

Desde opulentos hoteles art decó hasta edificios ultramodernos, como la Casa Danzante, la Ciudad Nueva es la parte más actual de Praga. Si estás un sábado en la ciudad, no dejes de acercarte al mercado de agricultores de Naplavka, donde podrás probar platos de comida típicos checos en grandes cantidades.

Museos de Praga

Descubre la vida y obra del escritor Franz Kafka, aprende sobre la vida bajo el régimen comunista, explora la historia, la arquitectura y las artes de la capital checa. Hay muchos museos que descubrir en Praga, sin embargo, algunos de estos museos destacan entre la multitud y merecen una atención especial por parte de quienes visitan la ciudad. Entre estos museos están el Museo Nacional de Praga, el Museo del Comunismo, el Museo LEGO o el Museo Judío.