República Checa

Guia de viaje de

Praga

Fin de semana en Praga

Praga es uno de los destinos más impresionantes de Europa. La capital de la República Checa lo tiene todo para pasar unos días fascinantes. Y lo mejor que te podemos decir, es que se adapta a cualquier situación que le pidas. Por ello, un fin de semana en este destino se convierte en una escapada mágica. Os vamos a mostrar qué ver en Praga un fin de semana. ¡Sigue leyendo!

Cruzar el Puente de Carlos es uno de los planes que debes hacer en Praga

Praga es uno de los imperdibles del viejo continente. La ciudad enamora a todo aquel que la visita, ya que se queda impresionado con sus múltiples monumentos, sus edificios históricos y un pasado legendario. Por ello, si estás buscando una pequeña escapada, te aseguramos que esta es una muy buena opción. Praga en 3 días es posible, y te será más sencillo saber qué ver y los lugares que visitar si sigues el itinerario que tenemos preparado para ti. ¡No te perderás nada!

Día 1 en Praga

Un fin de semana en Praga tiene que arrancar por lo imprescindible. Sabemos que hay muchas cosas, por ello las iremos repartiendo poco a poco. Y no hay mejor modo de arrancar esta aventura que hacerlo en pleno centro. Para conocer la auténtica esencia de la localidad, nada mejor que visitar la Plaza Wenceslao, en el corazón de la Ciudad Nueva. En pleno centro de este espacio, verás la estatua de bronce de San Wenceslao, realizada por Josef Myslbek.

En la Plaza Wenceslao te encontrarás, entre otras muchas cosas, con el Museo Nacional de Praga o el Palacio Lucerna. Este último es una construcción con más de un siglo de vida que en la actualidad alberga un centro comercial en su interior. Además, muy cerca de allí, encontrarás la estatua de Frank Kafka, uno de los escritores más prestigiosos de la historia.

¡Visita la Plaza Wenceslao, centro neurálgico de Praga!

La Torre de la Pólvora es otro de los imperdibles para este primer día en las calles de Praga. Data del siglo XV, y es la puerta que te recibirá al entrar en la Ciudad Vieja. Su nombre viene, además, del uso que se le dio en el siglo XVII, cuando se utilizó para guardar pólvora. Además, en la década de 1880 sufrió una modificación muy profunda que le dotó del aspecto que tiene hoy en día.

Muy cerca de allí, la Plaza de la República es uno de los espacios entre los que se encuentran la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva. Durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, aquí se levantaron diversos edificios de gran importancia para la localidad, como la Casa Municipal o los Cuarteles de Jiří de Poděbrady.

En el Barrio Judío te encontrarás con la historia de esta comunidad dentro de la ciudad. También conocido como Josefov, fue uno de los lugares más castigados durante la Segunda Guerra Mundial y la Alemania nazi. Pese a ello, la instalación de la comunidad judía dentro de Praga tuvo lugar varios siglos antes, en el XII. Pese a ello, no fue hasta mediados del XVIII cuando se derribaron las murallas y se les reconoció como iguales al resto

Dentro del Barrio Judío de Praga se puede ver la Sinagoga Vieja y también la Nueva, la Sinagoga Española, la Pinkas, el antiguo Ayuntamiento Judío o la Galería Robert Guttman, entre otros aspectos. Cerca de allí, conocerás uno de los edificios neorrenacentistas más increíbles del mundo. Hablamos del Rudolfinum, sede de la Orquesta Filarmónica Checa.

El Teatro Nacional es otro de los imperdibles que ver en Praga en tres días. Es una de las instituciones culturales más relevantes de la República Checa. La construcción del edifico data de 1844. Desde entonces, en su interior ha albergado las representaciones más importantes del mundo de la ópera. Si tienes la fortuna de poder entrar, vas a alucinar con su lujoso interior.

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Y siguiendo en el mundo de la cultura, no te puedes perder el Klementinum. Se trata de una antigua universidad convertida en la actualidad en Biblioteca Nacional. La edificación te da una idea de su majestuosidad. Cinco patios sobre los que se construyen el resto de estancias, que se dividen en la Capilla de los Espejos, la Torre Astronómica, la Sala de los Meridianos, la propia Biblioteca y la Sala del Tesoro, iglesia de San Salvador e iglesia de San Clemente.

Siguiendo con la zona histórica de la capital checa, descubrirás su imponente casco histórico mientras llegas a la plaza de la Ciudad Vieja, entre la Plaza de Wenceslao y el Puente de Carlos. Aquí se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad vieja y el Monumento a Jan Hus, reformador religioso que fue quemado vivo por sus creencias. Además, en esta plaza también podrás ver el famoso Reloj Astronómico.

Este Reloj Astronómico es el más famoso de Praga. Se trata de un objeto medieval situado en lo alto del Ayuntamiento Viejo, en el lado sur del edificio. El reloj se compone de varios elementos que son la delicia de los turistas que se acercan a verlo: Un cuadrante astronómico que marca las horas y la posición del sol; sus figuras animadas; y un calendario circular que va mostrando los meses del año. ¡Será la mejor manera de acabar tu primer día en Praga!

Día 2 en Praga

Ya ha concluido tu primer día por las calles de Praga. Has descansado y quieres iniciar tu segunda jornada en la localidad conociendo otros de sus imprescindibles. Y el Puente de Carlos es uno de ellos. Se trata del segundo puente más longevo de la República Checa, construido entre los siglos XIV y el comienzo del XV. Más de medio kilómetro de largo que se apoya sobre sus reconocidos 16 arcos. 

A ambos lados del puente te encontrarás con las torres que en su día lo custodiaban, siendo un espacio relajado por la noche y muy transitado por el día. Tras cruzarlo, te proponemos dirigirte hacia el distrito de Malá Strana, donde darás con la Isla Kampa. Es uno de los sitios más bonitos de Praga. Sus molinos, el Puente de los Candados o del Amor, el Museo Kampa o la Vinarna Certovka, que se dice que es la calle más estrecha del mundo, te están esperando.

El Castillo de Praga es un complejo que debes recorrer al completo

En la Isla Kampa también te encontrarás con un muro dedicado a la figura de John Lennon, por lo que si te gustan los Beatles, tienes que venir sí o sí. Desde allí pasarás por la calle Nerudova, también conocida como la calle Real de Praga. ¿Por qué? Porque a través de ella llegaremos al Castillo de la ciudad.

Está  claro que no te puedes marchar de Praga sin antes haber conocido su precioso Castillo. Un espacio construido en el siglo IX en cuyo interior alberga muchos edificios más que la propia fortaleza, que por cierto fue la casa de los Reyes de Bohemia. La arquitectura del Castillo es una perfecta mezcla de diferentes estilos, entre los que se puede observar el románico, el gótico, el renacentista y el barroco. 

Como decimos, al margen del Castillo, este complejo también guarda en su interior la monumental Catedral de Praga o de San Vito. El arte gótico en todo su esplendor se postrará ante ti para que disfrutes de un templo levantado en el siglo XIV que hoy en día es uno de los símbolos más representativos de la legendaria historia de Praga.

Y ya que te encuentras visitando y conociendo lugares históricos, no se te puede escapar el Monasterio de Strahov, del siglo XII. Levantado por Ladislao II, hoy en día alberga una de las bibliotecas más fascinantes del mundo. La estructura original se correspondía al arte románico, aunque una reforma le dio el aspecto barroco que verás hoy en día. La Sala Teológica, la Filosófica y como os decimos su Biblioteca, son sus imperdibles.

¡Te encantará conocer la mini Torre Eiffel de Praga!

Que no te engañe la mini Torre Eiffel que verás en lo alto de la colina de Petrín. No estás en París, sigues dentro de Praga. Queremos que tengas las mejores panorámicas de la ciudad desde uno de sus puntos más emblemáticos, que es la torre que lleva ese mismo nombre. Además, en este punto de la localidad también podrás ver, entre otras cosas, la estatua del poeta romántico checo Karel Hynek Mácha, sus maravillosos parques y jardines y las esculturas que los adornan.

Por último, antes de finalizar este segundo día, te proponemos que conozcas alguno de los Museos de Praga. En ellos se cuenta el pasado de la localidad a través de archivos y documentos históricos. Es el caso del Museo del Comunismo de Praga o el Museo del KGB de Praga. Además, en el Museo Nacional de Praga te encontrarás con algunas de las obras de arte más valiosas del mundo.

Día 3 en Praga

Tu tercer día en Praga también se puede aprovechar al máximo. Dependiendo el tiempo que tengas antes de marcharte, te hemos hecho un itinerario que complete lo visto en los dos días anteriores. La Colina de Vitkov es uno de los planes que deben estar siempre en tu visita a la capital checa. En ella se alza una espectacular estatua de Jan Zizka Trocnova, capitán que venció la batalla ocurrida en este lugar en 1420.

La Torre de Televisión Zizkov se encuentra cerca de allí, por lo que será otro de los imperdibles de Praga. Estamos seguros de que ya la habrás visto, porque sus 216 metros de altura son visibles desde casi toda la localidad. Pero ahora, llegó el momento de ponerse ante ella y ver su monumental estructura.

Alucinarás con la sensacional estructura de la Torre de la Televisión de Praga

Desde allí te podrás dirigir al barrio de Vinohrady, donde te encontrarás con un impresionante teatro que lleva el mismo nombre. Su estilo responde al art nouveau. Se inauguró en el año 1907, y desde entonces ha acogido muchos de los recitales de música clásica y jazz más importantes del país. Además, en la Plaza de la Paz también verás la iglesia de Santa Ludmila, construida en el siglo XIX

Unos siglos antes, en el XI, en concreto, se levantó una de las ciudades que a la postre originarían Praga. Se trata de Vysehrad, que según reza la leyenda, fue el primer territorio residencia de los Príncipes de la República Checa. El Castillo que allí se encuentra data del siglo X, y al margen de este se puede ver la Fortaleza de Vysehrad o su parque, con amplias zonas verdes

También la iglesia de San Pedro y San Pablo, fundada en el siglo XI y reconstruida en el XIX debido a un devastador incendio. De estilo neogótico, su fachada empedrada os va a dejar boquiabiertos. En su interior, podrás recorrer la historia del arte cristiano en la República Checa. El Altar Menor y las Capillas de los laterales, de estilo neogótico, muestran pinturas y frescos de un altísimo valor patrimonial.

La Casa de Baile deja sorprendidos a todos los turistas que visitan Praga

La Casa de Baile de Praga no es precisamente lo que estáis pensando. Se trata de un edificio diseñado por Vlado Milunic y Frank Gehry en los años noventa del pasado siglo. Su encanto se encuentra en su estilo deconstructuvista, con dos edificios entrelazados que da la sensación de que representan a una pareja de baile.

La llamada Isla Strelecky, nombre con el que se conoce a uno de los parques insulares del río Moldava, es otro de los imperdibles que tienes que ver antes de marcharte. También los Jardines del Senado, en el Palacio Wallenstein, que muestran a sus visitantes una de las postales y rincones más bonitos de la ciudad. Además, si tenéis tiempo, os recomendamos conocer el Distrito de Letna, con hermosos parques en los que descansar y relajarse.

Así concluirá un fin de semana perfecto por las calles de Praga. Como ves, te marcharás de la ciudad después de haberte maravillado con todos sus imprescindibles… ¡Y en tan solo tres días! Por ello, si buscas un destino mágico para una escapada, Praga será tu mejor opción. ¡No te la pierdas!