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Guia de viaje de

Oviedo

Plaza del Paraguas de Oviedo

Una de los lugares más conocidos de Oviedo, punto de encuentro de sus habitantes, es la “plaza del Paraguas”, ubicada en la calle de San Isidoro y que recibe este nombre de manera “no oficial”, debido a su curiosa estructura con forma de paraguas.

Si estáis pasando unos días en Oviedo, seguro que vais a pasar varias veces por ella. Cualquier itinerario, cualquier free walking tour en Oviedo, trascurre cerca de esta plaza tan típica de la ciudad y tan querida por sus habitantes.

La Plaza del Paraguas, una de las Plazas más queridas de Oviedo

En esta plaza se encontraba la antigua Iglesia románica de San Isidoro, de la que solo quedó en pie un arco que fue trasladado desde esta plaza hasta el Campo de San Francisco, donde descansa actualmente.

La Plaza del Paraguas fue utilizada durante algunos años como mercado de frutas y verduras. Además, las lecheras que acudían a Oviedo desde sus aldeas con sus latas repletas de leche cargadas sobre burras también se instalaron en ella. Corría el año 1926 cuando se decidió destinar esta plaza únicamente a la venta de leche. Para ello era necesario construir una cubierta para que las lecheras pudiesen resguardarse del agua, el frío y los calurosos días de verano. Y esta es una de sus primeras historias…

El Paraguas "de la leche"

A finales de la década de los años veinte, el equipo del ingeniero Sánchez del Río, recibió el encargo de proyectar un techo para las mujeres que vendían la leche en la plaza. Se disponía para esto de cuatro mil pesetas de las de aquella época.

Sánchez del Río decidió que la solución más apropiada para tapar a las lecheras era un paraguas. Así se construyó el mayor y más bonito paraguas de hormigón armado del Principado de Asturias, y así también llegó a la ciudad el nombre de “Plaza del Paraguas”.

Cómo es la Plaza del Paraguas

La cubierta del paraguas está constituida por bovedillas de uralita de un centímetro de espesor, material adoptado por su economía, resistencia y ligereza. Además, carece de varillas-tornapuntas lo cual, en los años inmediatamente posteriores a su construcción, dio lugar a comentarios que el mismo Sánchez del Río calificó como pintorescos, pues los lugareños afirmaban que tenía que cerrarse porque si no el viento tenía que volverlo…

Sin embargo, más de ochenta años soportando fuertes temporales confirman la eficacia de su diseño. Y así, al cabo de cinco años del encargo, en San Mateo de 1930 el Ayuntamiento de Oviedo inaugura un techado para las lecheras, original por estructura y ejecución.

Qué se puede hacer en la Plaza del Paraguas de Oviedo

El paraguas ha sido testigo, sobre todo en la década de los años 80, de la evolución de las costumbres en el modo de disfrutar de la noche ovetense. En su entorno se ubicaron conocidas tabernas como: “Tigre Juan”, “Casa María”, “Cechini”, “La Regenta”, etc. por las que pasaron prácticamente toda la Generación Poética del 50, además de otros rostros muy conocidos como: Antonio Gala, Carlos Barral, Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Paco Diego, Julio Anguita, Xabier Ribalta, Eduardo Pun-Set, etc.

Los políticos de la época eran los primeros que estaban siempre dispuestos a este calor de rondas nocturnas. En torno al paraguas se mezclaban concejales, diputados y sindicalistas de todos los colores.

A día de hoy, si estáis de vacaciones en Asturias en verano podréis disfrutar de diferentes conciertos en la plaza, organizados por los hosteleros de la zona. Igualmente, las mañanas de los domingos una asociación baila la tradicional “Danza Prima”, costumbre que se perdió en 1978 y que esta asociación recuperó en 1998. Por supuesto es uno de los lugares más recomendados para comer en Oviedo. No solo porque podéis degustar la sidra, ¿qué viaje al Principado no incluye probar la sidra como “cosas que hay que hacer en Asturias”? Si no porque, además, la oferta para probar la deliciosa y auténtica gastronomía asturiana está aquí a la orden del día.

Ubicación de la Plaza del Paraguas de Oviedo