El Campo de San Francisco de Oviedo, es sinónimo de punto de encuentro, de zona de recreo para niños y niñas de 0 a 100 años, huele a fiesta popular y a historia, a beso de enamorados, sabe a castañas asadas, a barquillo y a helado.
Estatua Mafalda, levantada como homenaje a su autor "Quino" Premio Príncipe de Asturias 2014
El Campo de San Francisco de Oviedo es una gran esmeralda en pleno centro de la ciudad que con una superficie total de 90.000 metros cuadrados, de los cuales 55.000, son zonas verdes nos invita a disfrutar de la naturaleza, de la arquitectura , de la escultura y de la paz en plena urbe.
Desde Buendía Tours os animamos a conocer todos los rincones del Campo de San Francisco de Oviedo, aprovechando nuestras visitas guiadas por la ciudad de Oviedo, en español, en las que además podréis descubrir los lugares más emblemáticos y los secretos mejor guardados de la capital del Principado de Asturias.
Historia del Campo San Francisco de Oviedo
Allá por el siglo Xlll en el espacio que actualmente ocupa el edificio de la Junta General del Principado de Asturias, se levantaba un Monasterio Franciscano que por aquel entonces constituía el límite de la ciudad. Dicho Monasterio tenía un huerto al que se conocía como Campo, de ahí el nombre de “Campo de San Francisco”.
En un primer momento, el Campo de San Francisco de Oviedo tal y como podemos imaginar, nada tenía que ver con el que hoy conocemos, pues estaba formado por un conjunto de huertos que pertenecían a distintos propietarios: al Cabildo, distintos Monasterios y a algunos particulares. Este conjunto verde se convirtió en el siglo XVl en un espacio de uso público de gran éxito entre los ovetenses.
Poco a poco a lo largo de los años este escenario natural fue sufriendo una serie de transformaciones como respuesta a las necesidades de cada momento y así fue como se fue urbanizando y añadiendo nuevos elementos que fueron haciendo de aquella primera mancha boscosa, un parque casi inglés en el centro de Oviedo con sus fuentes, sus jardines, esculturas…
Qué ver en el Campo de San Francisco de Oviedo
En nuestra visita a Oviedo va a ser casi imposible no encontrarnos de frente con el Campo de San Francisco, pues nadie se va de la ciudad sin pasear por el centro de la ciudad. Tal vez en nuestro caminar nos dejemos guiar por los aromas del algodón de azúcar o del chocolate con churros, y así sin darnos cuenta llegaremos al “Paseo de los Álamos” y una vez allí ya no hay excusa, obligatoriamente hemos de pasear por el Campo San Francisco de Oviedo. ¿Qué vamos a ver en el campo San Francisco de Oviedo?, pues muchos metros cuadrados de zonas verdes, en los que podremos admirar alrededor de 951 árboles, cada ejemplar con su placa identificativa que nos ayudará a saber más… ¿Sabéis que algunos de estos árboles tienen alrededor de 300 años? Pues sí y también hay un plátano de sombra que sobrepasa los 40 metros de altura. ¿Una curiosidad del campo San Francisco de Oviedo?, pues fue en el extremo inferior del Campo de San Francisco donde creció el más emblemático de todos los árboles de Oviedo, ¡si, efectivamente!, nos estamos refiriendo al Carbayón de Oviedo (roble para el resto del mundo), del que procede el gentilicio con el que se conoce a los ovetenses, “Carbayones”. Con toda probabilidad en nuestro paseo por el Campo de San Francisco, también nos topemos con huidizas ardillas y con esos pavos reales que orgullosos muestran sus coloridas colas (y casi os diríamos son otro de los emblemas de Oviedo), si bien es cierto que son algo traviesos pues en ocasiones se escapan del recinto, así que no os asustéis si durante un día de visita por Oviedo veis pasear tranquilas y campantes a estas majestuosas aves, pasean por su ciudad y sus habitantes, no dudéis, les flanquearán el paso, tan tranquilos y orgullosos como ellas. Tampoco podemos dejar de visitar a los patos y cisnes del parque San Francisco, todos disfrutaremos con ellos y sobre todo no os perdáis este lugar si viajáis a Oviedo con niños. Eso si, como a todos nos encantan los animales, no les daremos comida pues no les beneficia en absoluto.
Ruinas de la iglesia románica de San Isidoro
Por todos es sabido que Oviedo es la ciudad de las esculturas y el campo San Francisco no iba a ser menos: Amor y Dolor, de Victor Hevia; San Francisco de Asís, obra de Enrique del Fresno; La Torera, de Mauro Álvarez y quizá una de las estatuas más queridas y más importantes de Oviedo, Mafalda (de Pablo Irrgand), niña mimada de Quino, inaugurada por el genial autor con ocasión de su Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y Comunicación en el año 2014.
Como hemos visto, el Campo de San Francisco es un excelente lugar para pasar un rato muy agradable de los tantos que disfrutaréis durante vuestra escapada a Asturias y quizás con un poco de suerte podamos irnos de él con el eco de las notas que desde el quiosco de música nos ofrece la banda Municipal ¿quién sabe?.