Hotel Reconquista Oviedo

El encargo era muy claro: el edificio debería servir de “hospicio y hospital de huérfanos, expósitos y desamparados, con el objeto de recoger a huérfanos e inválidos y darles una instrucción”. El diseño del edificio lo realizó el arquitecto Pedro Antonio Menéndez de Ambás.

Durante la guerra civil funcionó como hospital de sangre y refugio antiaéreo, y aún hoy conserva un búnker y un túnel de once metros en el sótano. El edificio del antiguo hospicio fue declarado Bien de Interés Cultural el día 17 de octubre de 1973, y en ese mismo año, se convirtió en el Hotel Reconquista. Las obras de rehabilitación para convertirlo en hotel de cinco estrellas, con 220 plazas, comienzan en 1970 y fueron encargadas a César Fernández Cuevas y a Manuel Sainz de Vicuña.

El primer acto social de relevancia del Hotel Reconquista fue, la visita de Carmen Polo.

El estilo principal de la fachada es el barroco. El hotel tiene dos plantas: la planta baja con siete arcos de medio punto y la superior con balcones volados con rejería.  El escudo que vemos, y que es un auténtico emblema, es una copia del original.

Del viejo hospicio quedan las paredes del edificio, un busto de Isabel II, que estaba en el patio de la Reina, una escultura de San Roque Peregrino y un pendón de Carlos III, que el día de la inauguración presidió el salón Covadonga y que ahora está en un lugar recogido para preservarlo, dado su valor histórico.

Para la decoración del Hotel Reconquista se recuperaron piezas de distintas iglesias, retablos barrocos, lámparas y alfombras para cubrir sus suelos, piezas de arte para sus paredes, entre ellas tres murales de Joaquín Vaquero Palacios y pinturas de Adolfo Bartolomé, Mariano Moré y José Purón Sotres.

Comenzó siendo un Hospital-Hospicio y residencia de niños durante más de dos siglos. Desde hace casi 50 años las dependencias que ocuparon los niños más desamparados pasaron a alojar a reyes, presidentes de Gobierno de decenas de países, premios Nobel y una larga lista de grandes artistas, la vida tiene estas paradojas.

Posiblemente, este sea el hotel mejor situado de Oviedo y es vuestra opción, sin lugar a dudas, si estáis buscando un hotel de cinco estrellas en la ciudad. Tanto si os alojáis como si no, este hotel merece la pena ser contado.

La capilla es la referencia del interior del hotel.  Las obras de la capilla, diseñada por el arquitecto madrileño  Ventura Rodríguez, comenzaron en el año 1768 y finalizaron dos años después. El templo de planta circular, está rematado con una gran cúpula de 28 metros adornada con casetones y florones.

También hay dos grandes patios: el de Gil de Jaz y el de la Reina. Destacan las galerías porticadas de madera que los rodean. Esta estructura, que se puede visitar con solo acceder a su interior, son auténtica tradición carpintera del norte de España. En el hotel podemos encontrar una importante colección de arte, así como tiendas, una peluquería, un restaurante, una cafetería, y un agradable café inglés.