Teatro Arriaga

No te vamos a descubrir nada al decirte que los cantares y cánticos vienen de muy lejos. En concreto, del siglo XIV, cuando aparecen los primeros documentos que se tienen de ellos. El primer edificio abierto para su representación en Bilbao fue en la calle Ronda, pero en 1816, un incendio lo arrasó. Años más tarde, el nuevo teatro se abre en el Paseo del Arenal, conocido como el 'Teatro de la Villa'. Las guerras carlistas en España dañaron su estructura y acabaron por derribarlo, dejando a Bilbao de nuevo sin un teatro.

Y como ya sabes, se suele decir que a la tercera va la vencida. Los bilbaínos nunca se rinden, así que emprendieron la construcción del Teatro Arriaga, que a la larga acabaría siendo uno de los edificios más representativos de toda la ciudad. Pese a ello, hay mucho que conocer de sus primeros años de vida. Por ejemplo, el cómo empezó todo. La idea cayó en las manos del arquitecto Joaquín Rucoba. El 31 de mayo de 1890 finalizan las obras del Nuevo Teatro de Bilbao, conocido por todos como el Teatro Arriaga. La inauguración se hizo con la Ópera de La Gioconda, de Amilcare Ponchielli. 

Las obras del teatro caen en las manos del arquitecto Joaquín Rucoba. Será el 31 de mayo de 1980 cuando finalizan las obras del “Nuevo Teatro de Bilbao”, conocido popularmente como Teatro Arriaga, celebrándose la inauguración, con la ópera La Gioconda, de Amilcare Ponchielli. Pese a su éxito, una nueva tragedia sacudía al teatro bilbaíno. Otro incendio lo arrasó en 1914, encargando su reconstrucción a Federico de Ugalde. En 1919, el Teatro Arriaga se inaugura de nuevo con la Ópera Don Carlo de Giuseppe Verdi.

Desde sus orígenes, el Teatro Arriaga pasó a pertenecer a la Sociedad Anónima Nuevo Teatro de Bilbao y arrendado por la familia Diestro, entre los años 1924 y 1963. Durante esta gestión, el teatro se convierte en todo un referente del casco viejo de la ciudad, siendo uno de los conjuntos histórico-artísticos del mismo. En 1983, el Teatro Arriaga se inunda, y el agua alcanza el segundo piso ocasionando grandes daños que obligaron a una nueva reconstrucción que duró 3 años. Desde entonces, el edificio es gestionado por la asociación anónima municipal 'Centro de Actividades Culturales del Teatro Arriaga'.

El edificio actual del Teatro Arriaga

Su imponente fachada se conserva tal y como era a pesar de los numerosos problemas que ha sufrido el edificio a lo largo de la historia. El Teatro Arraiga tiene categoría de monumento histórico, y sorprende a los viandantes con su arquitectura neo-barroca y su fachada curvoconvenxa. Para su diseño se tomó como ejemplo el Teatro de la Ópera de París, lo que se puede apreciar sobre todo en la composición de la fachada principal y los elementos decorativos como las esculturas.

Se cuenta que estas esculturas se importaron de Francia, donde se producían en serie con el uso de moldes. Son de hormigón imitando piedra. Pero el interior de este teatro es aún más singular si cabe. Uno de sus palcos, el reservado para autoridades está inspirado en el Orient Express y solo se abre en ocasiones especiales. También hay dos palcos en el escenario con entrada independiente y sin decoración alguna que se construyeron destinados a las viudas que en aquella época exigían discreción. Como curiosidad decir que la alfombra de la escalera principal es de una única pieza, tejida expresamente para este teatro.