San Juan de Gaztelugatxe

Los alrededores de Bilbao esconden lugares de fantasía en los que hacer una de esas paradas que acaban siendo inolvidables. Porque la de San Juan de Gaztelugatxe lo tiene. Un valor patrimonial y cultural altísimo gracias a su ermita, así como otro natural con sus acantilados y el islote que regala unas vistas increíbles del mar. Y si la marea está baja… ¡Una maravilla! Acompáñanos a conocer toda su historia en este artículo.

Escenario de múltiples acontecimientos bélicos, uno de los más relevantes tuvo lugar durante la Guerra Civil en España. El cinco de marzo de 1937, los republicanos y el bando sublevado libraron una batalla frente al islote. Además de esto, debes saber que Gaztelugatxe se encuentra muy cerca de otro de los islotes del golfo de Vizcaya: Aqueche. Ambas formaciones, por cierto, se encuentran protegidas.

Las escaleras

Conocida la historia, vamos a hablar de lo realmente vistoso. Ya te hemos dicho que quien te dará la bienvenida a este lugar es un puente de dos arcos que une el espacio de la ermita al continente. Cuando pases por él, te asombrarás con la inmensidad del mar y también con el poder de las olas que no paran de chocar frente a la estructura. Una vez lo cruces, llegará el momento que más te cueste asumir.

Porque sí, las vistas son preciosas y el sitio es mágico, pero ¿a quién le gusta subir 241 escalones? Son los que separan el puente de la ermita. Peldaños empedrados que tocará subir mientras vas dejando a tus lados una panorámica brillante de la costa de Vizcaya. Y el premio al coronarlos es el mejor de todos: la ermita, de la que te hablamos en el siguiente punto.

La ermita

¿Has llegado bien de fuerzas arriba? ¡Seguro que sí! Llega el momento de conocer la ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Ya te hemos contado que fue levantada en el siglo X, aunque, eso sí, por desgracia no se puede ver la original hoy en día. Los ataques, saqueos y asaltos que se produjeron a lo largo de los siglos obligaron a una reforma profunda que se llevó a cabo en la segunda mitad del pasado siglo. Pese a ello, sí podemos decirte que su esencia original se mantiene.

Desde allí arriba alcanzarás de un golpe de vista la mayor parte del golfo de Vizcaya. El Cantábrico en todo su esplendor, así como los acantilados que forman la costa. Además, si la marea está baja también podrás ver las formaciones rocosas que suele cubrir el agua y que dejan a la vista un paisaje estupendo. El exterior de la ermita te sorprenderá tanto como su interior, donde por cierto puedes ver las ofrendas que muchos marineros han hecho a lo largo de la historia después de salvarse de un naufragio.

En lo alto del islote también podrás poner en lo que la leyenda dice que es la huella de San Juan. Un lugar que los locales sostienen que tiene poderes curativos. ¡Y no solo de los pies precisamente! También dolores de cabeza, por ejemplo. Además, otra de las cosas de las que también te enterarás es de la festividad que tiene lugar los días 23 y 24 de junio. El primero de los días citados se enciende una hoguera que da inicio a la festividad. El 24, por su parte, se hace una procesión, una misa y una pequeña celebración popular.

San Juan de Gaztelugatxe también fue sede de acontecimientos que recorrieron el país y buena parte del planeta. Porque no hace mucho, algunos famosos lo eligieron como lugar para casarse, como es el caso de Anne Igartiburu, aunque ahora ya no estén permitidos este tipo de actos. Y otra boda muy famosa, aunque no fuese real, tuvo lugar en la comedia ‘Ocho Apellidos Vascos’, en la ermita de San Telmo. ¡Seguro que la recuerdas! ¿Y a nivel mundial? Pues si te hablamos de Rocadragón…

Dentro de este espacio protegido, además, podrás completar también fantásticas rutas desde la que ver el Golfo de Vizcaya a la perfección. Una de ellas es la Ruta del Flysch, que va de Zumai a Mutriku pasando por lugares de ensueño. Completarla es ver precisamente todos esos escenarios de Juego de Tronos y también otras formaciones naturales que te dejarán asombrado.

Pero las curiosidades no solo se hacen en tierra firme, sino también desde el agua. Una de las más conocidas es la de dar tres vueltas para que a los marineros les vaya bien en su jornada de pesca bajo la protección del santo. Y por último, más allá de sus rocas de 60 millones de años, su presencia en la gran pantalla y sus 241 escalones, esta es una zona natural que protege a sus aves. Desde 1988, de hecho, San Juan de Gaztelugatxe es Biotipo Protegido dentro del País Vasco.