Pueblos de la Rioja Alavesa

La provincia de Álava se divide en un total de siete comarcas, siendo la Rioja Alavesa una de las más destacadas. Y en núcleos aún más pequeños, encontramos más de una veintena de pueblos listos para recibirte con los brazos abiertos. Nosotros hemos hecho una pequeña selección con los que más nos han gustado y que no te puedes perder. Y sabemos que no existen mejores compañeros de viaje que todos vosotros, así que… ¡Vamos a ello todos juntos!

Los restos de las murallas que un día lo protegieron, sus estrechas y empedradas calles y las iglesias que aún se conservan de aquella época, como la de Santa María de los Reyes, hacen que sea un destino muy apetecible. Además de esto, de entre todos los pueblos de la región, este es el que conserva la mayor parte de los alojamientos turísticos, dada su importancia dentro de la comarca. 

Un paseo por Laguardia siempre tiene la Casa Palacio del Fabulista Samaniego como parada obligatoria. Por su arquitectura e importancia, es uno de esos sitios que hacen diferente cualquier viaje, al igual que el Poblado de la Hoya, uno de los mayores yacimientos arqueológicos de la zona. Y tranquilos que no se nos olvida. El vino es gran protagonista del pueblo. De hecho, podrás ver multitud de bodegas y un entorno natural idóneo para la uva, que da como resultado el mejor de los vinos. Por cierto, una pequeña recomendación. Si quieres disfrutarlo tranquilamente, evita los meses de verano, momento en el que se satura de turistas.

Pero Elciego tiene muchísimo más que ver. Entre otras cosas, su maravilloso casco antiguo, con multitud de edificios históricos y templos que dan un aire muy especial al pueblo. La Plaza Mayor es un buen punto desde el que llegar a la Iglesia de San Andrés, templo del siglo XVI que guarda retablos y figuras medievales. Tampoco puedes perderte el ayuntamiento o La Picota, situada en el punto más alto de todo el pueblo. 

Además de esto, no te será extraño el ver varios edificios marcados con los escudos de las familias nobiliarias que los habitaron en la antigüedad. Y por último, hay que hablar de sus bodegas, que hay muchas más que las ya comentadas de Marqués de Riscal. Algunos ejemplos son las de Diez-Caballero, las de Valdelana o las de Viña Salceda. ¡Todas merecen una visita con degustación de sus vinos!

Sus orígenes aún pueden respirarse a lo largo de las empedradas calles y edificios medievales que forman el pueblo. En tu parada en Labastida no puedes olvidarte de visitar la Ermita de Santo Cristo, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XII. Además de sus tesoros interiores, el estar en el punto más alto de la localidad permite que tenga unas vistas preciosas de todo el entorno.

Más allá de este, hay otro templo de obligatoria visita: el de Nuestra Señora de la Asunción. Y lejos de las iglesias, el Ayuntamiento es otro de los puntos que tienes que visitar sí o sí. De hecho, se sitúa frente a este último templo, y lo conocerás rápidamente por su marcado estilo barroco. Además, también querrás detenerte en sus fantásticas bodegas. Las opciones son amplias, aunque hay algunas que destacan por encima del resto, como las de González Teso, Mitarte o las de Labastida Solagüen.

Lanciego es uno de los pueblos más señoriales de toda la Rioja Alavesa. Territorio de nobles en la antigüedad, muchas de las casas que habitaron aún siguen siendo uno de los grandes atractivos de la región. Y a diferencia de los pueblos anteriores, aquí el líquido que domina por encima del resto es el aceite. Descubrirás uno de los trujales más antiguos de la comarca donde una vez al año se produce aceite de forma tradicional, para no olvidar nunca de dónde se viene.

Samaniego es famoso por sus vinos y gastronomía, y también por el aroma medieval que acompaña al de sus sabores más conocidos. En la zona de Matarredo verás las principales bodegas de la zona. Además, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, es otra de las paradas obligatorias en el pueblo, al igual que las Ermitas de El Cristo y La Virgen del Valle. Por último, te recomendamos que subas hasta El Balcón de la Rioja, en el alto de Herrera, con panorámicas que impresionan.

Estos son solo algunos de los maravillosos pueblos que forman la Rioja Alavesa. Si tienes tiempo y sueñas con recorrerla al completa, nosotros solo podemos decirte que merece, y mucho, la pena. ¡Y si eres un amante del buen vino todavía más! Reserva unos días para conocer algunas de estas pequeñas poblaciones que, cada una a su manera, os dejarán un recuerdo para toda la vida. ¡Venir a descubrirlos! Y si lo que buscas es descubrirlos junto a quienes más saben, no te pierdas la excursión a la Rioja Alavesa que tienes a tu disposición. ¡Te esperamos!