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Pueblos de la Rioja Alavesa
Si te decimos que pienses en la Rioja Alavesa, la primera imagen que vendrá a tu mente es la de una buena copa de vino rodeada de un entorno natural mágico. Pero lo que ahora venimos a presentaros es un listado de pueblos que conforman un tour magnífico por la provincia. Sí, todos ellos tienen un vino que derrite por su sabor. ¡Arrancamos!
La provincia de Álava se divide en un total de siete comarcas, siendo la Rioja Alavesa una de las más destacadas. Y en núcleos aún más pequeños, encontramos más de una veintena de pueblos listos para recibirte con los brazos abiertos. Nosotros hemos hecho una pequeña selección con los que más nos han gustado y que no te puedes perder. Y sabemos que no existen mejores compañeros de viaje que todos vosotros, así que… ¡Vamos a ello todos juntos!
Laguardia
No solo es uno de los pueblos más bonitos de la Rioja Alavesa, sino que decimos sin temor a equivocarnos que se trata de uno de los puntos más bellos de todo el País Vasco. Laguardia se encuentra en lo alto de una colina. Está allí desde el pasado siglo X, cuando se originó como uno de los territorios del Reino de Navarra. Durante la Edad Media, el pueblo experimentó un gran crecimiento en todas las capas sociales, de ahí que en la actualidad aún conserve muchas de las características de esa época.
Los restos de las murallas que un día lo protegieron, sus estrechas y empedradas calles y las iglesias que aún se conservan de aquella época, como la de Santa María de los Reyes, hacen que sea un destino muy apetecible. Además de esto, de entre todos los pueblos de la región, este es el que conserva la mayor parte de los alojamientos turísticos, dada su importancia dentro de la comarca.
Un paseo por Laguardia siempre tiene la Casa Palacio del Fabulista Samaniego como parada obligatoria. Por su arquitectura e importancia, es uno de esos sitios que hacen diferente cualquier viaje, al igual que el Poblado de la Hoya, uno de los mayores yacimientos arqueológicos de la zona. Y tranquilos que no se nos olvida. El vino es gran protagonista del pueblo. De hecho, podrás ver multitud de bodegas y un entorno natural idóneo para la uva, que da como resultado el mejor de los vinos. Por cierto, una pequeña recomendación. Si quieres disfrutarlo tranquilamente, evita los meses de verano, momento en el que se satura de turistas.
Elciego
¿Sabías que Frank Gehry estuvo en la Rioja Alavesa? Que no te extrañe creer que el Guggenheim se ha transportado de repente. El famoso arquitecto dejó una perla de su trabajo en Elciego. Muy similar al museo más conocido del País Vasco, el edificio que salvaguarda las Bodegas Marqués de Riscal te sorprenderá desde el primer momento. Un hotel de 5 estrellas con todos los lujos que puedas imaginar.
Son muchas las cosas que te sorprenderán de esta construcción, pero una de las más bonitas, al margen de la estructura, es el entorno en el que se encuentra. Porque al tratarse de unas bodegas, todos sus alrededores son viñedos. Un extenso campo en el que se cultiva y trabaja la uva para obtener ese sabor tan característico de Marqués de Riscal, conocido a lo largo de toda España.
Pero Elciego tiene muchísimo más que ver. Entre otras cosas, su maravilloso casco antiguo, con multitud de edificios históricos y templos que dan un aire muy especial al pueblo. La Plaza Mayor es un buen punto desde el que llegar a la Iglesia de San Andrés, templo del siglo XVI que guarda retablos y figuras medievales. Tampoco puedes perderte el ayuntamiento o La Picota, situada en el punto más alto de todo el pueblo.
Además de esto, no te será extraño el ver varios edificios marcados con los escudos de las familias nobiliarias que los habitaron en la antigüedad. Y por último, hay que hablar de sus bodegas, que hay muchas más que las ya comentadas de Marqués de Riscal. Algunos ejemplos son las de Diez-Caballero, las de Valdelana o las de Viña Salceda. ¡Todas merecen una visita con degustación de sus vinos!
Labastida
Aunque no es el primer pueblo del que os hemos hablado, sí que podría ser el primero de vuestra ruta por la Rioja Alavesa. Porque para muchos, Labastida es la puerta de entrada a esta comarca. Al igual que muchos de los núcleos poblacionales de la zona, para descubrir sus orígenes hay que transportarse hasta la época medieval. En concreto, al siglo X. Desde entonces, su evolución poblacional ha sido notable, hasta ser uno de los pueblos más grandes de toda la comarca.
Sus orígenes aún pueden respirarse a lo largo de las empedradas calles y edificios medievales que forman el pueblo. En tu parada en Labastida no puedes olvidarte de visitar la Ermita de Santo Cristo, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XII. Además de sus tesoros interiores, el estar en el punto más alto de la localidad permite que tenga unas vistas preciosas de todo el entorno.
Más allá de este, hay otro templo de obligatoria visita: el de Nuestra Señora de la Asunción. Y lejos de las iglesias, el Ayuntamiento es otro de los puntos que tienes que visitar sí o sí. De hecho, se sitúa frente a este último templo, y lo conocerás rápidamente por su marcado estilo barroco. Además, también querrás detenerte en sus fantásticas bodegas. Las opciones son amplias, aunque hay algunas que destacan por encima del resto, como las de González Teso, Mitarte o las de Labastida Solagüen.
Labraza
Puede que, por tamaño y población, este sea uno de los pueblos más pequeños de la Rioja Alavesa. Algo más de un centenar de habitantes residen en Labraza, que en épocas turísticas multiplica por varios dígitos su población por su belleza. Se trata de un destino de origen medieval al que rodea todavía una muralla protectora que, por cierto, sigue recibiendo premios de organismos internacionales.
Siendo esta uno de los grandes atractivos de la zona, también debes adentrarte en las estrechas calles que forman todo el núcleo urbano y que te llevarán hasta tesoros de la Edad Media, como la Iglesia de San Miguel, del siglo XVI. Todo ello, justo después de entrar al pueblo por la Puerta de La Concepción o Portal Principal, en el lado sur de la muralla. Además, a través de la calle San Roque accederás a pequeños callejones rodeados de casas empedradas que llevan a conocer tesoros medievales como la Fuente del Moro.
Lanciego
Vamos a ponernos justo en el límite del País del Vasco. En uno de esos territorios en los que un solo paso te hace cambiar de Comunidad Autónoma. Lindando con La Rioja, Lanciego es uno de los pueblos más bonitos de toda la comarca. Tiene orígenes medievales, y un recorrido por sus calles te transporta rápidamente a esa época. Algunos de los puntos que tienes que visitar si o sí son la Iglesia de San Acisclo y Santa Victoria, del siglo XVI.
Lanciego es uno de los pueblos más señoriales de toda la Rioja Alavesa. Territorio de nobles en la antigüedad, muchas de las casas que habitaron aún siguen siendo uno de los grandes atractivos de la región. Y a diferencia de los pueblos anteriores, aquí el líquido que domina por encima del resto es el aceite. Descubrirás uno de los trujales más antiguos de la comarca donde una vez al año se produce aceite de forma tradicional, para no olvidar nunca de dónde se viene.
Oyón
No podía faltar en esta lista uno de los pueblos más grandes y relevantes de la Rioja Alavesa. En Oyón se encuentran buena parte de las empresas de la comarca, y esto hace que su población ronde los 3.000 vecinos. La actividad principal, al igual que en el resto de pueblos, es la relacionada con el vino. Por ello, la primera parada que os recomendamos hacer es en una de sus magníficas bodegas.
Al margen de estos negocios, del pueblo también te asombrarán sus numerosas casas señoriales que nos permitirán viajar hasta la época medieval. Una de las más bonitas y importantes se encuentra en su Plaza Mayor y data del siglo XVII. Además de esto, no te resistirás a conocer la Iglesia de Santa María de la Asunción, de la época medieval y que se conoce también como La Giralda.
De Oyón también hay que mencionar sus fiestas patronales de San Vicente y San Anastasio, que se celebran en la segunda mitad del mes de enero. Se trata de eventos tradicionales en los que salen a relucir todos los aspectos que originaron esta población. En este sentido, ¿sabías que en Oyón se celebra también Acción de Gracias? Eso sí, no en las fechas que estás pensando ahora mismo, sino que en el mes de agosto.
Samaniego
Muy cerca de Labastida se encuentra el pequeño pueblo de Samaniego, que ronda los 300 habitantes a lo largo del año. De hecho, se podría decir que llegando desde Bilbao, esta es la segunda localidad que visitarás -siguiendo el orden geográfico-. También se encuentra muy cerca de La Rioja, bajo el manto de la Sierra de Toloño. Son muchas las cosas que puedes ver y visitar a lo largo del pueblo, pero vuelven a ser sus bodegas el punto más conocido y recomendable.
Samaniego es famoso por sus vinos y gastronomía, y también por el aroma medieval que acompaña al de sus sabores más conocidos. En la zona de Matarredo verás las principales bodegas de la zona. Además, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, es otra de las paradas obligatorias en el pueblo, al igual que las Ermitas de El Cristo y La Virgen del Valle. Por último, te recomendamos que subas hasta El Balcón de la Rioja, en el alto de Herrera, con panorámicas que impresionan.
Estos son solo algunos de los maravillosos pueblos que forman la Rioja Alavesa. Si tienes tiempo y sueñas con recorrerla al completa, nosotros solo podemos decirte que merece, y mucho, la pena. ¡Y si eres un amante del buen vino todavía más! Reserva unos días para conocer algunas de estas pequeñas poblaciones que, cada una a su manera, os dejarán un recuerdo para toda la vida. ¡Venir a descubrirlos! Y si lo que buscas es descubrirlos junto a quienes más saben, no te pierdas la excursión a la Rioja Alavesa que tienes a tu disposición. ¡Te esperamos!
