Pórtico de la Gloria

El Pórtico de la Gloria es considerado una de las obras más destacadas del arte románico. Su belleza y sus detalles embelesan a millones de personas que se han aproximado y que se aproximan a día de hoy a descubrir esta maravillosa obra de arte. Por tanto, una visita a Santiago de Compostela es necesaria, ya sea por uno o varios días y aprovechar nuestras visitas guiadas a la Catedral de Santiago de Compostela, para conocer todos los detalles y curiosidades que se esconden en estos lugares tan representativos de esta magnífica ciudad.

El periodo de construcción se desarrolló desde el año 1168 hasta el 1211, en esos años el Maestro Mateo como director, arquitecto y escultor, desarrolló un ambicioso proyecto que supuso la conclusión del templo. Su trabajo se centró fundamental en la fachada occidental de la Catedral, en concreto los elementos sobre los que actuó fueron la Cripta, la Tribuna y el Pórtico.

Como toda obra de más de 800 años de existencia, en algún momento de su existencia tiene que verse sometida a una importante y compleja restauración y la misma se desarrolló en un periodo de casi 10 años, entre el 2008 y el 2018. Los objetivos básicos eran corregir las filtraciones de humedad y la condensación, por un lado, y recuperar en la medida de lo posible la policromía, ambos fueron conseguidos en su justa medida y en la actualidad se puede apreciar un Pórtico más cercano a la realidad.

El Pórtico se compone de tres arcos, uno por cada nave de la Catedral, con sus respectivos tímpanos, arquivoltas y columnas; un zócalo interior, una columna central o parteluz, lienzos de la contra fachada y bóveda.

Incrustados en cada uno de los elementos de los que hemos hablado se encuentran esculpidas más de 200 figuras de granito, tan reales y precisas como no se habían representado nunca en la Edad Media, todas y cada una de ellas se entrelazan y fluyen como en un lienzo en movimiento que dan como resultado un mensaje teológico centrado en la Salvación del Hombre.

La complejidad y la cantidad de mensajes que se incluyen en esta maravillosa obra de arte son tan grandes que la hace inabarcable sin unas pequeñas indicaciones: El Pórtico representa el Jerusalén Celeste y completa la historia de la salvación del hombre iniciada en las portadas laterales de la Catedral. El mensaje empieza en la cripta del Pórtico, donde se representa el mundo terrenal alumbrado por los astros de las bóvedas, al contario que la nueva Jerusalén, cuya luz es el cordero, en la clave de la tribuna.

El Pórtico se asienta sobre una serie de animales, cada uno de ellos con su propio significado, serían los símbolos del mal oprimido por la Gloria de Dios. Respecto a los arcos laterales, en el izquierdo se muestra al pueblo de Israel, en la parte superior de la arquivolta, sujeto a la ley mosaica, y en la parte baja, el descenso de Cristo al limbo. En el derecho se muestra el Juicio Final con las cabezas de Cristo y San Miguel en la clave, separando los bienaventurados que son conducidos a la Gloria y los condenados que sufren tormento.

La Gloria del tímpano central está presidida por una imagen de Cristo en Majestad, rodeado de evangelistas y bienaventurados. En la parte inferior, se representan ángeles con instrumentos y en la arquivolta 24 ancianos afinan instrumentos. Hay un parteluz presidido con la imagen de Santiago el Mayor.

En los laterales se reparten una serie de estatuas columnas con profetas a la izquierda y apóstoles a la derecha. Incluso se cree que hay una imagen del Maestro Mateo en la composición, en concreto en la parte posterior del parteluz, arrodillado, mirando hacia el interior del templo, otros creen que es la imagen de un peregrino anónimo.

Como culminación del viaje a lo largo del Camino, como señalamos anteriormente, es habitual la realización de una serie de rituales. Entre ellos se encontraban dos, que actualmente están prohibidos, prohibición que data del año 2008, que fue el año en que empezó la restauración de esta belleza de la arquitectura románica.

Como recordatorio de los mismos y homenaje a todos aquellos peregrinos que pudieron culminar esa experiencia vital y espiritual con ellos, nos gustaría mencionarlos:

• El primero consistía en dar tres golpes con la cabeza en la estatua conocida como Santo dos Croques, la cual muchos expertos afirman que podría representar al mismísimo Maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria. El motivo era que, se creía que así se transmitía la sabiduría y los conocimientos del este escultor y arquitecto.
• La segunda era la de apoyar la mano sobre la representación del árbol genealógico de Jesucristo, en una de las columnas, tradición heredada de la época medieval.

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