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Santiago de Compostela

Monte do Gozo

El Monte del Gozo o Monte do Gozo es una colina de 380 m de altura situada a tan solo 5 kms de Santiago de Compostela. Lejos de ser un lugar más, este punto en concreto es conocido en el mundo entero por ser el punto donde por primera vez los peregrinos llegados a la ciudad santa, pueden ver las torres de la catedral a lo lejos. El nombre de Monte do Gozo nace precisamente del sentimiento de desbordante felicidad que sentían los peregrinos en ese momento.

El Monte do Gozo es parte del Camino de Santiago.

Si vais a Santiago en peregrinación entenderéis de primera mano su significado. Si estáis en Santiago de Compostela pasando unos días, vale la pena entender y conocer un poco más de este lugar.

Monte do Gozo, el inicio del final de la peregrinación a Santiago

En la Edad Media la llegada a la cima del monte constituía para los peregrinos un momento tan importante como la entrada en la catedral de Santiago de Compostela y la visita a la mismísima tumba del apóstol Santiago. Al avistar la ciudad, el peregrino podía sentir finalmente que había logrado su objetivo, dejando atrás meses de peligros y dificultades.

En muchas de nuestras visitas guiadas por Santiago de Compostela, os mostramos que la realidad de la peregrinación va mucho más allá de un camino. Es justo, precisamente por esa importancia, darle su sitio al Monte do Gozo no tratándolo como una vista más.

El monte do Gozo a lo largo de la historia

Para comprender lo que en tiempo pasado significaba ver por primera vez el final del camino, hay que pensar en que las penurias y peligros que un peregrino medieval debía atravesar eran tales, que con frecuencia al abandonar su casa dictaba testamento por si no llegaba a regresar. Tras muchos meses (o incluso años) peregrinando a la capital compostelana, expuestos a las inclemencias del tiempo, la miseria, la enfermedad, y a los asaltantes del Camino, se cuenta que los peregrinos medievales se derrumbaban de emoción al subir al Monte do Gozo.

Era también tradición que muchos peregrinos decidieran caminar desde El Monte do Gozo hasta la catedral descalzos, y los que peregrinaban a caballo, avanzaban desde este punto caminando con las riendas en las manos, tal y como se cuenta llegó a Santiago el rey Alfonso XI. Era un gesto de respeto, agradecimiento y de contenida expresión de la alegría por la inminente llegada.

Mirador del Monte do Gozo

El Monte del Gozo ya aparece nombrado en el “Códice Calixtino”, en el s. XII, refiriéndose a él como “Mons Gaudii”, y los peregrinos franceses se referían a él como “Mont Joie”.  La importancia del lugar fue subrayada por el arzobispo de Santiago Diego Gelmírez, quien en torno al año 1105 ordenó construir en este lugar la iglesia de la Santa Cruz, para facilitar la oración de los peregrinos recién llegados. Su consagración dio lugar a una impresionante procesión del clero de Compostela que tuvo lugar el día de San Marcos, y probablemente sea la actual capilla de San Marcos. Este punto es el mirador del Monte do Gozo, identificable por dos esculturas de peregrinos que señalan la catedral y muestran en sus gestos, el júbilo que según la tradición y relatos vivieron siempre los peregrinos en este lugar. Fueron colocadas en el Año Santo de 1993, y realizadas por el escultor gallego Acuña.

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Las tradiciones de los Peregrinos en el Monte do Gozo

Existe una tradición muy antigua según la cual, cuando un grupo de peregrinos alcanzaba este lugar, aquel que primero llegase a ver las torres de la catedral era nombrado “Rey” de la peregrinación por todos los peregrinos que le acompañaban, era un honor y un orgullo del que alardear para el resto de su vida.

Los peregrinos que atravesaban el Monte do Gozo, en su descenso hacia Compostela visitaban también la iglesia de San Lorenzo, en la que según la leyenda se conservaba el cuerpo de un peregrino muerto en el Camino. No fue un peregrino muerto sin más, este hombre dejó su propia leyenda. En 1080, veinte caballeros de Lorena (Francia), ante las penalidades del Camino se juran protección mutua. Sin embargo, uno de ellos cae enfermo y es abandonado en los Pirineos por todos menos por uno. Tras fallecer, Santiago lo transporta milagrosamente a caballo, al Monte do Gozo. El Apóstol pidió  al caballero que había permanecido con el muerto, a quien también lleva consigo en el milagroso viaje hasta el monte, que comunicase a los demás, al llegar, lo inútil que resultaba la peregrinación que estaban realizando. Este milagro está recogido en el Códice Calixtino, y recuerda y exalta la solidaridad entre peregrinos.

El Monte do Gozo, contó con un gran milladoiro (humilladero), hoy lamentablemente desaparecido, y era el lugar donde el peregrino cumplía el último rito de paso antes de entrar en la catedral. Sobre este milladoiro repetían los peregrinos el rito de la acción de gracias. Se cree que contaba con una cruz en su cima, y a su lado “un gran montón de piedras”.

El Monte do Gozo en los tiempos más actuales

El Monte Do Gozo fue escogido para que el Papa Juan Pablo II celebrase los actos centrales del Encuentro Mundial con la Juventud de 1989, uno de los acontecimientos que más difundieron la imagen de Santiago en el mundo.

En 1992, a las puertas del Año Santo Compostelano de 1993, gran parte de los terrenos del Monte do Gozo se destinaron a un complejo recreativo y de acogida a los peregrinos, promovido por el Gobierno Autonómico Gallego. Este complejo ha hecho posible para muchos peregrinos descansar allí una noche o incluso permanecer varias jornadas, permitiendo que visiten la ciudad durante el día, y regresando durante la noche a un ambiente de peregrinos similar al del Camino.

 El proyecto contó con las protestas de ciertos colectivos del Camino, que veían en él una traición al sentido histórico del lugar. El complejo lo preside un monumento de cerámica, acero y piedra, tampoco exento de polémica en sus primeros tiempos. Realizado entre 1992-1993 por la artista brasileña Yolanda d´Avsburg.

Ubicación del Monte do Gozo en Santiago