Finisterre estaba considerado en la época romana el fin del mundo, a partir de este enclave lo único que se podía observar la inmensidad del océano, y por eso lo bautizaron como ‘Finis Terrae’.
Situado en la provincia de A Coruña, este municipio gallego siempre se ha considerado un lugar especial. Tanto es así que la Cruz de Finisterre es el auténtico final de la popular ruta jocobea del Camino de Santiago.
Existen muchas actividades en Finisterre para todos los públicos. Y es que, además de su delicioso pulpo a feira, posee un casco histórico por el que merece la pena pasear.
Sus calles empedradas nos llevarán a la iglesia de Santa María das Areas o a la Capilla del Buen Suceso mientras admiramos la colorida arquitectura local de su casco histórico.
Entre las experiencias en Finisterre destacan algunas a las que es imposible resistirse.
Miradores con panorámica de infarto
Admirar la costa de Galicia desde cualquier punto de los que mencionamos a continuación se convertirá en uno de tus planes imprescindibles.
- Mirador de Talón: el primero que da la bienvenida a los viajeros que aterrizan en estas tierras y nos maravilla con el azul del Atlántico.
- Mirador de la playa de Mar de Fóra: desde aquí sentirás el intenso oleaje del arenal homónimo con vistas al Monte de la Nave.
- Mirador de Corbeiro: situado muy cerca del Castillo de San Carlos, nos deja unas estampas con el Monte Pindo como telón de fondo dignas de postal.
Su accidente geográfico más destacado es el Cabo Finisterre. Famoso por sus panorámicas, es uno de los puntos a los que también debemos asomarnos y realizar algunas de las mejores fotografías de nuestro viaje. Tampoco podemos perdernos las vistas desde el Faro, un enclave perfecto para disfrutar de un atardecer único.
Playas paradisíacas de Finisterre
En los arenales de esta localidad podemos hacer surf, tomar el sol o darnos un refrescante baño en sus aguas cristalinas rodeados de un paisaje único. El azul del mar y las pinceladas de verde que aporta la naturaleza, convierten las playas de Finisterre en una auténtica explosión de colores.
- Playa da Lagonsteira: una preciosa playa de aguas cristalinas y uno de los secretos mejor guardados de la Costa da Morte. Por eso, es perfecta para escapar del bullicio, desconectar, y disfrutar de su arena blanca. A pesar de no ser una de las más conocidas del litoral gallego, si está considerada una de las más bonitas.
- Playa do Mar de Fóra: perfecta para pasear y tumbarse bajo los rayos de sol, pero una de las más peligrosas para el baño. Aún así, merece la pena acercarse para admirar sus dunas y el entorno natural.
- Playa de Arnela: esta playa virgen está aislada del núcleo urbano. Situada en una zona protegida, es perfecta para desconectar y descubrir algunas de las historias que guarda sobre naufragios.
- Praia do Rosto: con una extensión de casi dos kilómetros, esta playa está considerada una de las más salvajes de Galicia. Tampoco es apta para las actividades acuáticas, pero los turistas y locales se sienten atraídos por la exuberante vegetación y la sensación de inmensidad que experimentan.
Estas son las más famosas y tranquilas para disfrutar de una jornada estival o acercarnos a admirar su belleza.
Rutas en barco por Finisterre
Entre las actividades en Finisterre más populares se encuentran las rutas en barco, y es que el entorno es perfecto para ello. Con vistas a los lugares más emblemáticos de la ciudad, se convierte en toda una experiencia que debería ser obligatoria.
Además, aquí las puestas de sol son una maravilla y en muchas ocasiones te obsequian con una degustación de productos de la tierra, desde vinos hasta mariscos. A veces el mejor vermut no solo se encuentra en los bares locales sino que también se encuentra en alta mar.
