Italia

Guia de viaje de

Venecia

Puente de los Suspiros

Hay veces que para apreciar las cosas hay que tomar distancia o, al menos, hay que verlas desde un plano en la distancia. Eso ocurre con el Puente de los Suspiros de Venecia En el caso de la hermosa ciudad italiana, puede que sea su eterno romance con el agua el que haga de esta distancia, un fiero aliado, un firme escalón al que subirse para admirar la ciudad y sus alrededores.

Su nombre no tiene nada que ver con historias de enamorados, y aunque está envuelto en leyendas, su origen no es, precisamente, romántico. Su fama no solo se debe a su arquitectura o al hecho de haber sido inspiración para muchos escritores del siglo XIX, sino también a su historia y a las leyendas que se cuentan sobre él. Una de las paradas de nuestros Free Tours, en español, por Venecia que no os podéis perder si queréis conocer no solo este lugar, sino todo lo imprescindible de Venecia. ¡Os estamos esperando!

El Puente de los Suspiros, por donde cruzan las leyendas de Venecia

El objetivo de la construcción del puente de los Suspiros, fue la de unir las dependencias legales del Palacio Ducal (salas de la Quarintía, del Tribunal y de la Avogatoría) con las estrechas celdas de la Nueva Prisión de la Serenísima. Poco podían imaginar entonces la cantidad de historias, leyendas y sueños que pasarían bajo él.

Los mejores lugares para ver el Puente de los Suspiros son el Ponte della Plaglia, o el Ponte della Canonica, aunque la mejor postal se tiene desde el primer puente. En Buendía Tours queremos no solo que lo veáis, estamos empeñados en que lo conozcáis y para eso, hay que saber de su historia y también de sus leyendas, ¿Por qué suspira el puente?

Arquitectura del Puente de los Suspiros

El puente de los Suspiros fue construido entre 1600 y 1603 por el arquitecto Antonio Contin, sobrino de Antonio da Ponte, constructor del también emblemático puente de Rialto. El material utilizado para construir el puente, que tiene 11 metros de longitud, fue la piedra caliza blanca de Istria.

El Puente de los Suspiros es de estilo barroco, consta de dos estrechos pasillos separados y está cerrado en sus flancos, al contrario del resto de puentes de Venecia, para evitar la fuga de los prisioneros. Aun así, algún condenado consiguió huir, como Giacomo Casanova.

En el centro del puente, se encuentran tres escudos de armas del Dux de Venecia, Marino Grimani, ya que bajo su mandato se ordenó la construcción del puente. Cuenta con dos ventanas por donde los condenados podían mirar  al exterior, siendo en algunas ocasiones la última vez que veían la luz del sol.  El arco inferior está decorado con 10 mascarones con cabezas antropomorfas, y un mascarón con una cabeza de león en su centro. En la parte superior del puente, se representa esculpida una estatua de la justicia, escoltada por dos leones.

Historia del Puente de los Suspiros

El Palacio Ducal era la sede de todas las instituciones de Venecia, incluida la cárcel. En el siglo XVI se decidió mover esta de sitio y el lugar elegido fue el otro lado del río di Palazzo. Aquí se construyeron, bajo la dirección de Antonio Contin, las Nuevas Prisiones (Prigioni Nuovissime). Para conectar el Palacio Ducal con el nuevo edificio se construyó el Puente de los Suspiros

Hoy el puente de los Suspiros es uno de los puntos que hay que ver en Venecia. Se puede acceder a él siguiendo el itinerario secreto desde el interior del Palacio Ducal, o bien, cruzar por debajo del monumento en góndola o desde el cercano puente de la Paja.

Leyendas del Puente de los Suspiros

Cuando se finalizó la construcción del puente, este aún no tenía ningún nombre asignado. Hubo que esperar hasta el siglo XIX, cuando Venecia comenzó a ser frecuentada por los viajeros románticos del norte de Europa para que el puente fuera bautizado.

Según cuenta la leyenda más extendida, los habitantes de Venecia escuchaban los suspiros de los presos que cruzaban el puente para ir del tribunal a la cárcel después de escuchar su sentencia. Era, asimismo, la última vez que los reos veían la luz del día y la belleza de la ciudad. De ahí que el trayecto fuera tan doloroso.

Pero la culpa de que el puente pasase a llamarse así se debe al poeta inglés Lord Byron. Porque en una de sus obras, “Las peregrinaciones de Childe Harold”, se puede leer el verso: “Me detuve en Venecia, en el Puente de los Suspiros. Un palacio y una prisión en cada mano”.

Otra leyenda local ha relacionado al monumento con el amor. Y dice que si dos amantes se besan al atardecer en una góndola, cuando pasan por debajo del puente  al son de las campanas del Campanile di San Marco, serán bendecidos con el amor eterno.

El puente de los Suspiros también ha aparecido en infinidad de obras cinematográficas y literarias.

Ubicación del Puente de los Suspiros