Escuela Grande de San Marcos

El notable edificio de la Escuela Grande de San Marcos de Venecia forma ya parte de la historia de Venecia desde el siglo XIII. Es fácil imaginar que, a lo largo de tantos siglos en pie, los usos y los sentidos han tenido que ir variando. La escuela no va a ser una excepción. En su origen, esta Escuela Grande de San Marcos, acogía a los individuos selectos, cuyas aportaciones permitieron no solo su mantenimiento, sino también si restauración cuando un incendio en el año 1485 la dejó prácticamente devastada.

La Escuela Grande de San Marcos de Venecia fue un eje de la ciudad de estos tiempos, de hecho era una de las seis grandes escuelas de Venecia que funcionaban entonces, junto a la de la Misericordia, la de San Juan Evangelista, la Caridad, San Roque y San Teodoro. Se las llamaba entonces scuolas, que podemos traducir en una suerte de cofradías. Las funciones de las scuolas de Venecia eran varias y eran también de diversa índole. Como cualquier asociación benéfica que se preciara de serlo, repartía limosna entre los más desfavorecidos y también financiaban dotes, cubrían educaciones, organizaban procesiones, entierros y hasta bodas. Cualquiera que fuera ciudadano veneciano podía formar parte de estas asociaciones, en aquellos años la ansiada ciudadanía se concedía a los venecianos de tercera generación o a quien llevara pagando impuestos en la ciudad durante quince años, motivo sobradamente económico sin más.

La cofradía que así estuvo funcionando durante años fue disuelta en el año 1807, cuando Venecia se encontraba bajo el mando de Napoleón. El nuevo fin de la Escuela Grande de San marcos de Venecia, en esta ocasión funcionar como un hospital. Fueron los austríacos quienes, en torno al año 1815, llevaron a cabo numerosas obras y reformas, hasta dar forma al mencionado hospital. A día de hoy, la Escuela Grande de San Marcos, es el Hospital Civil de Venecia, el Hospital Civil SS Giovanni e Paolo.

Veinte años más tarde de que las llamas devoraran la anterior Scuola de San Marcos de Venecia, se ponen de nuevo en marcha las obras de la Escuela Grande de San Marcos. En un primer momento, se ponen al frente de las mismas Pietro Lombardo y Giovanni Buora, pero quien finalmente termina la fachada (y también la fachada del interior) es Mauro Codussi. Esta Escuela Grande de San Marcos de Venecia constituye una de las obras más señaladas del Renacimiento veneciano. Empezando la visión de la fachada por el recorte que está marca con el cielo veneciano, veremos que todo lo ocupan los tímpanos curvilíneos.

Más hacia abajo, en la misma fachada, sale la parte más lombarda del arquitecto, pues lo que hizo fue decorar profusamente aquella, bañando de cromatismo dicha decoración. Así, son numerosos los bajorrelieves que presenta y diversas las marqueterías esculpidas en mármol. Aún esta parte de la fachada llevará la firma de Pietro Lombardo. En este punto la perspectiva está perfectamente articulada, debido en parte, al buen uso que se le da al mármol y, en otra buena parte, al excelente trabajo de los canteros. Las columnas corintias que habitan la fachada la dividen en dos: la zona izquierda en la que está la puerta principal, y la zona derecha, que es la que da albergue. Y precisamente esta partición, conforma una de las características de la fachada de la Escuela Grande de San Marcos de Venecia: su asimetría.

Flanqueando la entrada principal, dos leones de San Marcos en pie, poderosa imagen, sin duda, del poder del estado veneciano. Las puertas secundarias fueron levantadas bajo la representación de dos misterios de San Marcos: la curación y el bautismo de Ananías.

El recorrido por el interior de la Scuola di San Marco de Venecia, es un recorrido por el Salón del Capítulo, por la Sala del Albergue, por su Biblioteca de medicina y por todas las decoraciones de los grandes pintores que, en estos años de actividad, decidieron convertir sus techos en unos casos, y sus paredes en otros, en billetes para la historia. Así se mantiene la escuela de San Marcos, a base de arte, de historia. Y como si de una auténtica cueva de piratas se tratase, la escuela de San Marcos siempre fue conocida por los tesoros de su interior. Algunos han sido trasladados con el tiempo a otros sitios, pero aquí posaron su firma, entre otros, Tintoretto con las Historias de San Marcos, Palma el Viejo o Paris Bordone.

En su interior también podemos contemplar lo que en su momento fue un ambicioso proyecto: su escalera doble, que se terminó de construir en torno al año 1495.