Basílica Santa Maria Gloriosa Dei Frari
La Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari de Venecia es una de los monumentos más impactantes de la ciudad. Un templo construido en estilo gótico Franciscano.
¡Qué bonito es recorrer Venecia!. ¡Qué bonita llega a ser esta ciudad!. Cuanto uno más la anda, cuanto más la recorre y cuanto más aprende no solo de ella, sino en ella también, más se da cuenta de la belleza que Venecia esconde. Porque aunque creamos que Venecia muestra su cara más linda, pronto veremos que lo mejor se lo deja para ella y para quienes deciden perderse por sus canales, por sus rincones, por sus plazas. Para ellos guarda bellezas y maravillas, bajo fachadas discretas, bajo colores tímidos. Una de las bellezas que no parece tal es Santa María del Frari. Es más, es mucho más que una belleza, es una parada necesaria, es un lugar para admirar y para recordar. Ubicada en Venecia desde antiguo, conoció de la ciudad su cara más reluciente, bailó sus fiestas más brillantes, supo consolarla cuando Venecia mandaba al agua de los canales lágrimas de desolación y muerte y se mantuvo intacta cuando parecía que irremediablemente la Sereníssima se apagaba.
Siempre estuvo Santa María dei Frari en Venecia y a cambio supo el tiempo ir dotándola de auténticas obras de arte, de esculturas que parecen cobrar vida para acompañarnos en la visita, de pinturas que forman parte de la historia tanto como la propia Basílica. Es más, la Basílica llegó a ser un auténtico puerto al que atracaban obras de arte, obras a través de las cuales se hubiera podido contar el arte desde el siglo XIII hasta el siglo XX. Así es Santa María del Frari, en Venecia, no se muestra si solo pasamos, pero se revela entre lujos si decidimos parar y entrar. En Buendía Venecia optamos, sin duda alguna, por la segunda opción: hay que entrar, sin duda, siempre, la opción buena es entrar.
Y por empezar la visita de alguna manera, empecemos por su historia. Aunque sea en breves líneas, esta es la historia de “Il frari”...
Historia de la Basílica Santa Maria dei Frari
Santa Maria Gloriosa dei Frari, pues así fue como se la bautizó, es puramente franciscana. Y en el hecho de ser franciscana, comienza la primera historia que vamos a contar.
Venecia conoce a los franciscanos, o los franciscanos se presentaron a Venecia, en el año 1225. La labor de esta comunidad, al menos en estos momentos, era fundamentalmente predicar y realizar, en la medida de lo posible, obras hacia los más desfavorecidos. Lo más curioso del caso es que, probablemente, fueran ellos tan desfavorecidos como los que más, pues cuando llegaron a la ciudad no tenía donde alojarse y llegaron a dormir en las puertas de las Iglesias. Con esta situación precaria viene a poner fin el doge Jacopo Tiepolo, que les dona un terreno para que comunidad construya una Iglesia. La Iglesia la dedican a Santa María dei Frari. Enseguida se empieza a conocerla como “Il Frari”, los frailes, en clara y evidente referencia a la comunidad que estaba al frente de la misma.
Y así arrancó la Iglesia que, hoy, es una de las iglesias más importantes de Venecia. Desde el principio fue tal la aceptación por parte de los venecianos tanto de la comunidad franciscana como de la Iglesia, que por varias ocasiones se iba a quedar pequeña. En el año 1250 se comienzan las obras para la construcción de una iglesia mucho más grande. La ampliación de la Iglesia Santa María dei Frari no iba a ser solo física, su estela pronto corrió por Venecia y pronto el Papa Inocencio IV les concedió el derecho a tocar las campanas, hecho que no fue baladí, pues pudieron desde ahí empezar a oficiar entierros. Volvió a quedarse pequeña y es en el año 1330 cuando surge el templo que hoy podemos ver.
El convento franciscano que se levanta al lado de la iglesia quedó demolido por un incendio en 1369, pero también se decidió volver a levantarlo de nuevo, adyacente a la tercera (y definitiva) iglesia.
Los sucesivos siglos traerán a Santa María dei Frari los monumentos y obras que hoy la adornan.
Es cierto que no todo fueron buenos momentos y golpes de fortuna en la iglesia: sufrió la ocupación del ejército francés, fue transformada en cuartel por un Real Decreto de Napoleón... pero siempre supo volver a ser Santa María dei Frari, y así se le fue restableciendo el sentido y el esplendor que nunca quiso perder, buena prueba de ellos fue su consagración el 13 de enero de 1926 como Basílica Menor.
Arquitectura de la Basílica Santa Maria dei Frari
Santa María dei Frari de Venecia, es una Iglesia en la que ver plasmado el estilo gótico franciscano y su fachada responde, en líneas generales, al estilo gótico de finales del siglo XV.
Es una iglesia grande, la iglesia más grande de Venecia, y de ellos dan fe sus dimensiones: 102 metros de largo, 48 metros de ancho y 28 metros de alto. Tratándose de estilos, debemos hacer una referencia más, su Campanile de Santa María el Frari, no es gótico (ni franciscano, ni veneciano) si no románico y es el segundo más alto de la ciudad, tan solo por detrás del de San Marcos.
El estilo gótico franciscano que mencionamos se nos muestra en la basílica, por ejemplo, en la ausencia de agujas o de pináculos o en la sencillez de la estructura que, por cierto, se vuelve una de sus características más peculiares. No debemos olvidar que la orden franciscana vivía bajo el mandato de la austeridad y era casi obligado que este mandato quedará plasmado en sus edificios.
Su fachada, obra del hermano Scipione Bon, está divida en tres partes por pilastras. En la parte central de esta división está la entrada al templo y sobre ella, en el centro, la estatua de Cristo resucitado y de la Virgen y San Francisco a ambos lados. En el dintel de esta entrada podemos ver una pintura de la Inmaculada entre ángeles. Son varios óculos los que adornan los laterales.
Si en algún momento nos asalta la idea de la austeridad, que sea ahora, porque a partir de aquí, nos vamos al interior del templo y allí, no tiene fácil la supervivencia esta idea de austeridad.
Interior de la Basílica Santa María dei Frari de Venecia
El interior de la Basílica Santa María dei Frari de Venecia tiene planta de cruz latina, tres son las naves que tiene (todas ellas con arcos ojivales), un transepto y siete ábsides. Mirando hacia arriba, hacia su techo, nos llamarán, probablemente, la atención una suerte de vigas de madera que transitan sobre doce columnas. Esos pilares y esos tirantes de madera, son los encargados de sostener la estructura de bóvedas de crucería de este interior.
Si bien es cierto que hablábamos de austeridad como regla franciscana e inclusive como característica de su exterior, la norma de la austeridad fue una norma que, o bien olvidaron en el interior, o bien decidieron bordearla en pos del arte, pues son varios los puntos en los que nos habremos de detener para admirarlos y son diversas también las obras que nos llenarán de admiración.
El altar mayor es en la Basílica Santa María dei Frari
El altar mayor es en la Basílica Santa María dei Frari de Venecia, esa suerte de luz que al fin se ve, cuando la oscuridad parece apoderarse de todo. Quizá sea el punto más espléndido de la basílica y uno de los de mayor impacto. Situado al fondo de la basílica guarda toda la gloria y toda la fe que se le supone a Italia. Lleva este altar mayor, nombre propio, el de Tiziano y es precisamente él, uno de los principales responsables de que el nombre de la basílica Santa María dei Frari haya quedado cosido a las costuras del arte en el más magnífico sentido.
Sobre el altar mayor, altar inundado de luz gracias a sus numerosos ventanales que aparte de a la luz, contribuyen también a su gran magnificencia, encontramos una de las grandes obras del maestro del Véneto. 7 metros por 3,60 son las dimensiones de “La Anunciación” de Tiziano. Con esta magnífica obra, el artista no solo volvió a afirmar quién era y de que eran capaces sus pinceles, sino que logró un nuevo hito, yendo más allá de lo obtenido, mostrando al mundo una obra que lo habría de revolucionar por el uso de la luz y del color. En este retablo se plasma el viaje de la Virgen María al cielo sobre las figuras de los apóstoles. Efectivamente, la túnica de la Virgen, el del famoso rojo Tiziano.
En este altar mayor aún hay espacio para más arte y en este caso lo podremos apreciar en forma de esculturas, de monumento funerario sería más adecuado. A la derecha, la sepultura de Franceso Foscari, que fuera uno de los dogos más importantes de la ciudad. Es obra de Nicolo di Giovanni. La urna está sujetada por cuatro voladizos sobre las que se representan la Fe, la Esperanza y la Caridad, San Antonio y San Marcos a ambos lados y las vistudes cardinales acompañando al doge. A la izquierda descansa Niccolo Tron, es una obra de Antonio Rizzo y aún es más, pues esta obra está considerada una de las grandes del renacimiento veneciano. Hasta 22 son las esculturas que habitan el conjunto.
El coro de la Basílica Santa María dei Frari
Otro de los puntos del interior de la Basílica al que nos queríamos referir es a su coro. Y es que en este interior nos espera un coro tallado en madera y serpenteado de detalles realizados en mármol. Este coro es muy antiguo en la Basílica, es del año 1468 y es obligada la referencia, y a partir de ella veréis que es irremediable la curiosidad, al detalle de que este punto es un punto único, pues aquí se conserva la única reja del coro que, desde su primera ubicación, no cambió nunca de sitio.
En este magnífico coro, que se localiza en el primer tramo de la nave central, veremos tres gradas de bancos. Esta sillería, del año 1468 y de Francesco y Marco Cozzi, probablemente conserve uno de los mayores atractivos del mismo, pues, no en vano, sus 124 sillas están maravillosamente talladas con multitud de bajorrelieves. También veremos una especie de muro que lo rodea y de la misma manera a la sillería también se decora con bajorrelieves de patriarcas, profetas y diferentes doctores de la Iglesia. En el coro hay también espacio para el arte, no vayáis a creer que no!, y los retablos que vemos son de Bellini y de Vivanni. Se piensa que el Cristo es obra del Verrochio.
Monumentos funerarios de la Basílica Santa María dei Frari
De la misma manera que ocurre en la Basílica San Giovanni e Paolo, una de las facetas más importantes del templo es aquella que hace de él un panteón para personalidades de la República de Venecia. Aquí las sepulturas comenzaron a llegar en el siglo XIV y se fechan hasta el siglo XIX.
Ya hemos tenido ocasión de hablar de los monumentos funerarios del altar mayor, los de doge Francesco Foscaro y el doge Niccolo Tron. Pero hay muchas más, algunas de las más importantes (aunque todas están hechas con la vocación de perdurar y de contar la importancia de los que aquí descansan) son:
- Monumento funerario de Claudio Monteverdi.
- Monumento funerario de Generosa Orsini y Maffeo Zen.
- Monumento a Federico Corner.
- Tumba de Benedetto Pesaro.
- Monumento funerario de Paolo Savelli.
- Monumento funerario a Jacopo Marcello.
- Monumento a Giovanni Pesaro.
- Monumento a Antonio Canova, quizá sea este el más conocido de la Basílica.
- Mausoleo a Tiziano.
- Monumento funerario a Pietro Bernardo.
- Monumento a Girolamo Garzoni.
Ubicación de la Basílica de Santa Maria dei Frari
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Basilica S.Maria Gloriosa dei Frari
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San Polo 3072
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Cómo llegar a la Basílica de Santa Maria dei Frari
- Parada: San Marco y Ferrovia
Vaporetto
Detalles
- 9:00 a 18:00 h - Lunes a Sábado
- 13:00 a 18:00 h - Domingos y Festivos
- General: 3 €
- Reducida: 1,50 €
- Menores de 11 años, Personas con discapacidad y acompañante: Gratis
Horario
La Basílica de Santa María dei Frari abre de lunes a domingos en el siguiente horario: