Iglesia San Francesco della Vigna
La Iglesia de San Francesco della Vigna de Venecia es uno de los templos más conocidos e interesantes para conocer en la ciudad. De primer estilo gótico para ser después un ejemplo del renacimiento y convertirse en un estilo toscano muy marcado.
Historia de San Francesco della Vigna de Venecia
En Buendía, en no pocas ocasiones, nos preguntamos, contemplando Venecia, como sería poder recorrer la ciudad viajando en las voces de sus campanas. Cómo sería ver la ciudad desde el sonido de tantas y tantas iglesias que tanto y tanto significaron para Venecia y también para sus venecianos. Las iglesias fueron el centro de los barrios, el lugar de recogimiento de sus habitantes, los auténticos difusores de la cultura y los mejores conservadores de la misma. San Francesco della Vigna de Venecia es una de estas iglesias desde las que nos encantaría iniciar este sueño. Sus campanas cantaban las alegrías, lloraban las penas e inclusive tuvieron el privilegio de anunciar las reuniones del consejo. Lo que empezó siendo pequeño terminó por ser grande, necesitó crecer, dar más amparo, más cobijo y más paz. Y así empezó el romance entre San Francesco della Vigna y la ciudad de Venecia.
No pocas veces hemos intentado imaginar cómo sería viajar en aquellos “talán, talán”... pero en esta ocasión vamos a viajar a San Francisco della Vigna, intentaremos acercarnos al sentir de aquellos años, ver las joyas que podemos ver en su interior, la serenidad que aún hay en sus claustros, tal y como si el tiempo no hubiera pasado. Vamos a intentar darle, en nuestros días en Venecia, el lugar a esta iglesia que, en su momento, le dieron los venecianos. Y puede que, de alguna manera, recorriendo el convento de San Francesco della Vigna, el tiempo se haya quedado detenido. Incluso, quizá, a lo lejos, podemos aún oír y sentir el retumbar de aquellos “talán, talán”...
Aunque hay veces en las que Venecia se oculta entre sus aguas o se esconde detrás de sus máscaras, es rigurosamente cierto que en muchas ocasiones hace tanto una cosa como la otra, otras veces pone las cosas fáciles y de manera evidente y amable ella misma nos pone en la línea de salida de sus historias. Eso ocurre en esta Iglesia de San Francesco della Vigna de Venecia, en la que su nombre ya nos muestra su origen, pues, efectivamente, el monasterio de San Francesco della Vigna fue levantado en una zona de viñedos y de esta zona, de esta Viña, se cuenta que fue donde durmió San Marcos en una de las etapas de su viaje a Aquilea. Esta tierra fue cedida a la orden franciscana por Marco Ziani en el año 1253.
Como pasó en otros templos de Venecia, este también se quedó pequeño para atender a las necesidades de la creciente población, por lo que se tomó la decisión de levantar un nuevo templo y un convento más grande, así la población crecía y crecía al mismo tiempo la comunidad de monjes franciscanos. Continuó creciendo y lo hizo sobremanera en importancia y de esta manera aquel pequeño monasterio de aquella zona de viñedos que al principio os narramos, fue alcanzado fama religiosa y también fama cultural, por lo que aprovechando ambos logros se decidió la construcción de nuevo, ya en el siglo XVI, de una nueva Iglesia. Y esta es la Iglesia de San Francisco della Vigna de Venecia que podemos contemplar y visitar.
Arquitectura de la Iglesia de San Francesco della Vigna de Venecia
Jacopo Sansovino fue el arquitecto en el que recayó la tarea de levantar el templo que vemos, poniendo con este proyecto, fin a la primitiva iglesia gótica. De esta nueva Iglesia de San Francesco della Vigna, de los conventos, en definitiva, del conjunto arquitectónico, podemos decir que al final resultó el templo con mayores reminiscencias renacentistas de toda Venecia, eso sí, con una clara inspiración toscana.
Un elemento, y no de la mano de Sansovino, va a reclamar la primera vista: la fachada. La mencionada fachada de la Iglesia San Francesco della Vigna de Venecia es una obra de Andrea Palladio, que recibe el encargo en el año 1562, mucho tiempo después de iniciarse la construcción del templo. Precisamente esta va a ser la primera fachada del arquitecto Palladio en la ciudad y el primer tramo en el que nos detengamos. En esta fachada hay cuatro grandes columnas corintias y también otras dos, más pequeñas y del mismo estilo corintio, que son las que enmarcan la puerta de acceso al templo. Por encima de estas columnas hay un entablamento y también una ventana termal. Y rematando esta fachada, en la parte superior, encontramos tallada la figura de un águila con una banda en la que está inscrita la palabra “Renovabitur” (renovación).
Interior de la Iglesia San Francesco della Vigna en Venecia
El interior de la Iglesia De San Francesco della Vigna de Venecia, es una planta rectangular de 43,20 metros de largo por 9 metros de ancho. Recorreremos una nave única con varias capillas laterales. Estas capillas, doce en total, sirvieron, y así se muestran aún hoy, como capillas funerarias dedicadas y destinadas a las familias que habían contribuido con su capital a la construcción del convento. Todas las capillas, a la derecha y a la izquierda del pasillo central, está elevadas sobre la nave por tres escalones. Todas están construidas de la misma manera y presentan la misma forma, por lo que en la sucesión de arcos que vemos podemos tener la certeza que cada uno de estos arcos se corresponde a una de estas capillas. Si no las más importantes, las más profusamente decoradas y que más van a capturar nuestra atención son la capilla Contarini, la capilla Basso-Sagredo y la capilla Grimani.
El altar en San Francesco della Vigna de Venecia, que es una parte indispensable de cualquier templo y aquí no iba a ser una excepción, fue en un primer momento obra de Sansovino, lo que pasó fue que con el tiempo fue sustituido por el que vemos ahora y que viene firmado por Baldassare Longhena. En la visita a San Francesco della Vigna, también podemos ver su coro, donde además (a modo de curiosidad) está el osario de la familia Lippomano. El coro se adorna, además de con su sillería, con diversas obras de arte. Muy cerca de este coro, está el órgano, obra del reconocido Fray Pietro Nachini, que pese a ser del siglo XVIII aún está en uso.
Y como final del discurrir por sus pasillos, está la visita a la llamada capella santa. Esta capilla es santa por indulgencia papal, hecho que le otorgó, desde el mismo momento de su concesión, los mismos privilegios de que disfrutaban las basílicas romanas. Imposible no pararse un instante siquiera ante su obra “Virgen con Niño, flanqueada por los santos Juan, Bautista y Francisco y Sebastián y Jerónimo”, de Giovanni Bellini.
Obras de arte en San Francesco della Vigna
Son sus capillas los puntos en los que más se concentran estas obras de arte, por lo que desde Buendía Tours, como un mero apunte de lo que podréis ver, nos gustaría llamar vuestra atención sobre alguna de las obras de las capillas de San Francesco della Vigna y también y una vez más como mero apunte también sobre alguna de las obras que hay fuera de estos huecos. Solo es una muestra, podréis ver más si os animáis a visitar el templo.
- Capilla Contarini: monumentos funerarios de los dogi Alvise y Francesco Contarini. “Virgen en Gloria con Santos”, de Palma el Joven.
- Capilla Malipiero-Badoer: “Resurrección”, de Paolo Veronés.
- Capilla Barbaro: “Bautismo de Cristo con los santos Francisco y Bernardino de Siena”, del Semolei.
- Capilla Morosini: “Virgen con el Niño entronizados”, de Antonio de Negroponte.
- Capilla della Salute: “Sagrada familia con los Santos Catalina, Juan Bautista y Antonio Abad” esta se cree que fue la primera obra en la ciudad de Venecia del Veronés.
- Capilla Basso-Sagredo: al altar es de mármol de carrara. Aquí está el monumento funerario del doge Nicolo Sagredo y del doge Alvise Sagredo.
- Capilla Grimani o de los Reyes Magos: “Resurrección de Cristo”, “Elías sanando al hijo de la viuda”, “Elías y el carro de fuego”, del Semolei o “Resurrección”, de Lázaro de Zuccaro.
Pero como os contábamos hace unas líneas, hay más obras además de las obras que nos esperan en las capillas, así en las cercanías del órgano de la iglesia podemos contemplar: “Virgen con el Niño y San Francisco” de Palma el Joven, “Virgen suplicando a Cristo que libere a Venecia de la peste”, de Domenico Tintoretto o “Inmaculada” de Gregorio Lazzarini.
Los claustros de San Francesco della Vigna de Venecia
Además de todo lo contado hasta ahora, hay un personaje en esta Iglesia que no podemos, ni queremos, dejar pasar por alto. Mejor dicho hay dos personajes que también reclaman parte del aplauso de este conjunto. Son sus claustros.
Los claustros de la Iglesia de San Francesco della Vigna de Venecia, están seguidos, son consecutivos uno a otro y se ubican en el lado norte del templo. En el primero de estos claustros veremos los suelos cubiertos de lápidas y esto es así porque tanto este claustro como la iglesia en sí, sirvieron y funcionaron durante muchos años como cementerio de personas relevantes e importantes de la República de Venecia. Algunos de estos ilustres de la ciudad que recibieron aquí descanso y cuyos nombre se esparcen en el convento son:
- Andrea Bragadin
- Mateo de Bascio
- Leonardo Foscacini
- Alvise Contarini
- Andrea Gritti
- Giosafat Barbaro
- Gramolao Barbaro
Ubicación de la Iglesia de San Francesco della Vigna de Venecia
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Iglesia de San Francesco della Vigna
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Ramo Al Ponte S. Francesco
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