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Madrid

Puerta de Alcalá

Pocos monumentos son tan importantes para la ciudad de Madrid como la Puerta de Alcalá. De hecho, es una de las antiguas puertas reales que daban acceso a la capital de España. Se encuentra junto a El Retiro y muy cerca de Cibeles. Es decir, que su ubicación, en la actualidad, es el centro de la metrópoli. Parada imprescindible en tu viaje a Madrid, vamos a conocerla un poco más de cerca en este artículo. ¿Preparado? ¡Acompáñanos en este viaje por la historia!

La Puerta de Alcalá conmemora la llegada de Carlos III a Madrid en 1759

¿Puede una puerta pasar de ser una entrada a ubicarse en el centro de una ciudad? La expansión de Madrid en los últimos siglos dice que sí. Y en esa tesitura se encuentra la Puerta de Alcalá, en el centro de una rotonda justo al lado del Parque de El Retiro. Es evidente que cuatro siglos dan para mucho, por lo que a lo largo de su historia, esta construcción ha sufrido diversas modificaciones que han acabado por darle su aspecto actual. Parada indispensable en tu viaje a Madrid, también ha sido escenario de manifestaciones de todo tipo, así como de diversos hechos históricos. ¿Quieres conocerlo todo? ¡Te lo contamos justo debajo!

Historia de la Puerta de Alcalá de Madrid

Madrid tenía, desde su origen medieval, una muralla con varias puertas de acceso que además de función defensiva, contaban con otra misión: La de control fiscal de mercancías. Eran, en definitiva, como pequeñas aduanas. Con la llegada de Felipe II en 1561 y la instauración de la Corte en Madrid, crece la población y el con ella el perímetro de la cerca, por lo que se hace necesario un mayor número de puertas. Y así nace la primitiva puerta de Alcalá. Madrid tenía ya 5 puertas reales o de registro (aquellas en las que se pagaban los impuestos): La de Segovia, Guadalajara, Toledo, Atocha y la de Bilbao​ y 14 portillos de menor importancia  o de segundo orden.

Esta primera puerta de Alcalá servía además de Cañada Real -la Cañada Real Galiana, que discurre aún hoy entre La Rioja y Ciudad Real-, y por ella pasaban los rebaños de ovejas trashumantes. Todavía existen sendos mojones a ambos lados de la calle que indican su categoría de vía pecuaria. Se trata de dos monolitos colocados en época medieval de Alfonso X el Sabio para regular el paso de los rebaños.

Esta era la puerta que había antes de la actual Puerta de Alcalá, que sufre varias modificaciones y derribos hasta que en 1599 se diseña de nuevo para celebrar la entrada en la ciudad de la reina Margarita de Austria, esposa del rey Felipe III. Era la entrada natural a la ciudad que daba la bienvenida a quienes venían desde la zona noreste y su nombre procede, al igual que la calle de Alcalá, del camino que iba dirección a Alcalá de Henares. Precisamente, en Alcalá de Henares se puede ver una puerta similar, llamada Puerta de Madrid. Y así seguirá hasta que la Puerta de Alcalá se derriba definitivamente en torno a 1770, al ampliarse la calle de Alcalá con terrenos tomados al Retiro. Y es entonces cuando hace su aparición uno de los protagonistas principales de esta Puerta de Alcalá. 

Carlos III y la Puerta de Alcalá

El nueve de diciembre de 1759, Carlos III entró en Madrid procedente de Nápoles para tomar posesión del trono e ingresó por la antigua Puerta de Alcalá, que no le debió gustar demasiado, puesto que decidió derribarla para erigir una nueva. Este proyecto se enmarcaba dentro de sus planes de mejora de la ciudad. En general al monarca no le gustó el estado de Madrid, por lo que se propuso hacerle un intenso lavado de cara a toda la ciudad, lo que a la larga le haría ganar el sobrenombre de 'el mejor alcalde de Madrid', por la cantidad de reformas urbanas que le hizo.

Decimos, pues, que este monumento está hecho para conmemorar la entrada de Carlos III en Madrid. Para realizar la construcción se convocó un concurso, al que se presentaron dos arquitectos españoles, Ventura Rodríguez y José de Hermosilla, y uno italiano, Francesco Sabatini, que fue quien finalmente ganó el concurso. Y entonces se produce una de las grandes anécdotas de la Puerta de Alcalá. Se dice que el Rey, posiblemente ignorándolo, escogió personalmente los diseños de las dos fachadas, pero cada uno ellos pertenecían a un proyecto diferente. Sabatini no se atrevió a corregir la opinión del Rey, por lo que las cosas se dejaron así. Este diseño combinado empieza a construirse hacia 1770.

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Arquitectura de la Puerta de Alcalá

Se trata de un arco de triunfo de granito de estilo neoclásico, que a diferencia de otros, cuenta con cinco vanos en lugar de los tres habituales. Se emplearon dos tipos de materiales en su construcción: Sillería de piedra berroqueña y planchas de plomo. La Dirección General del Instituto Geográfico ha colocado una placa indicando que la altura sobre el nivel medio del Mar Mediterráneo, en Alicante, es de 658'6 metros.

Las dimensiones de la Puerta de Alcalá son casi 20 metros de alto por 43 de ancho. Cabe destacar para algunos estudiosos del arco, la ausencia del busto de Carlos III, ni de ninguna mención a algún hecho destacable de su reinado ni en inscripciones ni en grabados, aunque sobre el vano central, en los áticos de ambas fachadas, figura en el frontón una inscripción en latín con el lema en tres líneas: “REGE CAROLO III – ANNO MDCCLXXVIII” (Siendo rey Carlos III, en el año 1778).

Para describir el monumento con cierto orden lo podemos hacer según varias maneras: por sus vanos o puertas, o por sus fachadas. Respecto a sus arcos, cabe decir que el monumento se basa en tres cuerpos, los dos laterales que tienen dos puertas cada uno, son más bajos que el central, que solo tiene una puerta. Entre todos suman 5 vanos: las tres centrales con arco de medio punto y los dos laterales con arcos adintelados. En los tiempos que se construyó esta puerta, los vanos exteriores más pequeños estaban destinados el paso de peatones, y los interiores más grandes, al de carros y animales. Si la describimos por sus fachadas la Puerta de Alcalá viene a ser así:

Fachada Este de la Puerta de Alcalá

Presenta 10 columnas de granito de Segovia adosadas, todas lisas y sin estrías. Los elementos decorativos del exterior fueron realizados por el escultor español Francisco Gutiérrez. Los arcos centrales están adornados con mascarones en forma de sátiros y los laterales con tarjetones de motivos florales en forma de guirnaldas. Sobre la inscripción de “Rege Carolo III” de esta fachada figura un escudo de armas real sostenido por la Fama y ayudado por el Genio en forma de niño. Lo más destacado de esta fachada es que sobre sus arcos laterales, figuran las 4 virtudes cardinales.

La Puerta de Alcalá destaca la Prudencia como virtud, y esta es representada por un niño que sujeta un espejo. También la Justicia, a través de su símbolo universal, pendiendo una balanza de su mano izquierda y una espada desenvainada en la derecha. La tercera virtud de la que hay que hablar es la Fortaleza, que aparece de forma alegórica con una columna y sus armas correspondientes -una lanza-. Por último, la Templanza. Esta se representa con un vaso en la mano, aunque el niño también lleva un estribo en el regazo (un freno de caballo).

La Puerta de Alcalá se encuentra en la Plaza de la Independencia de Madrid

Fachada oeste de la Puerta de Alcalá

En la interior, más sencilla y sobria que la exterior, se sustituyen las seis columnas exteriores por pilastras y solo dos pares junto al arco central siguen siendo columnas. Los capiteles siguen un estilo jónico, y sobre ellos se apoya una cornisa. Son del mismo diseño que los que hizo Miguel Ángel para el Capitolio en Roma. ​Sus decoraciones se deben al francés Roberto Michel. Los arcos centrales están adornados con mascarones en forma de cabeza de león y los arcos laterales los adornan relieves de cornucopias cruzadas. Sobre la inscripción en latín de este lado se representan trofeos de guerra, como diversas armas y penachos, cascos, banderolas o estandartes desordenados, que se entiende que pertenecen a enemigos vencidos, representaciones del poder absoluto de Carlos III. A la misma altura que las virtudes, pero en este lado, en vez de niños encontramos trofeos militares de estilo romano.

Restauraciones y balazos en la Puerta de Alcalá

Varias fueron las restauraciones realizadas en la Puerta de Alcalá, y en todas ellas, un dato curioso es que se trató de mantener los impactos de bala que recibiera en distintos momentos históricos. El origen de estos impactos de bala que se pueden ver en la Puerta de Alcalá de Madrid tiene su debate, pues algunos los atribuyen a la resistencia de los madrileños a la entrada de las tropas francesas en 1808 , mientras que otros expertos creen que se deben a la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis. También pudiera haber impactos de bala en el lateral norte debidos al atentado el 8 de marzo de 1921 de Eduardo Dato así como impactos de carro debido a un combate en la Guerra Civil.

Curiosidades de la Puerta de Alcalá de Madrid

En 1986 los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, popularizaron una canción que tenía como protagonista este monumento histórico, convirtiéndola en un gran éxito a nivel nacional. No nos mientas, seguro que ya la has escuchado más de una, de dos y de tres veces. Se trataba de una versión de un tema compuesta por el grupo de Vallecas Suburbano, que se convirtió en himno popular y un auténtico muestrario de referencias históricas. Pese a mencionar muchos de los acontecimientos ocurridos en este emblemático monumento, se olvida de otros muchos que te contamos en este punto.

La Guerra de los Cien Mil Hijos de San Luis en apoyo de Fernando VII dañó su estructura, y parte de las consecuencias del choque de proyectiles todavía se pueden ver hoy en día. Corría el año 1823, y cerca de un siglo después, en 1920, allí tuvo lugar uno de los actos más multitudinarios de su historia. Más de 20.000 madrileños despidieron el féretro de Benito Pérez Galdós, que recibió sepultura en el Cementerio de la Almudena. En 1921, la Puerta de Alcalá vivió uno de sus acontecimientos más trágicos.Eduardo Dato, Presidente del Consejo de Ministros y Alcalde de Madrid, fue tiroteado desde una motocicleta cuando se dirigía al Senado en su coche.

La piedra blanca que se empleó en la construcción de la Puerta de Alcalá procedía de Colmenar de Oreja

Y llega el episodio más oscuro de España en el pasado siglo XX: la Guerra Civil. En los primeros instantes, y durante la defensa de Madrid, la Puerta de Alcalá fue un espacio para la propaganda. Se colgaron diversos carteles de los líderes de la Unión Soviética, que ayudaban a la defensa de la capital. Además, con motivo del vigésimo aniversario de la Revolución de Octubre, se colgaron carteles con el lema de 'Viva la URSS'. Tras la dictadura franquista, en 1976, la Puerta de Alcalá es declarada Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional.

En 1992, en una de las reformas de la Puerta de Alcalá, esta se cubrió con escenografía de diversas escenas de la historia de Madrid, hecha por el humorista gráfico Antonio Mingote. De hecho, en la actualidad, estos dibujos todavía se conservan y se pueden ver en el Museo de la Ciudad. Ya en el siglo XXI, en el año 2001, la Puerta de Alcalá se cubrió con 45.000 libros que formaban parte de un proyecto de la UNESCO para ser posteriormente donados a Centroamérica. Por último, hay que destacar que en el año 2011, la Puerta de Alcalá fue el lugar elegido para la bienvenida del Papa Benedicto XVI, con motivo de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud.

Qué ver cerca de la Puerta de Alcalá

Son muchos consideran que la Puerta de Alcalá es uno de los 3 monumentos más simbólicos de Madrid, junto con la Fuente de Cibeles, que está a unos 350 metros, y 'El Oso y El Madroño'. Sin duda uno de los lugares imprescindibles de Madrid y el lugar por el que pasar las veces que haga falta mientras recorramos la ciudad. A su lado, la entrada al Parque del Retiro. El color de la hierba y las flores parece que la protegen del constante tráfico rodado.

La Puerta de Alcalá es el punto de partida perfecto para un día de turismo en Madrid. De hecho, alrededor de la Plaza de la Independencia se encuentran lugares tan emblemáticos como el Parque de El Retiro, la Plaza y el Palacio de Cibeles con su famosa fuente, y un buen inicio para un recorrido por las calles comerciales más exclusivas de Madrid. En sus inmediaciones también puedes visitar algunos centros con mucho arte, como el Casón del Buen Retiro o el Museo de Artes Decorativas, aún no masificados de turistas, así como, poco más allá, el Museo Naval. La Puerta de Alcalá es también un punto de partida excelente para recorrer las calles y edificios más señoriales de Madrid.

Ubicación de la Puerta de Alcalá

Cómo llegar a la Puerta de Alcalá

    Metro

    • Paradas 'Banco de España', 'Retiro'

    Bus

    • Paradas 'Puerta de Alcalá', 'Puerta de Alcalá-Retiro'

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