Casa de Miguel de Cervantes

Es cierto que a lo largo de su vida en Madrid, Miguel de Cervantes habitó varias casas, no solo la de Madrid. Un ejemplo es su casa de Valladolid, ciudad que le rindió otro homenaje colocando una estatua suya que podrás ver si realizas el free tour por Valladolid que te ofrecemos desde Buendía. Se sabe que asistía a clase en el Estudio de la Villa, por lo que podemos decir que ya residía en la ciudad en 1567. Después de sus años como soldado y su estancia en Valladolid, Miguel de Cervantes regresa a Madrid en 1608 para vivir en el Barrio de Atocha. Un año después se mudó al Barrio de la Magdalena, para posteriormente residir en un edificio de la calle del León, conocida por aquel entonces como la calle del Mentidero.

Después se traslada a la calle de las Huertas y posteriormente a la Plaza de Matute, justo antes de pasar a residir en la casa de la que te hablamos, cuya entrada se situaba en la calle del León, haciendo esquina con la calle Francos. En la actualidad, esta última avenida lleva, precisamente, el nombre del escritor. De hecho, Cervantes fue el primero en residir en un espacio de la ciudad conocido posteriormente como el Barrio de las Musas, ya que se puso de moda entre escritores, actores y actrices del siglo XVII. 

En esta casa, en un edificio que se encontraba en la manzana 228 y que hoy ya no existe, Miguel de Cervantes falleció. Siglos más tarde, en 1833, el dueño del inmueble, que aún permanecía en pie, era Luis Franco. Debido a su estado en ruinas, el propio propietario quiso derribarlo. Ante tal hecho, y dada la relevancia del mismo, Ramón Mesonero Romanos escribió una crónica que llegó a la misma Corte, que denegó todos los permisos y paró la demolición. Todo ello, después de que Fernando VII leyese dicho artículo en la Revista Española.

Pese a las órdenes del monarca, Luis Francos llevó a cabo el derribo del inmueble, y como compensación, se construyó una fachada en relieve con el busto de Miguel de Cervantes y una inscripción rememorando su estancia y muerte, en un lugar que versa 'Aquí vivió y murió Miguel de Cervantes Saavedra, cuyo ingenio admira el mundo. Falleció en MDCXVI'.

Poco después se cambió el nombre de la calle de Francos por el de calle de Cervantes. La casa de Miguel de Cervantes no se puede visitar, pero ver la fachada donde vivió el genio de las letras no tiene precio, aunque ahora encontraremos la visión de muchos zapatos en el escaparate de la tienda El pie de Oro, una zapatería ortopédica que ocupa el lugar. Que no se pueda visitar, no obstante, no le resta interés turístico a la visita, en esta casa podremos acercarnos a la vida y la obra de Miguel de Cervantes y podremos, siquiera frente a su fachada, recrear los días de este genio de la literatura española.

Si te ha sabido a poco esta pequeña muestra de Cervantes con una casa que no se puede visitar y solo muestra una placa, debes saber que hay numerosas muestras que recuerdan  a Miguel de Cervantes por Madrid. Hay estatuas de Miguel de Cervantes en la Plaza de España (un monumento espectacular de 35 metros de alto lleno de figuras quijotescas) y la Plaza de las Cortes, frente al Congreso de los Diputados. La Biblioteca Nacional de Madrid conserva un ejemplar de la primera edición de El Quijote, además de una colección de curiosidades sobre el personaje y en la entrada, otra estatua suya, junto a las de otros literatos insignes.

Hay muchas calles dedicadas a Cervantes en Madrid, además de esta en la que murió (calles de Don Quijote y de Dulcinea, en el barrio de Cuatro Caminos, calle Sancho Panza, en Puente de Vallecas y en el barrio de Tres Olivos encontramos muchas otras relacionadas con El Quijote: Ronda del Ingenioso Hidalgo, calle Rocinante, etc.) En la Estación de Atocha encontramos la salida del Tren de Cervantes, los sábados de abril a diciembre, con destino a Alcalá de Henares, trayecto amenizado por representaciones teatrales. Su nombre se asigna a escuelas, centros culturales, hoteles, restaurantes y comercios.

Encontramos su figura en muchos sitios inesperados: en la verja del Jardín Botánico de Madrid hay una placa que recita unas líneas de su Viaje al Parnaso. En la Plaza de Oriente una inscripción que recuerda la batalla de Lepanto y su participación. En una fachada del edificio de la Real Academia Española figura el nombre de Cervantes, junto al de otros escritores y humanistas. ¿Quieres saber mucho más sobre Cervantes y la ciudad? ¡Reserva ya tus actividades en la capital española y disfruta como nunca!