Museo del Prado

Una pinacoteca que hace bueno el dicho de que “lo clásico es lo moderno”, un sitio de peregrinación para todos los amantes de la cultura y el arte, y uno de los principales puntos de interés de la ciudad de Madrid. Si os gusta el arte y estáis en la capital española, Buendía tiene para vosotros las mejores alternativas.

Por su parte, la escuela flamenca y su estrecha relación con la monarquía española y Flandes tiene un importante espacio en el Museo del Prado. Destacan los maestros primitivos flamencos, como Van der Weyden y El descendimiento de la cruz, el Jardín de las Delicias de El Bosco, amén de otros barrocos como Rubens, Brueghel, Jordaens y Teniers, Durero o Rembrandt también tienen sitio dentro de la pintura francesa, holandesa y alemana. Además, cabe destacar las salas dedicadas a El Greco, que conservan algunas de sus pinturas más relevantes como El caballero de la mano en el pecho o la Santísima Trinidad.

En la actualidad, el Museo del Prado ofrece varias exposiciones temporales que os encantarán. En esta primera mitad del año 2022, podrás disfrutar de la colección Annibale Carracci. Los frescos de la capilla Herrera en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma. También hay una representación llamada 'Hoy toca el Prado', que se traslada al Museo de Málaga para llegar a personas con algún tipo de discapacidad visual. Obras que pueden ser recorridas y tocadas con las manos. 

Además, durante la mayor parte del año 2022, el Museo del Prado también permite ver una interesante colección de ocho obras de Francisco Pradilla, a modo de homenaje por el centenario de la muerte de este genio de la pintura. Otra de las exposiciones que no te puedes perder es 'Arte y mito. Los dioses del Prado'. Una colección inédita sobre la mitología clásica que os va a dejar sin palabras por su belleza y majestuosidad. 

El Lavatorio - Tintoretto

Tintoretto pintó este cuadro para la iglesia de Venecia. En él se ve a Jesucristo lavando los pies a San Pedro el día de Jueves Santo ante la mirada atenta de San Juan. El resto de los apóstoles están alrededor de la mesa o desatándose las sandalias para que Cristo les lave los pies. Al fondo se puede ver un canal con una góndola, haciendo un guiño a los orígenes del pintor. Este cuadro estuvo durante mucho tiempo en el Monasterio de El Escorial hasta que fue trasladado al Museo del Prado. 

La Anunciación - El Greco

Este cuadro representa el momento en que el arcángel San Gabriel anuncia a la Virgen María que concebirá un hijo por gracia del Espíritu Santo, representado en el cuadro en forma de paloma blanca. Se ve una orquesta de ángeles que celebran la anunciación. Este cuadro fue pintado para decorar una capilla del Colegio de la Encarnación de Madrid.

Las Meninas - Velázquez

Una de las obras estrella del Museo, es la gran obra de Velázquez, considerado por muchos expertos como uno de los mejores cuadros de la historia del arte. En esta obra se retrata una escena en el palacio de la familia del rey Felipe IV. Una de las peculiaridades de este cuadro es el autorretrato de Velázquez en la obra, que sale pensado frente al lienzo. También se puede ver a los reyes reflejados en un espejo al fondo de la sala, como si estuvieran observando la escena, al igual que el espectador que observa el cuadro. Estuvo durante mucho tiempo expuesto en el despacho del rey para más tarde ir a parar al Museo del Prado, desde hace más de 200 años, cuando este abrió sus puertas.

La Maja Vestida - Goya

Pintado por Goya para el primer ministro del rey Manuel Godoy, es el protagonista de muchas leyendas, ya que durante muchos años la gente intentó averiguar la identidad de la maja, nombre referido a una mujer de Madrid en la época de Goya. Este cuadro se incluyó en la colección del Museo del Prado en el año 1901, tras permanecer escondido de la Inquisición en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Las Tres Gracias - Rubens

Al igual que la obra de Velázquez, este es un cuadro de la mitología de la Antigua Grecia y Roma. En este caso se trata de 3 diosas hijas de Júpiter, el dios más importante de la mitología romana. Estas tres mujeres representan la idea de belleza, de amor, del deseo sexual y de la generosidad. Aparecen en la obra muchas representaciones del amor y la alegría, como los ciervos del fondo, la figura del dios Cupido abrazado a una cornucopia, la guirnalda de rosas, hasta la postura de las gracias abrazadas. Este cuadro fue comprado por el rey Felipe IV tras la muerte de su autor.

La Familia de Carlos Cuarto - Goya

En este cuadro aparecen 13 personajes de la familia real y el propio pintor, que se retrata a sí mismo pintando un cuadro. Goya tardó varios meses en pintar este cuadro y fue su primera obra como pintor principal de palacio, nombrado por el rey Carlos Cuarto. Se sabe que retrató a los miembros de la familia real por separado para poder recordar los personajes y sus posiciones.

La Fragua de Vulcano - Velázquez

En este cuadro se ve una escena de mitología de la Antigua Grecia y Roma. En esta obra aparece el dios Apolo, dios del Sol, que visita a Vulcano en su taller metalúrgico para decirle que Venus, su mujer y diosa del amor, le es infiel. Es por esto por lo que Vulcano aparece pintado con cara de enfado y los trabajadores del taller con cara de sorpresa. Este cuadro fue pintado por Velázquez cuando vivía en Italia y más tarde pasó por el Palacio del Buen Retiro de Madrid y el Palacio Real, hasta llegar al Museo del Prado.

Carlos Quinto en la batalla de Mühlberg - Tiziano

Como se puede intuir, esta obra se trata de un retrato de Carlos V emperador de Alemania y rey de España que ganó la batalla de Mühlberg. Tiziano pinta a Carlos V como un emperador pacífico con capacidad para gobernar pueblos y regiones. Este tipo de retrato, basado en esculturas de emperadores romanos muy poderosos, sirvió a grandes pintores como Rubens o Goya como inspiración para sus retratos de reyes y nobles.

La Adoración de los Magos - Rubens

Esta obra de Rubens representa la visita de los tres magos al niño Jesús rodeados de muchos otros personajes que quieren ver al recién nacido, que emite luz propia que ilumina toda la obra. Este cuadro fue pintado en un primer momento para decorar el ayuntamiento de Amberes en 1608, pero no fue terminado hasta 20 años más tarde, cuando Rubens se añade a sí mismo, a los ángeles que salen por encima del resto de personajes y a los acompañantes de los magos con caballos y camellos. Este cuadro está en España desde hace 400 años.