Barrio de La Latina

El Barrio de la Latina, es una visita imprescindible si vas a Madrid, una vez en él merece la pena acercarse a uno de los templos más impresionantes de la ciudad: la Iglesia de San Francisco el Grande. Construida en la segunda mitad del siglo XVIII y declarada Monumento Nacional desde 1980. Destaca por su magnífica cúpula, una de las más grandes de la cristiandad. Además de por albergar una colección de pintura de los siglos XVII al XIX con obras de Goya y Zurbarán entre otros.

Otra visita interesante en el Barrio de la Latina de Madrid es La Puerta de Toledo, era la antigua entrada y salida del camino de Andalucía y de Toledo. Se empezó a construir por orden de José Bonaparte en 1813, pero, tras su breve reinado, el proyecto original fue modificado y llevado a cabo por el arquitecto Antonio López Aguado, convirtiéndola en un arco triunfal. Inaugurada en 1827, se convirtió en el lugar de recepción del rey Fernando VII. Junto con la Puerta de Alcalá son las dos únicas puertas históricas que se conservan en Madrid.

Las plazas del Barrio de La Latina de Madrid

Si hay algo que diferencie el Barrio de La Latina de otros de la ciudad son sus plazas. Todas están llenas de vida, y alrededor de todas ellas se ha ido construyendo la identidad de esta parte de la ciudad. En épocas del Madrid medieval, La Latina se correspondía con los arrabales de la ciudad. Muchos comerciantes llegaban aquí a vender sus mercancías, algo que ha hecho que muchas plazas tomen el nombre de los productos que se vendían en ellas. Un claro ejemplo es la Plaza de la Cebada, uno de los puntos de encuentro del barrio. En la antigüedad, aquí se separaba la cebada que iba a ser utilizada para la alimentación de los caballos del Rey.

Otro ejemplo es la Plaza de la Paja. Un lugar muy importante en la historia del barrio, ya que en la época medieval era el centro neurálgico, no de esta zona, sino de toda la ciudad. La construcción de la Plaza Mayor le privó de este honor, aunque sigue siendo un lugar muy importante. Su nombre, por cierto, proviene de ser el lugar de mercadeo de la paja para las mulas de la capilla del Obispo. Y de plaza en plaza y tiro porque me toca. Nos vamos hasta la de los Carros, una de las entradas al Madrid medieval. Aquí se dejaban los carros que traían las mercancías a la ciudad para ser revisados antes de acceder a la metrópoli a través de la Puerta de Moros.

Además de esta, otras de las Plazas de La Latina son las de San Andrés y el Humilladero, de las que salen muchas de las calles de esta zona de la ciudad, conocidas como Cava Alta y Cava Baja. Por cierto, estos son sitios de obligado recorrido para ir de tapeo por Madrid o para sentarse en una terraza y disfrutar de todo el ambiente del barrio. ¿Te apuntas?

Madrid no se entiende sin sus famosas verbenas. Fiestas con siglos de antigüedad que han sabido reinventarse para estar, en pleno siglo XXI, más de moda que nunca. Y una buena forma de conocer Madrid y sus tradiciones es acercándose a sus barrios. En La Latina, con la llegada del buen tiempo en el mes de mayo, empieza San Isidro, patrón de la capital.

En torno al 15 de mayo, fecha de su onomástica, si os encontráis de visita por Madrid tendréis una oportunidad única de conocer el Madrid más castizo y ver a chulapos y goyescos salir a la calle. Uno de los enclaves de esta fiesta se encuentra en el barrio de La Latina, se trata del Jardín de las Vistillas, el espacio verde más castizo de Madrid. Las vistas desde lo alto de su ladera son muy recomendables.

Pero si hay una fiesta en Madrid internacionalmente conocida, esa es la verbena de la Paloma, y es que en ella se han inspirado incluso películas y zarzuelas. Se celebra en el mes de agosto en el barrio de la Latina en honor a la Virgen de la Paloma; y si el mes de agosto os sorprende en la capital es una cita ineludible, una oportunidad perfecta para combinar turismo y tradición. Las principales actividades de la Verbena de La Paloma tienen lugar en las plazas de la Paja, de la Cebada, de San Francisco o la Puerta de Moros.