Museo Metropolitano de Arte

Más de seis millones de personas pasan cada año por los pasillos y las diferentes salas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Y esto no puede ser por casualidad. Inaugurado en 1872, aquí se encuentran colecciones únicas en el mundo. Alucinarás con todas sus exposiciones, en una actividad perfecta para hacer en familia y con los niños. A lo largo de sus salas, te encontrarás con la firma y el sello de los artistas de más prestigio de la historia. Todo ello, convierte al MET en uno de los imprescindibles de Nueva York.

Haciendo un recorrido por la historia, la gran acogida en sus primeros años de vida hizo que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York creciese notablemente en muy poco tiempo. Muchos lo consideraron uno de los grandes atractivos de la ciudad, siendo parada indispensable de los turistas que visitaban la Gran Manzana. Por ubicación y también por importancia. 

Y es que de aquella primera colección privada que donó Robert Lee Jekins se ha pasado, en la actualidad, a exponer más de dos millones de objetos, reliquias, pinturas, esculturas y otras formas de expresión artística. Todas ellas abarcan más de 5.000 años de historia, en la que se exponen los grandes trabajos de las culturas y civilizaciones que han habitado el planeta Tierra. ¡Es sensacional!

Además, otro de los puntos en los que es obligatorio detenerse dentro del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York es en sus directores. Como sabrás, muchos de los centros culturales dependen de forma directa, en lo referente a sus órganos de dirección, de directrices y órdenes políticas. En este caso no. Los directores no son nombrados por el Gobierno ni ninguna de sus influencias. 

De hecho, a lo largo de su historia, los directores del MET han permanecido un buen número de años en su cargo. Philippe de Montebello se lleva la palma después de dirigir el museo durante 31 años. Otros directores conocidos son James J. Rorimer, en el cargo durante 11 años, o Thomas Hoving, que asumió esta función tras el fallecimiento del anterior, y lo hizo durante algo más de una década.

Hoy en día, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York recibe una media de seis millones de visitantes cada año. Y es que nadie pasa por alto la riqueza de su interior. Además, dado el tamaño que posee, cuenta con oportunidades que quizás no tienen otros de los centros culturales de la ciudad. Una de las más relevantes es que sus exposiciones se ven a tamaño real, como la del templo egipcio que encontrarás en una de sus plantas.

Además, derivado de la pandemia de COVID-19, el MET propuso una novedosa iniciativa conocida como ‘The MET 360º Project’, con la que cualquier usuario puede recorrer el museo con todo tipo de detalles desde la zona del mundo en la que se encuentre. Un modo de acercarse a lo digital y hacer crecer también el número de visitantes que cada año se quedan fascinados con sus obras.

Oriente Próximo también tiene su departamento, con objetos del Neolítico y otras épocas de la historia, en las que se incluye la conquista árabe del Imperio Sasananio en el año 651. Las armas y armaduras también tienen su departamento propio, algo único del MET, ya que ningún otro museo expone estos objetos de una manera similar. El arte de África, el resto de América del Norte, América del Sur y Oceanía suele ser también una de las paradas favoritas de los visitantes, con más de 60.000 piezas que abarcan 4.000 años de historia.

Otros de los departamentos más populares del MET son los que tratan el Arte de Asia, la fotografía, el Arte de Egipto, la pintura procedente de Europa, o el arte griego y romano. También el arte procedente del Islam, fuertemente influenciado por lo religioso, aunque con otros vestigios y objetos procedentes de varios ámbitos de la vida social. Como ves, el abanico de posibilidades es amplio, por lo que te recomendamos que planifiques muy bien la visita para no perderte nada.

Los imprescindibles del MET

Ahora que ya conoces cómo se divide el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, toca descubrir cuáles son esas obras imperdibles que no puedes dejar escapar. Colecciones, grabados, esculturas, pinturas y objetos procedentes de todos los lugares del mundo. De este modo, y aunque sea tan solo un poco, el MET es perfecto para recorrer todas las culturas de la humanidad en una sola visita. ¿Quieres conocer estos imprescindibles? ¡Sigue leyendo!

• Colección Robert Lehman. Robert Lehman fue uno de los banqueros más conocidos de Estados Unidos en el pasado siglo XX. Su otra pasión, al margen del trabajo que desempeñaba, era el arte. Tras su muerte en 1969, su fundación donó al MET casi 3.000 obras de arte centradas en varios periodos de la historia. El Ala del museo que se dedica a su persona se compone de estos trabajos, centrados en el renacentismo italiano y la Escuela de Siena, con obras de Botticelli, el Greco o Goya, entre otros.
• Casas en el Achterzaan. Se trata de una pintura del francés Claude Monet. Utilizando la técnica de óleo sobre lienzo, esta obra maestra del año 1871 es una de las obras más conocidas del artistas que se enmarca dentro de las pinturas y el arte procedente de Europa. Representa un paisaje de aguas limpias de los Países Bajos en el que el pintor se inspiró en uno de sus viajes.
• Manuel Osorio Manrique de Zuñiga. Es uno de los cuadros más conocidos de Goya. Utilizando también la técnica de óleo sobre lienzo, fue creado en 1788. El pintor retrata al hijo pequeño del Conde de Altamira, Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán. El artista español lo representa pareciendo un muñeco que no se nueve, con un gesto serio, traje rojo, y con la luz centrada en la zona de su cabeza. A sus pies, se encuentran dos gatos y varios pájaros. Quiere representar la inocencia de los niños.

• Estudio de una mujer joven. Siguiendo con la pintura europea, nos trasladamos ahora al siglo XVII. Johannes Vermeer pintó entre 1665 y 1667 el Retrato de una mujer joven como variante del cuadro ‘La joven de la perla’ del mismo estilo y época. El cuadro representa a una joven posando frente a un fondo negro y con una bufanda que cubre sus ojos. Ven a conocer toda la historia de este cuadro.
• Campo de Trigo con Cipreses. Van Gogh pintó este cuadro durante su estancia en el manicomio de Saint-Rémy. Lo que pretendía mostrar al público era la bella y libre campiña de la zona, cubierta por olivos y cipreses. Lo hizo en 1889, y el propio pintor presentó este cuadro como uno de sus trabajos favoritos durante la época de verano. Hoy en día, es uno de los grandes atractivos de la pintura europea del MET.
• Retrato de Juan de Pareja. Velázquez pintó este cuadro en 1650. En el se representa sobre un fondo oscuro al esclavo moro que trabajaba en el propio taller del pintor. El genio lo dibujó en Roma, con el fin de exponerlo en el Panteón para impresionar a todos los presentes. El retrato representa a Juan de Pareja, un amante de la pintura que también dejó su firma en varios cuadros.
• Tumba de Perneb. Se calcula que esta escultura data de los años 2381 a 2323 a.C. Es una de las reliquias más antiguas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Perneb era uno de los funcionarios de la corte que presidía los actos en los que el faraón era vestido y coronado. La estructura de la tumba contiene una cámara para ofrendas que posee el MET, así como un patio en el que se encuentran estatuas de su persona, formando el complejo funerario más completo del museo. 
• Templo de Dendur. Ya os hemos contado que una de las grandes ventajas con las que cuenta este centro es su tamaño. Esto permite que se puedan exhibir elementos, como el Templo de Dendur, a tamaño real. Este monumento, del año 15 a.C., fue un regalo de Egipto a Estados Unidos. En él podrás ver una característica puerta, el pórtico, una cámara para las ofrendas y el santuario.
• Arms and Armor. Como os adelantamos en el punto anterior, uno de los departamentos más conocidos y visitados del MET está dedicado a las armas y armaduras de la época medieval. Se representa el arte del armero, con todas las culturas que las han fabricado a lo largo de miles de años. Podrás ver las armaduras más representativas de la historia, que se utilizaron para la conquista y defensa de muchos territorios. 

• Colección de arte romano y griego. La Roma y Grecia Clásicas son dos de las civilizaciones que más importancia y relevancia han tenido a lo largo de la historia. Diferentes ámbitos del saber, el conocimiento e incluso el deporte tienen buena parte de sus raíces aquí. Este departamento lo integran más de 50.000 objetos que abarcan desde el 312 a.C. hasta la actualidad. Un sarcófago romano, murales, relieves y varios objetos componen esta inmensa colección, en la que se representa al detalle una villa noble de Boscoreale, enterrada tras la erupción del Vesubio en el 79 a.C.
• Mural de Buda. Pintado en el siglo XIV, es una de las piezas centrales del arte asiático del MET. Son, en total, siete metros y medio de altura en los que se ve al dios representado junto a varios de sus discípulos. Un mural que os sorprenderá por su gran valor histórico, siendo una de las mejores representaciones del arte budista.  
• Esculturas y arte americano. Aunque lo hayamos dejado para el final, ya os comentamos en el punto anterior que este es uno de los departamentos más ricos del MET. La escultura de Hiram Powers llamada California fue la primera en llegar al museo, encontrándose todavía, a día de hoy, entre la colección permanente. Además, también se incluyen miles de pinturas y dibujos y unas 600 esculturas. Entre las pinturas más destacadas, se encuentra la de Emanuel Leutze de 1851 que representa a Washington cruzando el Delaware.

Otras obras que no te puedes perder en el MET

Está claro que las anteriores son solo algunas de las obras que no te puedes perder en el MET. Pero la lista es interminable. Por ello, no queríamos despedir este artículo sin hablaros de alguna de las representaciones que, pese a no encontrarse en la lista anterior, también son imperdibles. Una de las más importantes es la colección de platería del arte decorativo de Estados Unidos. Contiene piezas únicas de Paul Rever y Tiffany&Co que son sensacionales.

Además, también podrás ver el retrato que Gilbert Stuart le hizo a George Washington y obras de pintores estadounidenses como James McNeill Whistler o Thomas Eakins. Dentro del arte de Oriente Próximo, presenciarás una preciosa colección de figuras y piedras del Palacio Noroeste de Ashur-nasir-pal II. Además, desde el continente africano se han donado objetos ceremoniales de la Corte de Benín, en Nigeria, y pinturas primitivas encontradas en Australia y que cuentan con más de 40.000 años de vida.

Está claro que dentro del MET no te puedes perder tampoco el llamado Instituto del vestido. Un departamento en el que se exponen más de 8000 trajes y accesorios que van rotando cada año, por lo que verás la firma de diversos diseñadores a lo largo del museo. Además, en estas salas también se pueden ver muestras durante más tiempo de diseñadores famosos como Chanel. El arte islámico se representa con varios manuscritos del Corán y galerías con diferentes objetos artísticos.

Por último, no podemos olvidarnos de mencionar el precioso arte medieval, que guarda los objetos más impresionantes del mundo occidental a lo largo de doce siglos, del IV al XVI, así como de la época bizantina. En total, son más de 11.000 objetos que poseen una cualidad única en el MET. Y es que debido a su tamaño, se encuentran en dos lugares: el edificio del museo y en los Claustros, dedicados exclusivamente al arte medieval.