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Guia de viaje de

Nueva York

Museo Guggenheim de Nueva York

En plena Quinta Avenida se encuentra uno de los museos más impresionantes de Nueva York. El Guggenheim acoge las colecciones de arte moderno más destacadas del planeta. Pero lo realmente curioso es que este centro no se empieza a ver cuando cruzas su puerta de entrada, sino que se hace desde la calle. En el momento en el que veáis su fabulosa fachada en espiral lo entenderéis. ¡No puedes dejar pasar la oportunidad de venir a conocerlo!

Asómbrate con el museo más sensacional de Nueva York

El Museo Solomon R. Guggenheim, que así es su nombre completo, lleva varias décadas ofreciendo a los neoyorkinos y visitantes de la ciudad las colecciones de arte moderno más fascinantes del mundo. El centro toma el nombre del creador de la Fundación que impulsó su construcción, Solomon R. Guggenheim. Es cierto que a lo largo de la Gran Manzana hay otros centros excepcionales que ofrecen colecciones indispensables, pero el plus que da este en concreto, es que las obras maestras se ven ya desde la calle, con su imperial fachada blanca en espiral. Por ello, es uno de los imprescindibles de Nueva York.

Historia del Museo Guggenheim de Nueva York

Solomon Robert Guggenheim nació en Filadelfia en 1861. Lo hizo en el seno de una rica familia dedicada a la minería, por lo que su primer trabajo se desarrolló en este campo. Pese a ello, la gran pasión de Guggenheim era el arte. Por eso, desde los primeros años del siglo XX, comenzó a coleccionar piezas de gran valor. Su primera gran colección arrancó en 1930, cuando Hilla Rebay, su asesora de arte, le animó a adquirir 150 obras de Kadinsky.

Fue precisamente en la década de los treinta, más en concreto en el año 1939, cuando la Fundación Solomon R. Guggenheim creó un espectacular museo en corazón de Nueva York. La idea era que el centro acogiese las más variadas y valiosas obras de arte impresionistas y postimpresionistas. Además de esto, también se fijó como uno de los criterios iniciales el mostrar al público las mejores representaciones de arte moderno y contemporáneo.

En sus inicios, este centro nació con el nombre de ‘Museo de Pintura Abstracta’, bajo la dirección de la ya nombrada Hilla Rebay. Poco después de la muerte de su fundador, el museo pasó a llamarse con en la actualidad: Solomon R. Guggenheim Museum. Lo hizo en 1949, una década antes de ser trasladado a la ubicación que ocupa a día de hoy. Y es que en 1959 acabaron las obras del espacio que ocupa hoy en día.

El Museo Guggenheim de Nueva York es una obra de arte desde el exterior

Fue el famoso arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright quien se encargó de construir este complejo. Un edificio que muestra a la perfección la arquitectura del siglo XX. De hecho, el Guggenheim, además de otros edificios de Lloyd, son Patrimonio de la Humanidad para la Unesco desde el año 2019, dentro del campo ‘La arquitectura del siglo XX de Frank Lloyd Wright’. Indudablemente, este hecho, da más valor, si cabe, al edificio. 

Conforme han pasado los años, el Guggenheim se ha sometido a varias reformas y ampliaciones debido a su aceptación. Desde su apertura, millones de personas se han detenido ante sus excepcionales exposiciones, asombrados con el valor de todas las colecciones. La última de estas renovaciones se llevó a cabo entre los años 2005 y 2008. Hoy en día, su característica fachada, visible desde varios puntos de la Quinta Avenida, es la primera obra de arte que verás del museo.

Cada año, cerca de dos millones de visitantes, de media, entran al interior del Guggenheim. Todos ellos acaban deseando volver después de un recorrido excepcional por la historia del arte moderno y contemporáneo. Y a todo esto hay que añadir que lo haces en un espacio encantador, dispuesto de toda clase de detalles de la maravillosa arquitectura de Lloyd. En definitiva, toda una experiencia para los sentidos. ¡Os va a maravillar!

Arquitectura del Museo Guggenheim

La construcción y puesta en marcha del Museo Guggenheim de Nueva York no estuvo exenta de polémica. En este caso no por algo malo, por así decirlo. Todo el mundo apreció y se fascinó con el trabajo de Lloyd, pero fueron muchos los que aseguraron que el diseño tan sensacional del edificio iba a eclipsar el valor de las obras de su interior. ¡Para que veáis lo bonita y majestuosa que es esta construcción! De hecho, son muchos los que sostienen que verlo por fuera, sin ni siquiera entrar, también es una sensación única.

La arquitectura del Museo Guggenheim de Nueva York os sorprenderá

Pero al margen de esto, la base de la estructura del Guggenheim tiene forma circular. Como ya te hemos contado, se ubica en plena Quinta Avenida. Su fachada blanca y en espiral no te llevará a confusión, ya que apenas tardará en llamarte la atención. Sus anillos de la parte superior le dan un toque especial y raro al museo. Y decimos raro porque son mucho más grandes que los inferiores, algo que no suele ser habitual en casi ninguna edificación en el mundo. 

Debes saber que Frank Lloyd Wright tardó más de 15 años en diseñar el museo. Se centró en la perfección, y la espera mereció la pena. La arquitectura de la construcción mezcla el diseño Beaux Arts, clásico de instituciones académicas, con el estilo internacional, propio de los movimientos modernos. Como resultado quedó un sensacional templo a la cultura con una superficie de cemento. Lloyd falleció seis meses antes de la finalización de su proyecto, aunque su gran apuesta ha quedado para siempre.

Y del exterior, al interior del edificio. Es tan impresionante lo de fuera como lo de dentro. Al margen de las exposiciones y exhibiciones, de las que luego hablaremos, te encontrarás con una gran espiral. Esta sustituye a los clásicos pisos que separan los museos, creando un único espacio repleto de rampas y ascensores para el libre movimiento de los visitantes. La gran cristalera de la parte superior del edificio hace que entre bastante luz natural, lo cual también supone un plus. Y eso que es de las pocas ventanas que hay dentro.

Qué ver en el Museo Guggenheim de Nueva York

Es cierto que la arquitectura del Guggenheim impresiona a todo aquel que lo visita. Pero está claro que su gran valor siguen siendo las obras que se encuentran en su interior. Auténticas joyas del arte moderno y contemporáneo que se dividen en la colección del propio Guggenheim, con piezas únicas y otras colecciones como la de los Thannhauser, conocidos recopiladores de arte de origen alemán. 

A lo largo de todo el museo te encontrarás con obras que llevan la firma de los autores más destacados de estos campos del arte. De este modo, podrás ver obras de Marc Chagall, Van Gogh o Picasso, entre otros muchos. En las próximas líneas, vamos a contarte con todo detalle cuáles son las obras del Museo Guggenheim de Nueva York que no te puedes perder durante tu visita. ¡No te las pierdas!

  • Landscape with Red Spots. Es una obra de Vasili Kandinsky de principios del siglo XX. En ese momento, el artista se mudó a la Alta Baviera, a la ciudad de Murnau, donde su compañero Gabriele Münter tenía un piso. En los paisajes alpinos que veía desde aquí se inspiró para crear este cuadro con formas verticales, algunas de las cuales parecen salirse del lienzo hacia otro mundo. De este modo, se representa el lugar de una forma exaltada.
¡Te impresionarán las muestras más increíbles del arte moderno y contemporáneo!
  • Bird on a Tree. Es una de las muchas obras de Picasso con las que cuenta el Museo Guggenheim. Data de 1928 y se utiliza la técnica de óleo sobre lienzo para representar un pájaro de color negro que se encuentra sobre la rama de un árbol. Es una de las pinturas de la época en la que el artista se relacionó con el estilo surrealista. ¡Una delicia visual!
  • In the Salon. Es uno de los cuadros más característicos de Henri de Toulouse-Lautrec. Data de finales del siglo XIX, y en él se puede ver un salón que representa a la perfección los mundos en los que se inspiraba para componer sus obras. Y es que en esta época de su vida, el artista acudía a las distracciones que la sociedad tenía en la ciudad de París para componer sus cuadros. Este es un buen ejemplo de ello. 
  • Composition. Willem De Kooning pintó este cuadro en 1955. Lo hizo como una muestra que servía como muestra del tremendo ritmo de vida que se lleva en las ciudades. Lo que se busca es representar, a través de las pinceladas, a una mujer en la ciudad, en formas que son prácticamente imposibles de distinguir debido a ese ritmo tan elevado que se tiene en las grandes metrópolis, donde vas tan rápido que apenas eres capaz de diferenciar sus edificios, calles o monumentos. 
  • Voice of Space. El creador de este cuadro es René Magritte, que lo sacó a la luz en el año 1931. En él se muestra varias campanas flotando en el aire sobre una verde pradera. Esto representa las campanas que colgaban del cuello de los caballos, distorsionando la escala, de forma que también se hace lo propio con la realidad. Estas tres campanas reemplazan a los seres humanos que aparecerían sobre ese paisaje verde.
  • En la arboleda de vainilla, hombre y caballo. Paul Gaugin fue un artista que sentía una insatisfacción viviendo en Europa y el modo de vida en el mundo occidental. Por ello, decidió marcharse junto a su familia a Taravao, isla de Tahití. Allí se inspiró para crear muchas de sus grandes obras de arte. Las culturas y civilizaciones que originaron esta isla son los grandes protagonistas de sus cuadros. En este, se muestra a un hombre junto a su caballo, en una obra que también muestra detalles del mundo occidental. En concreto, los frisos del Partenón de la Acrópolis de Atenas.
Alucina con todas las salas del Museo Guggenheim de Nueva York
  • Comedor en el jardín. Pierre Bonnard es el autor de esta magnífica obra muy colorida que muestra una de las casas del sur de Francia. El pintor lograba dar valor a estas estancias gracias a su gran paleta de colores, en la que muestra también cómo se ve el jardín y el cielo azul que hay tras la ventana. Conoce toda su historia en el Museo Guggenheim de Nueva York.
  • Mujer con cabello amarillo. Volvemos a centrarnos en la obra de Pablo Picasso. En este caso, el artista representa a su musa, Marie-Thérèse, a la que solía pintar mientras dormía, de forma que se mostrase su lado más íntimo. En el momento en el que la conoció, el artista tenía 45 años y su musa 17. En esta obra, la joven aparece dormida sobre uno de sus brazos, resaltándose su pelo rubio.
  • Red Lily Pads. Dejamos por un momento la pintura y nos centramos en la escultura moderna y contemporánea. En este caso, para hablar de una de las obras del famoso escultor estadounidense Alexander Calder, que se inspiraba en la naturaleza y las plantas para la creación de sus obras. En esta, en concreto, se pueden observar varios discos rojos que buscan asemejarse a los pétalos de una flor que flotan sobre el agua.
  • Painting 1953. Antes de finalizar este repaso hay que hacer una pequeña parada de nuevo en la pintura. Painting 1953 es una de las grandes obras de Joan Miró, en la que son características las líneas y siluetas, tal y como se puede apreciar en esta colorida obra. ¡Te encantará!

Curiosidades del Museo Guggenheim de Nueva York

Aunque algunas ya os las hemos mencionado en puntos anteriores, el Museo Guggenheim de Nueva York tiene diversas curiosidades que seguro querrás conocer antes de tu visita. La primera de ellas es que se trata de uno de los edificios más emblemáticos de la Gran Manzana. Y viendo la cantidad de monumentos y rascacielos que allí se encuentran, que posea esta relevancia es un plus para quienes lo visitan.

La gran cristalera del techo es una de las pocas ventanas del Guggenheim

La apertura oficial se hizo el 21 de octubre de 1959, donde hasta 3.000 personas esperaron largas colas para entrar a su interior. Además, debes saber que esta fue la última gran obra de Frank Lloyd Wright. El Museo Guggenheim de Nueva York tuvo detrás un trabajo de más de 15 años por parte de su arquitecto, que llegó a realizar más de 700 bocetos del mismo. Finalmente, presentó dos propuestas, una hexagonal y la otra circular, decantándose por esta última

El color de la fachada fue otra de las grandes discusiones que se tuvieron durante la construcción. Lloyd pidió que se pintase de color rojo, mientras que Guggenheim y Hilla Rebay apostaron por el amarillo o el verde. Finalmente, los tres se pusieron de acuerdo para que la fachada mostrase un color blanco impoluto. Guggenheim y Lloyd fallecieron antes de completarse la construcción, aunque el arquitecto pudo llegar a ver la mayor parte de la misma. 

Otra de las grandes polémicas, que aún llega hasta nuestros días, es su valor artístico. Todo el mundo lo considera una obra de arte, de eso no hay dudas. Pero hay posturas que señalan que lo fantástico del exterior llega a eclipsar las obras que se exponen en el interior. El Museo Guggenheim de Nueva York es, desde 2019, Patrimonio de la Humanidad, al igual que el resto de los edificios enmarcados dentro de la arquitectura del siglo XX de Frank Lloyd Wright.

Ubicación del Museo Guggenheim de Nueva York

Detalles

    Horario

    • Viernes, domingo, lunes, martes y miércoles: 10:00 a 17:45
    • Sábados: 10:00 a 19:45
    • Jueves: Cerrado

    Precio

    • Adultos (13-64): 24,40€
    • Estudiantes y mayores de 65 años: 17,60€
    • Menores de 12 años: Gratis
    • Sábados de 17:00 a 20:00: Gratis

    Lugares cercanos

    • MoMa
    • Central Park
    • Museo Americano de Historia Natural
    • Museo Whitney de Arte Estadounidense

Cómo llegar al Museo Guggenheim de Nueva York

    Metro

    • Parada '86th Street'

    Bus

    • Parada '5 Ave/E 90 St'