Catedral de San Juan el Divino

Enclavada en la Amsterdam Avenue se levanta el templo anglicano más grande del mundo. Una Catedral Imperial que necesitó varios años para su construcción y que ocupa un espacio inmenso, de más de 11.000 metros cuadrados. Se trata de uno de los lugares más asombrosos de Nueva York, capaz de atraer a millones de personas cada año. No es para menos, todos acaban sorprendidos y maravillados a partes iguales después de conocerla. Por ello, dejar pasar la oportunidad de hacerlo sería como no haber ido a la Gran Manzana. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

Pese a ello, en 1899 se llevaron a cabo los primeros servicios litúrgicos. En 1911, el coro y el crucero fueron abiertos, abriendo la Catedral sus puertas por primera vez en su totalidad el 30 de noviembre de 1941. Una fecha en la que ya estaba iniciada la Segunda Guerra Mundial, y una semana antes del ataque a Pearl Harbor. Este hecho hizo que la construcción no se pudiese completar, ya que los fondos se trasladaron a la participación de Estados Unidos en el conflicto bélico.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la construcción se reanudó, dando como resultado una mezcla de estilos neorrománicos y neogóticos. Esto hace que tenga un plus especial no visto en otros templos del mundo. El 18 de diciembre del año 2001, un incendio iniciado en la tienda de regalos de la Catedral de San Juan el Divino provocó parte de la destrucción de la nave transversal norte. Además, las cenizas cubrieron el grueso del templo y los tubos del órgano.

En la actualidad, la Catedral de San Juan el Divino todavía permanece incompleta. Es decir, aún faltan detalles para dar concluida su construcción, ya que los diferentes acontecimientos del siglo XX y los problemas surgidos al ser levantada han provocado que se haya tenido que restaurar en varias ocasiones. Estos retrasos hacen que se pueda ver esa mezcla de estilos de la que les hablábamos: la Catedral empezó siendo románica y acabó siendo gótica.

Del exterior de la Catedral también hay que destacar otros espacios, como el fabuloso jardín que se encuentra en uno de sus laterales. Un bonito espacio verde repleto de tesoros en el que se encuentra, entre otras cosas, la Fuente de la Paz. Se trata de una escultura de 1985 que representa la lucha entre el Bien y el Mal. Sobre la misma aparecen el Arcángel Miguel y Satanás, con varios animales representados y también con el Sol y la Luna. ¡Os va a maravillar!

Al margen de esto, conocer el santuario de la Catedral de San Juan el Divino también es obligatorio. De estilo neorrománico, se encuentra rodeado por ocho columnas de granito, que le dan un aspecto monumental que gusta mucho a todos sus visitantes. Además, todos estos espacios son alumbrados por la luz natural que se cuela entre los cristales de diferentes colores del rosetón. Esto hace que tenga una magia especial que os conquistará y atrapará para siempre.

Por todo ello, la Catedral de San Juan el Divino es una de las paradas obligatorias en vuestro viaje a Nueva York. Podrás encontrarla muy próxima a Central Park, por lo que te recomendamos que reserves un espacio de tu tiempo a ella. Te aseguramos que os merecerá la pena  acercaros al templo de San Juan la Inacabada, que es otro de los nombres con el que se conoce a esta iglesia. Y es que después de más de un siglo, aún necesita pulir varios detalles para acabar su construcción.