Estados Unidos

Guia de viaje de

Nueva York

Catedral de San Patricio

La Catedral de San Patricio es uno de los lugares más representativos de Nueva York. Es uno de los lugares de la ciudad por los que los neoyorquinos sienten un cariño especial. Por ello, os queremos proponer que nos acompañéis a este monumental templo para conocer su historia y las joyas arquitectónicas que guarda en su interior. ¡Ven a descubrirlo!

La Catedral de San Patricio os dejará impresionados por su grandeza

El Tour Alto y Bajo Manhattan es perfecto para conocer al detalle la Catedral de San Patricio. Uno de esos espacios imperdibles dentro de Nueva York que impresionan a todos por su majestuosidad. Levantada en el siglo XIX, es uno de los fijos que ver en la Gran Manzana. Además, tiene el plus de encontrarse en uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad: la Quinta Avenida.

Historia de la Catedral de San Patricio

La catedral de San Patricio de Nueva York es la mayor catedral católica de América del Norte, sede del Arzobispo de la Archidiócesis de Nueva York e Iglesia parroquial de la ciudad. Como puedes ver, la importancia y relevancia es máxima, y no es para menos. Lo majestuoso de su fachada y su interior va acorde con los años que se necesitaron para completarla. 

Quienes trabajaron en la construcción de la Catedral de San Patricio lo hicieron durante más de 20 años. Una vez finalizadas las obras, llevadas a cabo en el siglo XIX, quedó como resultado final uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica en territorio estadounidense. Pero la historia del terreno arranca en 1810, cuando fue comprado por los Jesuitas. La orden pretendía construir un colegio allí.

Cada detalle del exterior de la Catedral de San Patricio tiene un valor altísimo

Pese a ello, esta idea no prosperó, y la orden se vio obligada a vender de nuevo estas tierras. En esta ocasión, quien las compró fue un Abad en 1813 que se encontraba en Estados Unidos huyendo de las autoridades francesas. Un año más tarde, la caída de Napoleón propició la marcha de este Abad de la Gran Manzana, dejando abandonado nuevamente el terreno. Finalmente, en 1850, llegó la salvación para este espacio de la Quinta Avenida.

El arzobispo John Joseph Hughes anunció su intención de levantar una nueva catedral para reemplazar la vieja iglesia  de San Patricio,  ubicada en la intersección de las calles Príncipe y Mott  en la calle Mulberry. Esta vieja catedral fue destruida por el fuego en 1866, pero reconstruida en el año 1868 pudiendo visitarse a día de hoy. Pese a ello, se decidió levantar también una nueva Catedral, la que se conoce hoy en día. 

Los trabajos arrancaron el 15 de agosto de 1858, siendo interrumpidos durante la Guerra Civil americana. En 1865, la construcción de la Catedral de San Patricio volvió a ponerse en marcha, finalizando las obras en 1878. Desde ese momento, el templo cogió una relevancia e importancia más que notable para la ciudad, llegando a ser en la actualidad uno de sus edificios más icónicos y visitados. Además, en 1976, la Catedral de San Patricio y los edificios asociados fueron declarados Monumento Histórico Nacional.

Arquitectura de la Catedral de San Patricio

La Catedral de San Patricio sigue fielmente el patrón del resto de edificios de Nueva York. Es decir, una construcción monumental de varios metros de altura que impone a cualquiera. De hecho, su punto más alto alcanza los 100 metros de alto. Y es precisamente en el exterior en lo que primero nos vamos a fijar en este punto. Porque está claro que cuando llegas a un sitio, lo primero que ves es su fachada.

Admira el fabuloso interior de la Catedral de San Patricio

De estilo neogótico y construida  en ladrillo revestido de mármol blanco, el tejado de la Catedral de San Patricio está hecho de pizarra, mientras que  los ventanales fueron elaborados por artistas de Boston y Massachusetts en colaboración con otros  artistas europeos. La joya del exterior, el gran rosetón, es el mayor trabajo de Charles Connick, considerado un genio del siglo XX.

En 1888 se añadieron las torres de la fachada oeste de la Catedral de San Patricio. Cada una de las 19 campanas ubicadas en la torre norte de la Catedral tiene un nombre de santo y una inscripción única en latín. Eso sí, varían en tamaño y peso. De este modo, las más pequeñas pesan 78,47 kg y las más grandes 2.997,33 kg, respondiendo cada una a una nota diferente. Antiguamente, existía un “tocador de campanas” que subía a la torre y creaba las melodías manualmente, hoy en día se utiliza un teclado para controlar las campanas.

Comentado el exterior, vamos a centrarnos ahora en el interior de la Catedral de San Patricio. En las puertas verás tallas que representan a Santos y Santas, entre ellos San José, San Isaac Jogues, Santa Kateri Tekakwitha o San Patricio. Las impresionantes vidrieras de la capilla fueron diseñadas y fabricadas en Chipping Campdem, Inglaterra, por Vincent Woodroffe entre 1912 y 1930.

La cripta de la Catedral de San Patricio de Nueva York, ubicada debajo del Santuario del Altar Mayor, es el lugar donde se entierran todos los arzobispos que han servido a la Archidiócesis de Nueva York. Del techo cuelgan los Galeros o sombreros rojos de los primeros cuatro arzobispos cardenales de Nueva York:  McCloskey, Farley, Hayes y Spellman.

La Catedral de San Patricio es uno de los mayores atractivos de la Quinta Avenida

Detrás del Santuario mencionado anteriormente, se encuentra la Capilla de la Virgen, un espacio reservado para la oración y la contemplación. Construida en 1901, esta capilla era parte del diseño original. Sobre el Altar se encuentra la estatua de la Virgen de Nueva York.

El Altar de Santa Isabel fue diseñado por el artista romano Paolo Medici, el de San Juan Bautista de La Salle, uno de los pocos altares originales que quedan, fue esculpido por Dominic Borgia. Por su parte, Tiffany&Co. diseñó el Altar de San Luis y  San Miguel. En la vidriera contigua al altar de San Juan Bautista aparece la imagen de la Bula Papal. El Altar del Sagrado Corazón, a la derecha del principal, se guarda una pintura de la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas.

Qué ver en la Catedral de San Patricio

Aunque algunos de los elementos que forman la Catedral de San Patricio ya se han nombrado anteriormente, creemos que merecen un punto aparte. Por ello, en las próximas líneas os vamos a explicar cuáles son los lugares que no os podéis perder. Rincones que son auténticas joyas arquitectónicas que os van a dejar impresionados. ¿Quieres conocerlas a fondo? ¡Te lo contamos debajo!

Órganos de la Catedral de San Patricio

El interior de la Catedral de San Patricio no dejará indiferente a nadie. Y una de las primeras paradas que debes hacer se encuentra en sus dos órganos. Ambos están construidos con tubos originales que fueron diseñados por George Jardine&Sons en el siglo XIX. De este modo, en el Ambulatorio de la parte norte del templo, el órgano que allí se encuentra es el de la Galería del Coro, con cerca de 4.000 tubos

Este primer órgano del que les hemos hablado fue instalado en 1928. Misma época en la que se procedió también a la construcción del Órgano Chancell, ubicado en la Gran Galería. En este caso, el número de tubos está cercano a alcanzar los 6.000, por lo que es todavía más majestuoso que el anterior. Hablemos de uno u otro, debes saber que ambos hacen sonar una música celestial que gusta mucho a quienes acuden a las misas.

La nave central de la Catedral de San Patricio os dejará sin palabras por su belleza

La Piedad

La Catedral de San Patricio en Nueva York también deja a la vista algunas de las esculturas más impresionantes de la ciudad. Una de ellas se encuentra en uno de los ventanales de la misma. Hablamos de una réplica exacta de La Piedad, la famosa obra de Miguel Ángel. Eso sí, como en la Gran Manzana todo se hace a lo grande, hay que destacar que esta obra es tres veces mayor a la original

La Piedad fue esculpida por William Ordway Partridge. En la actualidad, es uno de los monumentos más visitados y reconocibles del interior del templo, ante el que seguro querrás capturar un recuerdo para toda la vida. ¡Por un momento creerás que te has transportado a la Basílica de San Pedro!

Altar de San Luis y San Miguel

Como te hemos adelantado en anteriores puntos, fue la compañía Tiffany&Co. la que construyó este imperial Altar. Louis C. Tiffany es el autor de esta obra, aunque hemos de decirte que hoy en día no encontrarás la estructura original. Y es que a lo largo del pasado siglo XX, este Altar tuvo que pasar por varias fases de restauración para evitar su deterioro. Pese a ello, aún conserva ese encanto único que le hace ser pieza fundamental del patrimonio arquitectónico del interior del templo.

Descubre el impresionante Altar de la Catedral de San Patricio

Busto de Juan Pablo II

Cerca del Altar de San Luis y San Miguel, en la parte trasera de la Catedral de San Patricio, se encuentra un precioso busto de bronce de Juan Pablo II. Se construyó con motivo de la conmemoración de la visita del Papa Juan Pablo II a la Gran Manzana en 1979. En dicho viaje, el Pontífice visitó este templo. El pedestal sobre el que asienta de busto, de una piedra muy bonita, tiene tallada la fecha de la visita

Este es otro de los puntos que no te puedes perder del interior de la Catedral de San Patricio. Un templo de obligatoria visita en el que no solo te puedes quedar con su exterior. Te aseguramos que aunque asocies este Santo con Irlanda, como es normal por otra parte, en pocos lugares del mundo te encontrarás con una Catedral tan imperial como esta dedicada a su figura. ¡No te la puedes perder!

Ubicación de la Catedral de San Patricio

Detalles

    Horario

    • Todos los días: de 6:30 a 20:45 horas

    Lugares cercanos

    • Rockefeller Center
    • Museo de Arte Moderno
    • Quinta Avenida
    • Grand Central Terminal
    • Times Square

Cómo llegar a la Catedral de San Patricio

    Metro

    • Paradas 'Fifth Avenue'; '47-50th St-Rockefeller Ctr'; 'Grand Central Terminal'

    Bus

    • Paradas 'Eden Quay'; 'Grand Central Terminal'; '5 Av/W 51 St'

    Tren

    • Parada 'Grand Central Terminal'